Capítulo 17

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Desperté con un horrible dolor de cabeza. Como si un martillo me golpeara la cien una y otra vez. Pestañeé varias veces hasta que vi todo nítido.

Este no era mi cuarto.

No me encontraba en mi cama. ¿Donde estaba? Las imágenes de anoche invadieron mi memoria como un flash. La fiesta de Jilian. Cierto, terminamos todos reunidos en el cuarto de huéspedes. Mire a mí alrededor, todos dormían. No sabia quien eran "todos", bueno no lo recordaba. Vi a Jess y al chico de anoche abrasados.

Todos estábamos en el piso. Éramos seis personas en total: tres chicas y tres chicos, habiendo una cama a unos metros y aun así todos estábamos en el piso.

Resople e intente levantarme con cuidado de no despertar a nadie. Estaban estos dos chicos a mi lado, ambos tenían un brazo sobre mi vientre y sus manos, de alguna forma, se entrelazaban. Quite sus manos y me levante.

Sentí el torso frió al momento de levantarme. Esto estaba mal, no tenia nada además de mi brasier y la falta negra. ¿Donde estaba mi top? El corazón me latía demasiado fuerte, lo sentía en el fondo de mi mente y el dolor de cabeza aumentaba a cada segundo.

Esto esta mal, muy mal.

Busque con la viste mi top. Era todo lo que quería ahora. Eso y despertar a Jess y largarnos de aquí lo antes posible.

¿Era una broma? Un chico delgado y con cabellos alborotados lo estaba usando y de alguna forma le quedaba mejor que a mi. Me acerque a el, estaba recostado contra la pared y su cabeza se movía levemente con cada ronquido. Quite de mi mente la idea de despertarlo y pedirle que se quitara el top, quizás vomitaría sobre mi.

Ojalá yo no vomite sobre mi, pensé; e intente controlar las nauseas en mi estomago.

Tomé el top desde la parte inferior y lo tire hacia arriba, tratando de quitarlo de su cabeza y sus brazos. El chico se movió, pronuncio algo que no logré entender y abrió los ojos. Tenía unos ojos verdosos impresionantes. Me vio por medio segundo, sonrió y volvió a cerrar los ojos. Le quite el top y me lo puse yo.

El maldito me lo estiro, pensé.

Fui donde Jess estaba durmiendo, sin importarme por el chico moreno, la sacudí. Ella despertó, parpadeo un poco los ojos y me miro. Luego miró al moreno que la abrasaba y sonrió. Era de esas sonrisas picaras, de las que no traen nada bueno. Poso los ojos sobre mí y pronuncio algo inaudible. Se levanto y cuando estuvo a mi lado le dio otra mirada al chico, que ahora dormía solo en el piso. Se agacho y busco algo en sus bolsillos del jean negro que traía.

-¡Jess! -susurre aunque sonó casi como un grito.

-Cálmate, busco su celular.- me dijo.

No dije nada mas, ella encontró su celular, empezó a escribir algo en el, supongo que su teléfono. Cuando devolvió el pequeño aparato al bolsillo note que no traía camisa.

Me pareció increíble que no lo haya notado antes pues el chico se veía increíble sin ella.

(*)

-¿Si viste a mi chico? Era sexy.- dijo Jess cuando estábamos en casa. Ambas bañadas y desayunadas. Un buen baño y desayuno siempre ayudan con la resaca, al menos eso dijo ella.

-Si lo vi.- le respondí tirada en el sofá.- Es la tercera vez que me lo preguntas.- resople.

-Bueno, perdón.-dijo y se sentó en el sofá conmigo.- ¿Pero le viste la boca?- pregunto gritando.

-¿Que?- reí.

-¡Tenia mi lápiz labial por toda su cara!

-¿Toda su cara? ¿No crees que es excesivo?- pregunte graciosa y reí cuando ella me frunció el ceño.

You're not aloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora