Bestia no tan Bestia (#1Trilogia Bestia no tan Bestia)

Capítulo 27

Me despierto con la luz del sol, froto mis ojos y me levanto de la cama. Me acerco a la ventana y miro todo la belleza que está allí. Hay un hermoso jardín con árboles perfectamente cortados,  hay un muelle sobre el hermoso lago. En el lago hay tres motos de agua, un hermoso bote de madera y una lancha súper moderna (o eso aparenta).  

Dejo de ver por la ventana y camino hacia el enorme cuarto de baño. Me miro en el espejo  y mis ojos están súper hinchados. Me doy una ducha y recapitulo todo lo que sucedió ayer.

No quiero alejarme de Chase, por el momento estamos viviendo juntos y lo podré ver. Pero ¿Lo dejare de ver?

Salgo de la ducha, me recojo el cabello en un moño alto. Camino hacia el armario, elijo un lindo vestido con flores suelto y lo combino con unas converses grises. Me siento en la silla de la peinadora y me miro en el espejo. ¿Qué tiene Victoria que no tenga yo?

Yo soy morena… ella es rubia. Bueno ahora es morena pero artificial, el punto es que ella es rubia natural.

Bajo la miradas hacia mis tetas.

Yo soy 32 B… ella será 36DD (pero esta operada)

Mis piernas son más largas que las de ellas.

Soy delgada pero mis caderas son muy anchas, tengo cintura pero no es tan pequeña… ella es super-mega-ultra delgada y tiene la cinturita de Jessica Rabbit, probablemente porque ella se la pasa en un gimnasio.

No la envidio en eso, yo prefiero ejercitar mi cerebro con conocimientos.

No me molestare en seguir comparándome con ella, la verdad es que ella ya lo tiene y yo no.

Inhalo profundamente y me maquillo, cojo mi mochila y salgo de la habitación. Camino hasta la cocina y miro a Katey.

- Buenos días, Katey -- digo y dejo el bolso sobre la sobre la isla de mármol.

- Buenos días, mi niña -- dice amablemente.

Eso me hace sentir en casa. Me tiende un plato con panqueques, huevos, beicon y jugo de fresas.

- Mi niño me mencionó lo mucho que te gustaba el jugo de fresas -- dice guiñándome el ojo.

Eso me hace reír, cojo el plato y empiezo a devorarlo. Esta buenooooo…

- Katey esto está delicioso… -- digo en el medio de mi éxtasis.

- Me alegra mucho que te haya gustado, mi niña -- dice limpiándose con una toalla que tiene sobre el cinturón de su falda -- Es el favorito de mi niño.

- ¿Dónde está? -- pregunto aprovechando la oportunidad.

- Ya se fue -- dice con cara triste.

- ¿Cuándo regresa? -- pregunto.

- Dentro de una semana -- responde.

Siento un dolor en mi pecho… ¿Una semana?

- No me gusta mucho que viaje, me da mucho miedo pensar que abordará un avión -- suelta Katey interrumpiendo mis pensamientos.

- ¿Por qué?

- Siempre me ha dado miedo -- confiesa.

Escucho los gritos de una niña.

- Conocerás a la luz de mis mañanas -- dice con mucha alegría.

- Abuueeee -- grita una niña.

Veo que Katey y ella se abrazan pero no logro verle la cara a la niña. Dejan de abrazarse y miro la cara de la hija de John. Dios, es la cosita más adorable que he visto. Sus ojos son azules y muy grandes. Sus pestañas son rizadas y sus mejillas son rosas. Es una hermosa morena, se parece mucho a John. No puede negar que es su hija. Tiene una falda azul y una camisa de las princesas de Disney.