capitulo 30. Final.

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Alex.

Nos encontrábamos en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, ya que mi novia no quería desayunar en el lugar que había escogido Esteban.
Esteban lucia un tanto distante, algo le incomodaba, me acerqué a el y con voz baja le dije.
-podemos hablar en privado.
-claro-. Me contestó, no salimos unos minutos del restaurante y le pregunté que le sucedía.
-tú y Mariel son algo, se sincero?-. Me decía enojado.
-no amigo, fuimos en el pasado, pero ya no-. Le dije con una sonrisa relajada, aunque en realidad me enojara la pregunta, " que diablos le importa que somos".
-me gusta mucho Mariel, siento que es una gran chica y se me es injusto que sufra por ti-. Me decía enojado, intenté guardar el coraje que tenía al escuchar eso, pero no lo pude contener.
-que mierda te pasa Esteban, si Mariel quiere estar conmigo es su decisión. Yo nunca le pedí que me llorara-. Sentí un gran golpe en la cara, " perdón amigo pero no lo permitiré".
Le solté uno aún más fuerte que callo al suelo, el valet parking corrió para detenerme y nos pido que nos alejáramos o llamaría a la policía, yo solo me reía de el, hasta que alce la mirada y ahí estaba, pobre Rebecca, con lágrimas en los ojos pidió su llave y camino con rapidez hacia su auto, "diablos si que soy un imbecil".

Amor!, le gritaba con fuerza mientras iba tras de ella.
-no digas nada Alex, hablaremos hasta que la superes por completo, mientras ni se te ocurra acercarte-. Cerró su puerta con fuerza y arrancó el coche.
-Rebecca por favor, es un mal entendido-. Bajo su cristal y se colocó los lentes.
-no Alexander, aquí están las llaves del departamento, ve cuando quieras, estaré con mis padres-. Avanzó dejándome parado.
Vivía técnicamente para arruinarlo todo, aunque no me gustaba que Rebecca se sintiera mal ya que era una gran chica, al mismo tiempo sentí una libertad magnífica.

Me pasó por la mente recuperar a Mariel, tenía que hacerlo!. Pedí un taxi y me paré para comprar unas rosas, se que sonare cursi, pero el momento las ameritaba.
No sabía donde vivía, no había pensado en eso. Fui a casa de mi hermano y mi cuñada, la hermana Mariel. Pague el taxi y me baje, a lo lejos observé a Jess en el jardín cortando algunas flores, ella lucia realmente angelical y hermosa, por eso mi hermano se enamoró de ella.

Me acerqué hacia donde estaba y la saludé amablemente.
-Alex?, no me esperaba tu visita, que sucede?-. Sabía que no venía a saludar solamente.
-quería preguntarte si sabes donde vive Mariel, me gustaría visitarla-. Su mirada era de desaprobación total, luego respiró lentamente y soltó una sonrisa liguera.
-si se donde vive, pero pienso que le estás haciendo mucho daño, dices que la amas pero te alejas, igual ella está mal y lo sabe, deberían decidir si van a estar juntos o serán "solo amigos"-. Sus palabras fueron como una apuñalada, claramente Mariel había hablado con su hermana. Entro unos segundos a su casa y salió con un papel.
-aquí está su dirección, no le digas que te la di.

Fui a su casa y desde su ventana la observé, se reía con alegría alado de Esteban, al parecer cocinaban algo, por que ella acercaba una cuchara hacia su boca. Tenía tanto coraje al igual que ganas de entrar y golpear a Esteban, pero reaccioné y comprendí que si podía ser feliz sin mi Mariel, que ella estaba mejor, pero aún así quería comprobarlo, hablar con ella por última vez.

Toque el timbre con un humilde ramo de rosas en la mano, Mariel habría la puerta y su alegre cara pasó a ser pálida.
-que haces aquí?-. Preguntaba enojada.
-vengó a para hablar contigo-. Antes de que ella dijera algo la interrumpí.- vengo como tú amigo, todo este tiempo que estuve lejos de ti, solo soñaba con volver a verte y estar junto a ti, pero ahora pienso que lo mejor es que este lejos, estás triste cuando estás conmigo, de echo nuestra historia no empezó bien, tal vez yo te estoy estancando y no te permito continuar, te amo Mariel y no dire la frase de te mereces algo mejor por que lo has tenido, solo te dire "ama alguien mejor".
Comenzó a llorar y me abrazo, me dio un suave beso en la mejilla, entre susurros me dijo gracias. Le di las rosas y me aleje con lágrimas en los ojos.

Sabía que era el fin, que ella sería feliz, yo intentaría serlo....
No!, no puede ser el fin y menos de nosotros. Camine hacia la puerta y.....

Solo amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora