Bestia no tan Bestia (#1Trilogia Bestia no tan Bestia)

Capítulo 9

Me despierto con la luz del sol que sale de mi ventana, me levanto de un salto de mi cama, abro la ventana y grito:

-El día ha llegado… 8 de abril, perras…

No hay nadie en la calle, hago una mueca y cierro la venta. Voy al baño, termino de cepillar mis dientes y escucho el teléfono de la casa. Corro como alma que lleva el diablo hasta la sala y cojo el teléfono.

- Hola -- digo ajetreadamente.

- Hija… ¡Feliz cumpleaños! -- es mi madre -- ya eres toda una mujer - dice Scarlet Marx y puedo notar que está llorando.

- Gracias, mamá. Para de llorar, me haces sentir como una anciana - le digo.

- ¿Por qué siempre tienes que ser tan ruda? ¿No tienes sentimientos? -- pregunta mi madre indignada.

- Lo siento, mamá. Es que no me gusta escucharte llorar -- le digo, me siento en el sofá y cruzo mis piernas.

- Son lágrimas de felicidad, ya no eres mi niña…-- y empieza a llorar otra vez.

- ¿Qué soy ahora? ¿Un hombre o zombie? -- le pregunto --  siempre seré tu niña, solo estoy creciendo.

- Lo sé, Lo se… ¿Por qué tienes tu celular apagado? -- pregunta mi madre y me rasco la cabeza.

- Lo deje en mi bolso, lo olvide -- choco mi mano contra mi frente -- Es que ayer estaba limpiando mi apartamento y, probablemente, se quedó sin batería -- le informo a mi madre.

- Tu padre quiere hablar contigo -- me informa mi madre.

Aprovecho ese momento, saco el iPhone de mi bolso, trato de encenderlo pero está totalmente muerto, lo pongo a un lado y escucho la voz de mi papá.

- Feliz cumpleaños, campeona.

- Gracias, papá - respondo y coloco el teléfono en altavoz.

- ¿Cómo va tu vida en Boston? -- pregunta Tony Marx.

Enciendo el televisor, bajo todo el volumen y coloco MTV.

- Asombroso… Este fue el mejor regalo de cumpleaños, papá. Nunca me cansare de decirte: GRACIAS -- le respondo desde el fondo de mi corazón.

- Ese no es tu regalo de cumpleaños… -- dice mi padre.

-¿No? -- pregunto confundida

- No, acabo de hacerte un regalo a tu cuenta de banco -- dice Tony.

- Papá, no debiste… -- hablo pero me interrumpe.

- Es tu regalo de cumpleaños y, si te parece que es mucho, puedes ahorrarlo o comprar algunos libros -- dice mi padre.

- Gracias, papá -- le agradezco.

- Feliz cumpleaños, mi niña. Lamento no estar allí, pero debíamos viajar y…

- Papá, está bien. No es el primer cumpleaños que paso sin ustedes… Estoy bien -- le digo a mi padre.

- En ese caso, cuídate mucho. Te quiero --dice el Sr. Marx.

- Yo también, papá -- y se me hace un nudo en la garganta pero no lloro.

- Tu hermano está en el mini golf pero te desea feliz cumpleaños -- dice mi madre.

- Espero poder ir al cumpleaños de papá y verlos a todos… -- le digo a mi madre.

- Yo también lo espero, señorita -- dice mi madre - Chao, hijita. Te queremos muuuuuchoooo -- dicen mi madre y mi padre al mismo tiempo.