Mis Alas al Viento...

Capítulo 9

A pesar de los inconvenientes del día y del mal rato que pasé por los actos de ese tarado, estuve bastante ocupada con varios pendientes en la oficina, lo que me ayudó a distraer la tarde y el tiempo se me pasó literalmente volando.

Andy, se encuentra un poco alterado y nervioso por la futura visita de la Gerente Regional la Sra. Grace Brown y su equipo de trabajo. No entiendo el por qué, realmente siempre nos va bien con las auditorías en general -él lo sabe- pero aún y con todo, no deja de ponerse nervioso hasta que pase toda la pesadilla del proceso en sí, y de la angustiosa espera por el resultado formal del reporte.

Creo que más que todo radica en que la señora Brown, es amiga íntima de la Familia Scott (los dueños del Grupo Financiero). -lo sé porque mi jefe en algún momento, me lo comentó en confianza- a consecuencia de ello, obviamente, ella es una Colaboradora de suma confianza y su palabra tiene mucho peso, ya sea para el éxito o el fracaso total de la auditoría y de la sucursal.

La señora Grace Brown, es muy elegante, bella, inteligente y profesional. Siempre que nos visita saluda cordialmente; pero no tiene trato directo con ninguno de los colaboradores de la sucursal en general. Sus entrevistas siempre son directamente con Andy (Gerente de la Sucursal de Los Ángeles), y los chicos de su equipo son los encargados de entrevistar y supervisar los procesos de los compañeros del área de cajas, tesorería, servicio al cliente, la custodia de documentos de valor y de los ejecutivos VIP.

Siempre que visita el edificio la recibo junto con mi jefe; y las interacciones con ella, han sido escasas; profesionales; pero sólo en algunas ocasiones he tenido reuniones en persona sólo con ella -han sido por solicitud de ella misma, según me ha comentado en confianza Andy- en donde de manera directa y literal, me hace exámenes al aire acerca de la mayoría de los procesos de las actividades de la sucursal, obviamente todos ellos orientados explícitamente al conocimiento de las bases de datos que contienen todos los ítems enumerados y clasificados ya sea sobre las instrucciones de trabajo, los procedimientos de trabajo, lineamientos de trabajo, etc.

Pero tengo la leve sospecha que lo hace con toda la intención de saber si de verdad conozco acerca de ellos, y por consecuente si tengo el conocimiento para desarrollar mi puesto... o peor aún si merezco mi puesto. Eso es lo que me grita mi intuición, y esta me falla muy pocas veces cuando me habla. ¡Oh por Dios! Y al pensar en estas últimas palabras me paralizo y recorre por mi espalda un sudor frío.

Y no es porque tenga inseguridad acerca de mi desempeño como la Sub Gerente de la oficina; porque sin querer parecer prepotente o arrogante, estoy segura que desarrollo con excelencia mi labor; lo digo porque ahora que lo recuerdo bien, la última vez que nos topamos indirectamente acá en la sucursal, me vió de una manera diferente, es decir, siempre me ha hablado sin especial atención, sólo por temas de trabajo y ya; pero esa vez fue diferente su mirada... sus ojos me estudiaron como tratando de explicarse algo para sí misma, me estudió de pies a cabeza y cuando terminó su análisis visual, sus ojos se clavaron en los míos por unos eternos segundos, en ese instante me advirtieron algo... me amenazaron con poder; pero por más que lo he tratado de descifrar, no logro tener una jodida idea de lo que se trate.

Estoy inmersa en mi portátil, realizando mi check list de los pendientes cerrados del día de hoy, y dejando con una alarma los que quedan sin terminar -porque les falta algo para terminar el proceso- y dejando actualizado el check list de las tareas para mañana. Escucho una vibración, y es mi móvil que lo tengo sobre el escritorio, sin mirar la pantalla del mismo contesto:

-Hola.

-Hola muñeca. Ya estoy afuera del edificio. ¿Te espero? o ¿Quieres que entre por ti? -me dice la varonil y candente voz.

Y en fracción de segundos se alteran mis nervios al escuchar tan sexy voz. Veo el reloj del ordenador y caigo en cuenta que ya es hora salir. ¡Wow! Se me pasó rápida la tarde.