Auction ➵ KookMin 국민

Comportamiento extraño.💰

— Oh no — Susurró Jimin entrando en desesperación, olvidando lo que ocurría con Jeon, su respiración comenzó a debilitarse, su corazón se aceleraba cada vez más rápido y pequeñas gotas de sudor caían por su frente sorprendiendo y confundiendo a Jeon.

¿Por qué rayos se pondría Jimin de esa forma al escuchar a sus padres? Se preguntó Jeon a sí mismo antes de tomar a Jimin por los hombros obligando a que lo mirase a los ojos.

— ¿Estás bien? — Preguntó Jeon suavemente tratando de no asustar a Jimin, quién temblando se aferró a la camisa negra de botones del mayor mientras negaba.

— Diles que no estoy aquí — Soltó Jimin en un susurro casi inaudible mirando a un punto fijo de la habitación de Jeon.

— ¿Por qué debería?

— Tan sólo hazlo...O no podré volver a verte nunca más, Jungkook — Dijo Jimin mirando a Jeon a los ojos — P-por favor — Dijo a punto de soltar lágrimas.

Jeon suspiró y acarició la mejilla pálida de Jimin con tanto cuidado para después depositar un beso en la frente del menor en un intento de calmarlo.

— En ese caso, quedate aquí y si escuchas que abajo se pone feo, métete a ese closet — Dijo apuntando a un closet dónde no cabían más que dos personas — Y pon el pestillo, mantente calmado en todo momento, yo te voy a proteger.

Jimin asintió mirando con impresión a Jeon, para después sentarse en el suelo recargando su espalda a la puerta de madera que la habitación tenía.

Jeon bajó las escaleras y abrió la puerta principal, se hizo a un lado y dejó entrar a los padres de Jimin invitándolos a sentarse en el sofá, cosa que amablemente aceptaron.

— Y bien, ¿Qué les trae por aquí, señor y señora Park? — Preguntó Jeon cómo todo hombre educado haría pero nervioso al mismo tiempo.

— Vinimos a buscar a nuestro hijo, queremos hablar con él y si es posible, llevarlo a un viaje con nosotros.

— Queremos pasar tiempo de calidad con nuestro segundo hijo, ¿Dónde está, señor Jeon? — Preguntó el padre de Jimin mirando de forma fija y amenazante a Jeon.

Sí tan sólo salieran debajo de la roca en la que viven y se enteraran de que yo dirijo toda la ciudad de Busan. Pensó Jeon ante la mirada asesina del señor Park.

— Él no se encuentra aquí en éstos momentos, ayer lo llevé a dormir a casa de uno de sus amigos, pero aún no ha regresado, dice que quiere pasar tiempo con él — Dijo Jeon inventando alguna excusa cómo su pequeña bola de arroz pidió.

Si por Jeon fuera, ya estaría amenazando a sus "futuros suegros" mostrándoles quién mandaba en ese lugar, pero por pedido de Jimin, tendría que evitar su carácter demandante.

— Entiendo, entonces nos iremos ahora — Dijo la madre de Jimin parándose de su lugar mirando a Jeon con menos sorpresa de la que tenía antes — Regresaremos a buscarlo en dos días.

Dijo esto último en un tono de voz fuerte y claro, cómo si ella quisiese que alguien más la escuchase.

Después de eso, Jeon se despidió formalmente y los señores Park salieron de la mansión de Jeon, dejándolo confundido y algo alarmado.

Jungkook subió las escaleras y tocó suavemente la puerta de la habitación en la que se hallaba Jimin, segundos después el menor la abrió y salió de ahí con la cabeza baja y más calmado que antes.

— ¿Me explicarás?

— No creo que sea el momento, Kook, yo-

— Tienes que decírmelo Jimin, no pienso dejarte solo en éstos momentos — Dijo fuerte y claro alarmando un poco al menor, quién lo miro rápidamente a los ojos.

— Está bien — Jimin suspiró y se sentó en la orilla de la cama de Jeon jugando con sus pequeñas manos mientras trataba de controlar el temblor de su cuerpo.

Jungkook se sentó a su lado acariciando las manos de su menor olvidando los otros problemas que tenían.

— Bien...Mi familia siempre ha estado inconforme con mi orientación sexual, descubrí que era gay a los 14 años cuándo comencé a sentir cosas "anormales" por Hoseok, en esos momentos yo le tenía mucha confianza a mí mamá y ella a mi, es decir que le podía contar cualquier cosa sin problema, pero yo no sabía que esa confesión cambiaría toda mi vida y mi relación con mi familia.

Jungkook miraba atentamente a Jimin mientras éste hablaba, veía las pequeñas lágrimas resbalar por las gorditas mejillas de Jimin mientras contaba la razón de su extraño comportamiento.

— Fué uno de mis más grandes traumas, me ignoraban, me miraban con asco, me excluían, era cómo si no existiera, cómo si fuera un bicho o alguien no deseado en esa casa.

— ¿Por eso te vendieron en esa subasta? — Preguntó suavemente Jeon mientras acariciaba la nuca del menor.

Un sentimiento muy fuerte de odio, impotencia y ganas de golpear todo a su paso crecía lentamente dentro de Jungkook.

Jimin asintió mientras reía sin gracia.

— Qué ridículo soy — Dijo mientras se quitaba algunas lágrimas y sonreía tristemente mirando fijamente el suelo tratando de no recordar los peores años de su adolescencia.

— No eres para nada ridículo, rubio bonito — Jungkook atrajo a Jimin hacia su pecho mientras le permitía desahogarse en él.

Jungkook estaba consciente de que nunca había sido de esa forma con alguien más en su vida y que esa era la primera vez que se encariñaba tanto con una persona, a pesar de ser frío, en esos momentos nada importaba más que su pequeño y preciado Jimin.

— Lo mejor de toda esa mierda es que te encontré y que ahora estamos juntos, ¿Verdad? — Preguntó Jimin mirando a Jungkook a los ojos — No fue casualidad, sufrir por mucho tiempo sirvió de algo ¿Cierto, Kook? — Volvió a preguntar con un brillo extraño en sus pequeños ojos.

— Eso es correcto mi niño — Asintió Jungkook acariciando las mejillas de Jimin dejando un beso en la pálida frente de éste, sus besos fueron bajando hasta llegar a los esponjosos labios del menor, quien disfrutaba del beso olvidándose de todo lo demás.

— Por favor, hazme sentir lo que no me hicieron sentir en años — Susurró Jimin en el oído de Jungkook con ojos llenos de lujuria y amor, Jeon asintió suavemente y con sutileza cargó a Jimin dispuesto a llenarlo de tanto amor que haría que el menor no se cansaría de recibirlo cada 5 minutos.

Jungkook comenzaba a sentir algo más que atracción física hacia ese pequeño y frágil ser, cada vez que descubría algo nuevo de él, hacía que su cariño por él aumentara cada vez más.

Y negarse a ese sentimiento no estaba en los planes del mayor.

Ya no más.

£~

Regresé solarcitos :3
Así les diré ahora, ahre.

¿Me extrañaron?
Bah, se que no, aún así preguntaba por sí acaso alguien respondía.

¿Qué les está pareciendo la historia?

¿Ya entienden que hacía Jimin en una subasta?

¡Los quiero tanto!

-SolarMinGuk.