Colibrí

Capítulo 7

Algo golpea mi cabeza, decido no ponerle atención pero cuando ya me estoy quedando dormida nuevamente; otro golpe hace que pegue un brinco y decido averiguar qué es.

Abro mis ojos, lo primero que veo es a papá y... ¡Auch, otro golpe!

- Despierta, dormilona - aún sostiene la almohada con la que me ha propinado los golpes.

- Auch, papá. Ya deja eso, es sábado - trato de esquivar otro golpe con la almohada.

- Despierta, dormilona. Es sábado y el cuerpo lo sabe - decido arrebatarle la almohada y regresarle su buenos días.

- Sí, el cuerpo sabe que hay que dormir hasta tarde.

- No, el cuerpo sabe que la casa está sucia y que Jessica le dará una limpieza - con eso, sale de mi habitación.

Tiro la almohada quien sabe dónde y me vuelvo a acomodar en mi cama.

- 5 minutos o subo con agua helada - es él, desde abajo. Y le creo, ya lo ha hecho varias veces.

Al escuchar eso, me levanto rápidamente, apartando el cabello de mi cara.

- Arriba Jess, arriba - trato de darme ánimos yo misma.

Adiós "día rico para dormir", hola "día en el que seré Dobby"

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4 horas después

Estoy por terminar, solo me falta acomodar las películas que papá tiene en su estante; la sala, cocina, baño, cuartos ya están limpios y ordenados; me encuentro en la oficina de papá.

Estoy por culminar mi día de elfo.

Papá entra con un aire de suficiencia, con su mirada triunfal y disfrutando verme toda sudada y algo exhausta.

- ¡Qué bien se siente estar en casa! - da un profundo suspiro con un tono de sarcasmo en su expresión.

- Teniendo nacha, ¿Quién no? - continúo aún con mi labor.

Su carcajada no se hace esperar, Frank Clarkson disfruta verme cansada y limpiar la casa, aún y ésta no esté sucia. Es un odioso cuando se lo propone, pero bueno así lo amo.

- Más que nacha, es una actriz la que tengo, solo es dramas - otra risa de su parte.

- Yo no soy dramática, y si lo soy lo heredé de ti - limpio con mucho afán la última cacetera.

- Eso lo heredaste probablemente de tu tía Lily, vaya que si hacía mi niñez un infierno, ese demonio.

- ¡Papá! - mi boca abre y mis ojos también en gran manera.

- ¡¿Qué?!, Es cierto - se encoge de hombros e ignorando mi asombro.

- Me refiero a tu vocabulario, nunca te había escuchado decir algo... algo tan fuerte - mi cara aún con asombro pero se escapa una risita.

- Hay muchas cosas que no has escuchado de mi, Jess - un aire de tristeza surca su rostro, no entiendo porqué.

Sacude su cabeza y con eso me deja sola en su oficina. A veces papá tiene un comportamiento muy raro. Por más que trato de averiguar, no logro saber el qué o el porqué de sus acciones extrañas, ésto ha surgido a penas hace unos meses; desde antes que le dieran sus vacaciones hace un mes, ha estado comportándose de manera misteriosa y extraña, cuando le pregunto no hace más que decirme que todo está bien.

Me levanto, coloco mi mano en el pomo de la puerta para salir e irme a dar una ducha, tengo el cabello pegado a la frente de tanto sudor que he emanado de mi cuerpo, pero algo me detiene.