8. Toda la noche

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Las vacaciones de Navidad habían llegado, y con ellas, un ambiente alegre y hogareño a las calles de la fría ciudad. Hacía más de 3 meses, Kotonoha y Tenshi habían unido sus almas en una relación; aunque se conocían desde hace años. Las heridas se habían curado y ya habían apartado a Paburo de su memoria. Solo existían la una para la otra, y en sus corazones reinaba la felicidad; sentimiento que no podía estar más acompañado por la época de júbilo navideño.

Kotonoha estaba dando los últimos retoques a su carta. Se la entregaría a Tenshi, expresándole todo su amor. Tambien le había hecho una pulsera a juego con otra que ella llevaba, para que siempre estuvieran conectadas. Era el día previo a Nochebuena y habían quedado para pasar la tarde juntas, en casa de Kotonoha, que estaba vacía, y poder darse los regalos, ya que al día siguiente no se verían por pasar el día con sus respectivas familias.

Kotonoha abrió la puerta, y allí estaba Tenshi, ataviada con gorro y abrigo para evitar el frio de la calle. Llevaba también una enorme mochila a su espalda.

- ¿Qué llevas ahí? –Preguntó Kotonoha.

- Tu regalo. –Respondió entre risas.

- Miedo me da.

Tras cerrar la puerta, aun en la entrada, Kotonoha sacó un pequeño sobre. En él estaba la pulsera, la cual Tenshi le pidió a Kotonoha que le ayudase a atarla en su muñeca inmediatamente. Abrió la carta, que ocupaba varias páginas.

- Luego la lees cuando llegues a casa, que me da vergüenza estar presente. –Dijo Kotonoha tímidamente.

Tenshi abrió la mochila, y de ella saco un pequeño paquete muy mal envuelto. Kotonoha abrió el papel y se encontró a un pulpo de peluche. Ambas se echaron a reír ante la reacción sorprendida de Kotonoha.

- Para que te acuerdes de mí. –Dijo Tenshi entre carcajadas. –Pero prométeme que no abrirás la cremallera que trae hasta que yo no te diga.

- ¿Qué hay dentro?

- Cuando llegue el momento lo sabrás. –Sentenció Tenshi.

- Que intriga.

- No la abras ¿eh? Prométemelo.

- Que si, te lo prometo. –Contestó finalmente Kotonoha ante la insistencia de Tenshi.

- Tambien te he hecho un dibujo.

El dibujo constaba por una representación de ambas mirándose, en bañador. De detrás de Tenshi salían irregulares tentáculos de color morado.

- Del día que empezamos.

Kotonoha no supo bien que decir. Pero antes de que pudiese intervenir, Tenshi la interrumpió.

- Tambien te he escrito un poema.

Del bolsillo sacó un papel doblado numerosas veces, en el que aparecían escritos dichos versos. Tenshi se dispuso a recitarlo ante la mirada de Kotonoha, la cual ya no se esperaba nada serio.

Oh Kotonoha.

Tu nombre rima con hoja

Pero no vives en Konoha

Cuando me ves me dices aloha

Y eres preciosa

Como una rosa

Maravillosa y olorosa.

Dime una cosa

Preciosa

TENTACLE DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora