‹ ¡¿₱orque?! ›

011

— Hey, porque me evi-. Se vió interrumpida por el estruendo de la puerta que había azotado Adora.

Catra ya tenía 4 meses que salía con Kyle y se empeñaba en deshacerse de esos sentimientos hacía la rubia que tanto le molestaba tener ahora que se había metido de lleno con Kyle, para ver si encontraba algo que quizá lo aferrara a el mucho más tiempo, se consideraba a ella misma una idiota, puesto que ella quería que Adora fuera su pareja y no Kyle, sin embargo la pobre gatita idiota, le dijo que sí al primer baboso que le cayó en las manos, por sus miedos a que Adora la rechazara.

Y aquí tiene las consecuencias de sus actos, su mejor amiga se había molestado con ella por no haber hablado ni visto a la otra por una semana entera, y cuando fue a su Aula dentro de la escuela, Adora fue quién la evitó.

Ella se lo buscó.

Ahora sollozaba en el suelo de un aula que no era la suya, pidiendo a gritos mudos que esto solo fuese una pesadilla, en verdad deseaba que todo lo que ella había cometido nunca hubiera pasado.

Pero todos sabemos que el hubiera no existe.

Por otra parte a Adora estaba "que se la llevaba la chingada" tanto por la actitud de Catra como por la basta tarea que tenía que llegar a hacer a su casa.

Su Nana Razz no estaría ese día, si no, Light Hope y Mara, en las últimas semanas no las veía mucho, puesto que siempre estaban trabajando dentro de la comunidad activista para salvar el mundo y demás situaciones, aunque siempre veía que solo charlaban por teléfono una y otra vez, cada una con personas distintas, aunque sí, estaban con ella mucho tiempo, así que no se podía dar el lujo de quejarse, eran una familia muy bonita, bueno, eso sí todos las aceptaban.

Adora llegó a su casa dando portazos y lanzando todo lo que traía encima, su madre se le quedó viendo, mientras colgaba la llamada que hacía en ese momento, grosero, sí, pero necesario justo ahora; Adora cerro de un portazo la puerta de su cuarto, pasaron 2 minutos y de afuera sonó una melodía, la canción favorita de su madre, para arrullarla cuando era bebé, siempre la calmaba un poco cuando tenía cualquier crisis, ese era un punto bueno de su "mami".

— Ya puedes dejar de cantar,ya estoy más calmada -. Su madre hizo caso omiso y prosiguió mientras caminaba lentamente hacia la cama de Adora, en dónde esta se encontraba.

— Calma mi pequeña, aquí siempre estaré, nunca dudes del amor que te tengo~ -. Cantó al compas de una melodía pegajosa y tranquila mientras se acurrucaba junto a Adora para abrazarla levemente, después paró.

Adora abrazó a su madre fuertemente y empezó a derramar lágrimas junto a sollozos, Mara solo se dedicó a tomarla muy fuerte entre sus brazos, dejando que su hija se desahogara, dándole su tiempo, para que le dijera que le preocupaba tanto, tal vez era solo un problema chico pero eso no importaba, que soltara, lo que tuviera que soltar.

Dejó de llorar y su madre se dispuso a limpiar sus lágrimas con delicadeza, la miró a los ojos y le dedicó una sonrisa sincera.

— Gracias mámi, te amo -. la volvió a abrazar. — Fué Catra, tra vez -.

— Terroncito, te he dicho que no te enojes con ella, se ve de lejos que te quiere, solo dale tiempo al tiempo -. Respondió.

— Pero es que ya no se que hacer, me carcomen los sentimientos cada vez que la veo con el, ¡es una pesadilla! -. Grito justo antes de hecharse para atrás y tumbarse por completo en la cama.

Su madre la miró pacientemente.— Cariño, ya casi es tu graduación, no?-.

— Sí, ¿Porqué?-. Volteó sus ojos hacia los contrarios.

— Creo que tengo una idea -. La miró. — Pero no estoy segura de que funcione -.

Adora la miró insegura, pero con esperanza.

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Ya casi llegamos al final muchachos.