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Porque, se preguntaba, aquella pequeña niña de unos recién cumplidos 16 años, porque le gustaba tanto el éxtasis que enviaban su dedos a sus partes íntimas, era lo máximo, aún no tenía sexo, en si, pero si ella sola se podía dar tal satisfacción no se imaginaba cuánto se lo podría dar otra persona, ya fuera hombre o mujer, ella anhelaba hacerlo en ese tipo de momentos, el porque sus hormonas estaban tan alborotadas para ella parecía ser un misterio, uno con respuesta ya incluida, y ella lo sabia, sabía el porque se provocaba tanto placer, le encantaba, era una de sus cosas favoritas, no lo hacía recurrentemente, pero cuando lo llevaba a cabo, le fascinaba, a ella le gustaba pensar que era una forma fácil de hacer muchas cosas, desestresarse, estar de buen humor, pasar un buen rato y reparar el cansancio, que, no lo hacia al dormir.

Su nombre?, Bueno, su nombre importaba poco, solo podemos recalcar que tenía delirios felinos, por lo mismo sus padres habían decidió mandarla a un psiquiatra, uno que claramente estafaba a los padres de la chica, ya que cada que iba a sus "citas", la chica siempre se llevaba un nuevo "síndrome" padeciente, confundiendola de quien era y que hacía allí, cuál era su cometido en este mundo, sola había llegado, sola estaba y sola se quedaría, eso pensaba, ingenua.

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