↜minhyun; universe
sin duda, este os es de mis favoritos ><
¡espero que os guste! ♡♡♡
—¡achís!
Hyunjin se giró al escuchar ese sonido. La última vez que había observado los clientes no había ni uno en el patio, por lo que se le hizo muy raro que justo en ese momento hubiese aparecido alguien.
Levantó la vista de los geranios que estaba cuidando para poder observar al pelirrojo que se encontraba justo a unos metros de él; estaba delante de las rosas con una cámara en una mano, ya que la otra —con el reverso de este— le sirvió para detener el estornudo.
—¡achís! ~ —el pelirrojo volvió a estornudar dando un leve cabeceo y despeinando un poco, quedándose con un pelo rebelde que jugueteó con su frente. —¡moh! ~
El pelinegro lo observó colocarse ese pelo rebelde mientras se frotaba su nariz que ahora se encontraba un poco rojiza por los colores del atardecer.
Eran las últimas horas de la tarde y el cielo se empezaba a despedir de su luz, tintándolo de rosas, amarillos, naranjas, violáceos... una dulce guerra de colores que insidian en tonos cálidos encima de la variedad de las flores de su tienda.
Hyunjin trabajaba en una floristería que tenía un patio enorme —lleno, obviamente, de flores— abastado de colores y aromas.
Pero por primera vez desde que empezó a trabajar en la tienda su vista no se centraba en las flores, sino en el puro rojo que acompañaba la piel de porcelana del chico.
No pudo evitar sonreír al ver que el chico volvía a estornudar, enfadándose consigo misma y haciendo un puchero involuntario al no poder evitar que su cuerpo reaccionase al cosquilleo.
—¿necesita ayuda? —decidió salir de su escondite detrás de la verja donde se encontraban colgados los geranios violetas para dirigirse dónde estaba el chico.
El pelirrojo se giró, frotándose los ojos por culpa de haber lagrimeado un poco. —¿hm? No, simplemente... ¿me permite hacer algunas fotos a las flores?
—claro... si necesita ayuda avísame, estaré por... ahí. —se distrajo un segundo cuando el chico le sonrió cálidamente creando dos medias lunas con sus orbes y separando un poco los labios para marcar tímidamente unos hoyuelos.
—gracias —y se giró, dejándolo con el sentimiento tibio recorriéndole por dentro.
Decidió no alejarse mucho, de alguna manera, sus pensamientos se habían clavado ahí y no podía dejar de observarlo entre la variedad de colores que se iban atenuando y acercándose poco a poco de los últimos rayos del día.
Hyunjin continuó con su trabajo, regando esta vez los claveles e intentando con todas sus fuerzas no volver a mirarlo. Pero cuando se absorbió en sus pensamientos sintió una mano ponerse en su hombro levemente, muy tímida y cuando se giró se volvió a encontrar con el pelirrojo mirándolo.
—¿podría... ayudarme? —se encontró el pelirrojo cubriéndose la nariz con los dedos, con los ojos llorosos y la respiración un poco agitada. —no debería distraerle del trabajo, pero realmente necesito estas fotos y... tengo alergia; ¿me podría ayudar?
—por supuesto... —a estas horas de la tarde no había nadie para atender así que dejándose guiar un poco por lo irracional –porque no debería aceptar esa propuesta- cogió la cámara y se la colocó alrededor de su cuello. —espéreme fuera.
—¡muchísimas gracias! —el chico le tocó el brazo regalándole una facción de satisfacción y felicidad: con los ojos brillantes y las mejillas brillantes de un rosáceo opaco. Hyunjin le restó importancia y le regaló una sonrisa.
Retrató lo que sus ojos captaban todos los días en su trabajo. Siempre había admirado mucho los colores y las formas de las flores, y aunque le daba pena no poder captar el aroma cautivador este le envolvió para sumergirse en un momento dónde la lente de la cámara eran sus ojos y esta tenía que ser capaz de transmitir lo que más adoraba en este mundo, su tienda.
... y quizá, a partir de ahora, cierto pelirrojo.
Cuando terminó los últimos rayos ya habían caído y la oscuridad cubría el patio dejando descansar por el día de hoy los colores del jardín.
—aquí tienes —El pelinegro se quitó la correa de la cámara –una vez llegó dónde estaba el pelirrojo- y la colocó suavemente en el cuello contrario. —he... intentado hacer lo mejor que he podido. Hacía mucho que no fotografiaba.
—son... preciosas —Hyunjin no pudo evitar que un rosa floreciese en su piel —muchas gracias... có-¿cómo podría pagárselo?
—hm, ¿me ayudarías a cerrar la tienda? Simplemente tengo que acabar de regar y recoger. "y así, no tendrías que irte tan rápido... quiero saber cómo te llamas."
—claro... eh; le ayudaré a recoger aquí dentro —Hyunjin rio y el chico tampoco pudo evitar una sonrisa boba mientras cogía una escoba.
—está bien, acabo de regar afuera y ahora vuelvo, ¿sí? —el pelirrojo asintió y él se dispuso a acabar –lo antes posible- su trabajo.
El pelirrojo terminó antes y cuando lo avisó de que lo esperaba afuera terminó de cubrir todo; viendo al final las rosas amarillas dónde por primera vez lo había visto parado y yendo hasta donde el chico se encontraba esperándolo.
Dónde ahí, escuchó por primera vez su nombre Kim SeungMin.
***
—¡Jinnie! —el pelirrojo escuchó la dulce voz llamarlo junto al tintineo de la puerta abriéndose.
—Hola cielo—su pecho se ablandó al notar como el chico se envolvía entre su cuerpo y escondía su cabeza entre el hueco de su cuello. Hyunjin dejó un suave beso en el pelo rojo como un clavel, mientras con una mano acariciaba un lado de la cara de Seungmin. —¡tengo una sorpresa para ti!
—¿hm? —el chico se separó de él; Hyunjin puchereó al notar cómo la calidez que solo su novio conseguía brindarle se alejaba, pero rápidamente al verlo delante suyo lo llenó de amor.
Hyunjin agarró más fuerte el ramo de rosas amarillas que tenía escondido en su espalda, descubriéndolo poco a poco y viendo como la sonrisa de Sengmin se expandía a medida que el brillo chispeante se hacía presente.
—Felices nueve meses de noviazgo, Seu-...
—¡Achís!
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((轉)) ; seesaw
Fanfiction¡ recopilación de historias cortas ! ❁ HyunMin/SeungJin ❁ Minsung/JiHo ❁ JiLix/LixSung ❁ ChangLix