Capítulo 25

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El tercer sello...  Cuando apenas acariciaba la ilusión de amor eterno aparecía esa carta, esa que me recordaba que los días oscuros se acercaban.

Ari abrió con cuidado la carta. El papel era moderno, esa carta era reciente, en las otras dos el paso del tiempo era evidente en sus fibras pero ésta lucía nueva. la escritura que tenía parecía de otra época,  parecía que el que la había escrito tenía el estigma.

Si, ese sentimiento y esa vibra la sentía en cada trazo, yo sabía que esa persona sabía lo que pasaría.

La carta decía:

Ya es tiempo, el mundo ya no puede esperar mas, el huevo ha de romperse para que en ti renazca en una nueva sociedad. Una dónde se defienda el amor, donde amar ya no signifique muerte. Pero primero han de pagar sus excesos y todos serán juzgados.

David, ya sabe. Su consejo se mete al oído del ministro pero a la vez Diego también la escucha. Si la guerra no sucede, el sistema seguirá pero si podemos llevar a la guerra a nuestra nación habrá una oportunidad para vivir mejor.

Matar para renacer, el ciclo es claro. Sobre las cenizas del fénix nacerá una nueva ave.

D.M.

La guerra se enfilaba,  ahora todo parecía obvio las naciones esperaban cualquier conflicto ya solo faltaba el motivo para volcarse a la guerra.
Un embarcación que tiene armas va a viajar de China a Pakistán. Esas armas van apoyar al régimen rebelde. Estados Unidos advirtió que si China interviene lo tomarán como una declaración de guerra.

China dijo que ningún país extranjero ordenaba su manera de hacer política y que harían lo que más le convenga a su pueblo.

Rusia se alió con el bloque europeo y con Estados Unidos. África apoya a los rebeldes al igual que toda Asia.

en cuestión de días ha de llegar ese barco a puerto y justo ahí se desatará el infierno.

La pregunta era solo una y yo como habré de liderar al mundo después de esa guerra, como el mundo podría escuchar lo que yo diga...

Cada noche despues de ese día era un martirio, sentía que jugaba a la ruleta rusa con la vida de todos.

Ari era mi todo, el ponía el sentido de mi vida y me daba el equilibrio, su aliento me confortaba. Al día siguiente me desperté y sentí que el aire se hacía pesado, ese día los pájaros no habían catado al amanecer, Ari no estaba en la cama.

Me levanté al baño, veía mi rostro,  aquel reflejo de joven se había esfumado, en su lugar sólo quedaba un hombre.
Ese reflejo mostraba una barba cerrada, el mentón y la barbilla definida, una cejas cerradas pero bien definidas, unos ojos cafés que tenía un brillo peculiar, el cabellos castaño medio alborotado y con un mechón que se oponía al orden del resto de mi cabellera.

Si ese rostro era el mio, yo no era tan tierno como hace algunos años, pero tampoco era tan hostil como hace algunos meses. Ahora parecía equilibrado.

Entró Ari al baño y vio que me había perdido en el reflejo del espejo, me tomó del hombro me dijo ya estas listo, siento que por fin estas equilibrado, que sabes que la bondad y la maldad no son opuestos que siempre hay dos maneras de ver un mismo hecho y sé que el camino que te espera será difícil pero resistirás, resistimos juntos amor.

Al salir de ahí fuimos al comedor, en la mesa Estaban un par de tazas de café, algo de pan y un periódico doblado.
Cuando lo abrí en la primera plana estaba escrito. Estados Unidos ataca embarcación China. hay 200 muertos

El café calló de mi mano, la taza se rompía en el suelo y todo se detenía en ese momento.  David me había escrito para decirme que el huevo estaba por romperse que solo quedaba esperar los otros sellos.

En ese momento un grupo de personas vestidas con uniforme gris abrían la puerta de nuestra casa.

le dispararon a Ari y después ami, no estábamos muertos pero todo se hacía oscuro poco a poco.

No supe cuanto tiempo había pasado pero estaba con Ari, él ya estába  despierto e intentaba escapar pero apenas abrí los ojos y la puerta de ese cuarto rojo se abría.

Entró un hombre vestido de traje, elegante y arrogante, su cabello arreglado como en los 20's del siglo 19 y todo el vestía con suma formalidad.

Esos ojos verdes se abrían paso Hasta mi mirada, un fuego en los ojos, similar al de Ari pero diferente en escencia me estremecía.   Las luces de rojo ahora eran tan blancas como la nieve.

D: Yo soy M. D.

Ian: tu me mandaste el sello 3

D: Si yo lo hice y es tiempo de que te entregue el cuarto sello.

Ian: y quién eres, de que lado estas?

D: Yo soy Max Demian, nieto de Max Demian el que conoció a Emil Sinclar, tu abuelo.

Ian: que quieres de mi?

D: Nada pero como el guía que soy debo mostrarte el camino del estigma, mi abuelo lo hizo con el tuyo y es tiempo de que tu lo hagas.

El mundo no ha visto una guerra así,  mi abuelo y el tuyo sirvieron en la guerra y solo uno sobrevivió.  No pienso morir y por eso te protegeremos. El guardián y yo vamos a esconderte de Diego, David estallará la guerra y cuando el mundo este cerca su fin tu te alzarás como el salvador y harás que el mundo siga girando.

La guerra estaba por empezar, los búhos iniciaban la cacería por mi. Max y Ari me llevaron al último lugar seguro, me llevaron a Alejandría.

La guerra se avecinaba, los peores tormentos se veían en las calles, la guerra había sacado a los demonios que todos tenemos a dentro, niños jugando con armas, adultos con armas verdaderas como si la guerra se librará en su patio.

El mundo estaba apunto de arder y nadie lo detenía...

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La muerte de Caleb Sinclar dejo a Ian encerrado, el vive su amor con Ari, tarde o temprano el  estigma los sacará de su guarida y ahí atacaremos. 

Jeremy estas vuelto loco con encontrarlo,  después de todo la guerra nos dará más dinero de lo que pensamos, quizá ir a al guerra sería lo mejor, al final solo tendríamos que matar a Ian y con eso nos quedaríamos con el mundo para nosotros.

La guerra puede ser nuestra mejor apuesta amor sólo hay que aprovecharla

Aristóteles: La Extraña Vida De Un AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora