The Time.
Capítulo 2. La bronca.
Lunes 10:20 am
Llevaban 20 minutos sentados en completo silencio. Después de que Zoro se sentó, Akainu dio una orden sencilla, clara y terrorífica:
-Iré a ponerles un castigo a esos dos payasos. Si alguno de ustedes se pone a hablar, se mueve o tan siquiera suspira –cuando dijo eso último miró fijamente a Zoro- lo va a pagar caro.
Es casi imposible que un grupo de adolescentes se quede en completo silencio, sin embargo Akainu era de esas pocas personas que lograba que lo estuvieran; incluso sin estar presente. Aunque claro, era absolutamente imposible que nadie se moviera. Un par de personas sacudían su cabeza al ritmo de sus audífonos, otras tantas (entre ellas Nami) habían sacado un libro y habían comenzado a leer. Algunos otros jugaban gato, etc.
Pero Sanji y Zoro llevaban 20 minutos en completo silencio.
El rubio sin motivo alguno se sentía nervioso. El estar nervioso para Sanji era algo fuera de su gama de emociones comunes, ni siquiera cuando preparaba un nuevo platillo se sentía nervioso, incluso en frente de una dama desconocida tenía sensación parecida. La incomodidad del momento y la extrañeza de su estado de ánimo lo obligaban a pensar en formas poco comunes de actuar, lo obligaban a buscar cualquier tipo de interacción, por mínima que fuese:
“Mmm, vale, debe de haber algo que pueda hacer con él, tal vez hablar por recaditos… no eso es demasiado infantil. Tal vez pedirle su número para chatear… no, tal vez él no tenga la clave del internet todavía, se vería muy raro. ¡Maldición! ¿Por qué esto es tan jodidamente incomodo? Ya. Suficiente. Simplemente voltearé y le diré gracias”
Sanji se giró para encarar al peli-verde, sin embargo este estaba durmiendo.
“Mierda, y yo preocupándome por nada, ahora que lo veo mejor su cabello es muy extraño, parece un césped, ¿será natural o estará pintado?” La mirada de Sanji se había posado fijamente en el semblante relajado de Zoro; Las cejas de este eran negras, a diferencia de su cabello, sus pestañas eran pequeñas y lisas, su nariz elegante, su boca estaba entreabierta. Tenía una amplia frente que hacía que su rostro se viese más masculino y en su oreja izquierda poseía 3 pequeñas perforaciones. El joven era bastante atractivo. ¡Oh!, también poseía el iris negro y las pupilas bastante pequeñas.
En cuanto Sanji se dio cuenta que Zoro había despertado se giró nervioso.
“Mierda, mierda, mierda, ¿qué estaba haciendo?, ahora va a pensar que soy un rarito”
~~~*~~~
Akainu no les dijo nada. Ningún Sermón, ninguna plática interminable sobre el “porque reírse de alguien cuando lo acaban de llamar cara de chulo” estaba mal, ni tampoco los regañó cuando se dio cuenta de que ambos se habían saltado la valla por llegar tarde (se dio cuenta por algún comentario despreocupado de Luffy). Oh no, ese no era su estilo; La disciplina ABSOLUTA era su estilo y por supuesto que ese era sinónimo de sangre, sudor y lágrimas. Los dirigió a los casilleros para que tomaran su uniforme deportivo, posteriormente ordenó que se cambiaran y se dirigieran a la parte trasera de la escuela, donde se encontraba la puerta pues este era el lugar preferido de Akainu para castigos, ya que tenía cierto efecto psicológico que le encantaba: hacía que las victimas anhelaran más la libertad.
:-Bien, he decidido que es lo que harán. Sólo son 3 cosas: Cien lagartijas, tirar la basura de todas las áreas verdes de la escuela y hacer el aseo de su salón. Como es obvio nadie puede proporcionarles ningún tipo de ayuda en estas tareas.
Usopp estaba feliz, el castigo no le agradaba, sin embargo había escuchado hablar de castigos peores impuestos por Akainu; el más estricto de los 3 prefectos. Luffy sólo puso una mueca de desagrado.
:-Ah, por cierto, lo harán por todo un mes. Comiencen por las cien lagartijas, lo demás lo harán después de clases.
~~~*~~~
Lunes 10:30 am
Finalmente ambos habían terminado las cien lagartijas, a los dos jóvenes les dolía el cuerpo, estaban sudorosos y apestaban.
:-Mierda -dijo Usopp- no sé si voy a poder soportar esto todo un mes.
:-Tampoco es para tanto.
:-Tú estás en mejor condición que yo.
:-Grrrrr- se escuchó rugir el estómago de Luffy –Aaaah tengo hambre. Ojalá no se me haya olvidado traer dinero, hoy en la cafetería del sur van a vender pizza y mi almuerzo me lo acabe en la clase de Hancock. Si se me olvidó, ¿me invitas algo?
:-Oe, oe no soy rico.
:-Vamos, no seas tacaño como Nami.
:-Está bien –contestó con resignación Usopp, quien conocía de primera mano lo tacaña que podía llegar a ser Nami- Voy a tomar agua y luego a cambiarme. El receso está por comenzar, no te tardes y no olvides ponerte desodorante.
:-Oe, Usopp, ¡mira!, la puerta está abierta –dijo con entusiasmo Luffy, quien llevaba viendo con anhelo la puerta abierta desde que llegaron.
:-Sí, me di cuenta desde que llegamos, mira, no sé qué piensas Luffy, pero más te vale no hacer nada estúpido ya tenemos bastante con el castigo de Akainu.
:-Claro^^ -La sonrisa de Luffy gritaba que de hecho, planeaba hacer algo estúpido, pero Usopp estaba bastante cansado para sermonear al risueño pelinegro o para tomar parte en la aventura.
:-Sólo no digas que no te lo advertí –dijo mientras se marchaba.
Luffy se levantó, miró a su alrededor para asegurarse que nadie le estuviera viendo y se dirigió a la puerta, a escasos dos pasos de salir al callejón trasero escuchó una voz algo ronca y con un tono desafiante hablando.
:-Pero si las chicas de Paradise no están nada mal –decía un pelirrojo alto y fornido, vestido con el uniforme de New World rodeado de dos chicos, seguramente sus amigos. Luffy le conocía de vista. Era popular, sin embargo el pelinegro desconocía la causa, o tan siquiera su nombre.
:-¡Déjenme, yo no tengo nada que ver con tipos como ustedes! –contestó una peli-azul vestida con el uniforma de Paradise.
:-Te quieres hacer la difícil, ¿eh? –Continuó el chico, estirando lentamente la mano para alcanzar a la chica, quien estaba acorralada entre los sujetos y la pared.
:-¡Déjala en paz! –gritó Luffy, mientras los sujetos volteaban su cara para observarlo, la chica aprovechó para escabullirse, sin embargo el pelirrojo logró tomarla de la mano.
:-¡¿Y tú quién mierdas eres?! –contestó el mastodonte sujetando de la mano a la chica.
:-¡Yo soy Luffy y te voy a patear el trasero! –contestó mientras corría hacía la chica y la sujetaba de la otra mano. Los otros dos tipos sólo veían la escena divertidos.
:-¡Claro! Un tipo debilucho como tú no le puede patear el trasero ni a un inválido –contestó riéndose el pelirrojo mientras jalaba del brazo a la peli-azul, quitándosela a Luffy.
:-¡Suéltame, idiota! –Gritó desesperada la chica mientras le daba un puntapié al matón.
El hecho de que alguien le golpeara justo después de haber dicho tan “épica” frase era humillante, y el hecho de que esa persona fuera la chica que hace 5 minutos trataba de ligar lo hacía todavía más humillante.
Los ojos de del pelirrojo irradiaban ira mientras veía a la peli-azul quien seguía sujetada por él y era jalada del otro lado por Luffy.
:-Jajaja, ¿saben chicos? Me equivoqué –dijo dirigiéndose a sus 2 acompañantes- ¡LAS MUJERES DEL PARADISE NO SON MÁS QUE UNAS ZORRAS! –Mientras decía eso último, empujó con fuerza a la peli-azul quien aterrizó de sentón en el suelo junto con Luffy.
Era una persona indefensa, el hijo de puta había aventado a una chica que no le podía hacer frente. La furia se apoderó de Luffy en una milésima de segundo. El pelinegro se levantó tan rápido como pudo.
:-¡¡CÁLLATE!! –gritó a todo pulmón mientras le daba tremendo puñetazo en la cara al pelirrojo.
:-¡¡HIJO DE PERRA!! –El pelirrojo más molesto todavía tomo de la camisa a Luffy y lo aventó con fuerza. Luffy aterrizó al lado de la chica de cabellos azules quien seguía sentada tratando de encontrar sus gafas pues se habían caído al suelo. Luffy analizaba que hacer; eran 3 contra 1 y él estaba cansado y hambriento. No había de otra más que pedir ayuda. Podía distraerlos mientras la chica iba por Sanji y Franky. Aunque, incluso si funcionaba él iba a terminar molido a golpes.
“Maldición ahí viene” –pensó el pelinegro mientras veía la pierna del mastodonte acercarse. No iba a alcanzar a esquivarla.
:-¡Basta! –gritó una voz femenina. El pelirrojo paro en seco y se giró para ver quién era; se trataba de una chica alta y delgada, de verdes cabellos y ojos grande y anaranjados. Estaba vestida con el uniforme de New World.
:-¿Monet? ¡No te metas en esto! –Contestó el Pelirrojo, a punto de seguir con la paliza.
:-No los toques –prosiguió Monet mientras veía a Luffy y a la chica (quien recién acababa de recuperar sus gafas)- Yo los conozco. Son amigos míos.
:-¿Y eso a mí qué?
:-Que si les pones un dedo encima –dijo Monet viendo fijamente al pelirrojo mientras emitía un aura amenazante- Me encargaré de hacer tu vida más miserable de lo que ya es, Kidd. El tono amenazante y la mirada penetrante fueron suficientes para alejar al matón.
:-Tsk, como sea. Apoo, Killer, ¡vámonos!, Law debe de estar esperandonos –dijo finalmente Kidd.
No era secreto que el instituto Paradise y el instituto New World se odiaban a muerte, aunque nadie sabía la razón. Se tenía entendido que desde su fundación hacía más de 70 años atrás ambas escuelas constaban de una rivalidad monstruosa, tan terrible que, cada vez que una gran riña ocurría entre ambas, hasta la policía temía intervenir. Se contaban leyendas sobre traiciones, premios robados por hacer trampa, ampres prohibidos y un sin fin de historias más todas y cada una de ellas adaptadas para hacer ver a la escuela contraria como la malvada. Hubo dos encuentros en particular que provocaron que su odio trascendiera hasta ser el rencor más conocido de toda la ciudad y por ende de los menos hablados, pues cada vez que alguien lo mencionaba se desataba controversia. Estos dos encuentro de habían suscitado el primero cuarenta años atrás y el segundo veinte años atrás, ambos fueron igual de violentos y con consecuencias parecidas: varios heridos y rencores aún más fuertes.
Los dos adolescentes, aun en el suelo no sabían bien que hacer. Nunca jamás pensaron que alguien de New World iba a salvarlos. La elegante peli-verde que estaba frente a ellos los observó fijamente, esperó un par de segundos y, finalmente siguió su camino como si no estuvieran.
:-Ah, gracias –dijo Luffy torpemente mientras se levantaba. La peli-verde paró, se giró y observó detenidamente a ambos jóvenes ahora de pie.
:-Casi lo olvido, se supone que los conozco, ¿Cuáles son sus nombre? –preguntó con tono burlón la oji-naranja.
:-Soy Monkey D. Luffy.
:-Y yo soy Shigure Tashigi. –contestó segura de sí misma la peli-azul
:-Soy Monet. Harpy Monet –dijo la susodicha con una sonrisa en sus labios- Nos veremos luego, amigos ♥.
~~~*~~~
Lunes 11:00 am
“Carajo, no sé qué decirle” –pensó Sanji- “me vio mientras lo veía, debe de pensar que soy raro”. Entonces la campana sonó.
“¿Qué? Pero si apenas eran las 10:20. Eso significa que estuve más de media hora viéndole la cara a esta tipo ¿Por qué? Espero que nadie lo haya notado. Ya sé, voy a invitarlo a comer con nosotros, de seguro no tiene nadie con quien estar ¡Sí! Es una gran idea”
:-Oye, no quieres… -Sanji se calló al darse cuenta que el atractivo peli-verde ya no estaba.
:-Sanji-kun, ¿nos vamos? –Preguntó Nami.
:-Claro, Nami-san♥
Se dirigían hacia la cafetería del norte cuando vieron un tumulto de gente.
:-¿Qué estará pasando? –preguntó Sanji confuso
:-Oye Keimi –dijo Nami parando a una chica morena de pelo verde que venía de esa dirección- ¿sabes por qué tanto alboroto?
:-¡¿No lo saben?! Luffy-chi se peleó con el capitán del equipo de Futbol Americano de New World.
:-¡¿Qué?! –Gritó Nami mientras volteaba a ver a Sanji.
:-Ese idiota. –Ambos se dirigieron a la bola de gente.
~~~*~~~
Lunes 11:15 am
Los edificios se movían. Estaba seguro de ello.
:-Esta escuela es bastante grande –dijo analizando los alrededores.
Después de que el tipo enojón se fuera se quedó en competo silencio, el chico rubio tampoco dijo nada, nadie dijo nada en realidad. No era algo que le molestase. Había elegido ese lugar para sentarse porque estaba hasta atrás y se podía dormir bien. El rubio parecía alguien tranquilo, seguramente no le molestaría. Empezó a pensar en lo entusiasmado que sonaba su padre cuando le hablo del instituto Paradise.
:-Es increíble –decía con una sonrisa orgullosa- hay muchos clubes, también hay competiciones, ¿Sabías que en una de ellas me gané el apodo de “Ojos de Halcón”? Jamás olvidaré ese día. Como sea. Lo único malo de Paradise es que está cerca de NW.
:-¿Qué es NW? –había preguntado Zoro con cierta curiosidad, pues era raro que a su padre le disgustara algo referente a el “Maravilloso Instituto Paradise”
:-Es la basura más grande que pudo haber existido.
:-¿Uh?
:-Es un supuesto “instituto”, está al lado de Paradise. Cuando estaba en tercer año, en el campeonato estatal de baseball ganaron haciendo trampa, sin embargo yo les quite el título de Kendo junto a mi equipo. Pero lo del baseball fue pasarse de la raya.
:-Pudieron haber cambiado. Han pasado como 30 años desde que estuviste en la prepa. –Había comentado Zoro con naturalidad.
:-Esas mierdas nunca cambiaran –dijo secamente y con asco su padre. Cuando se dio cuenta de que Zoro estaba perplejo por su reacción, agregó:-Zoro, está mal decir groserías.
:-Si lo sé.
Perdido entre esos pensamientos, Zoro terminó durmiéndose. Cuando despertó unos Iris azules con las pupilas dilatadas lo observaban. Antes de que el peli-verde pudiese decir algo, el rubio giró la cara y no habló.
“¿Tendré algo en la cara? Espero no haber babeado.” –Pensó Zoro. Sacó su teléfono y observó su reflejo en la pantalla: No tenía nada.
“Tal vez una mosca o algo” –Concluyó. Luego sonó la campana. Salió casi de inmediato para ir al baño, el cual, encontró de pura casualidad. Pero una vez fuera de este, los edificios comenzaron a moverse, es decir, “comenzaron” a “moverse” y junto con grandes masas de personas que susurraban entre sí que parecían ir a un mismo lugar Zoro terminó por confundirse aún más y perderse por completo. Terminó en una arboleda, detrás de lo que parecía un edificio de clases, era un lugar bastante tranquilo, no había ni una sola persona en él. En general el aire era más fresco probablemente gracias a los árboles y el ruido de la escuela y de la ciudad se oía bastante disminuido. Definitivamente el peli-verde había encontrado el lugar perfecto para tomar una siesta cada vez que no le apeteciera entrar a clases. Sin embargo, y para su desgracia, tenía que apresurarse y buscar una cafetería antes de que tocaran de nuevo la campana pues si dormía ahora no iba a poder comer hasta la hora de la salida.
~~~*~~~
Lunes 10:32 am
Usopp se dirigía al bebedor más cercano, cuando lo vió; Un chico alto, rubio, fornido, con un montón de niñas a su alrededor. El joven era simplemente hermoso. Ya había escuchado hablar de él. Era Hakuba Cavendish; “El Príncipe de Paradise”. Originario de un pueblo llamado Romell, con estatura de 190 centímetros, tipo de sangre O+, nacido el 31 de agosto con signo zodiacal virgo, alumno de segundo año; cuarto semestre. Todo esto lo tenía en mente Usopp. ¿Qué por qué Usopp sabía todo esto? Porque él deseaba ser como Cavendish. Decidido, seguro, hermoso, popular, sin la necesidad de mentir para tener atención. Todo lo contrario a Usopp.
“Me preguntó cómo hará para ser tan genial” -pensó el narigudo- “Cómo sea. Tengo que ir a cambiarme”.
Usopp se dirigió entonces a los vestidores para cambiarse sin notar que una gran cantidad de personas se dirigían a la cafetería sur. Una vez terminado de cambiarse en los vestuarios de hombres la campana sonó.
“Finalmente. Luffy dijo que había pizza ¿o eran sándwiches de carne? No lo recuerdo. Voy a tener que lavar esta ropa apestosa. Maldición, por qué me pasa esto a mí.” –Pensó. Estaba terminando de recoger sus cosas cundo alguien entró a los vestuarios y azotó la puerta tras de sí. Asustado y por instinto, Usopp corrió a esconderse.
:-¡Maldito Cabeza de Mono! ¡Maldito Luffy! ¡¿Por qué tenía que robarme toda mi atención?! Y sólo en cuestión de minutos, ¡no tiene sentido! ¡Maldito seas tú, y tu padre, y tu madre y todos lo que te siguen! Atreverse a robarle la atención al príncipe de Paradise es algo que tendrás que pagar.
“¿El príncipe de Paradise?” –Pensó Usopp- “Entonces, él es…” -Asomó un poco la cabeza de su escondite y pudo ver la rizada y rubia cabellera- “No hay duda, Hakuba Cavendish está aquí, pero, ¿por qué le tiene tanto rencor a Luffy?”
:-Pelearse con el estúpido capitán del estúpido equipo de Futbol Americano de esa escuela de cerdos (en donde obviamente también soy famoso y también tengo muchas fans) ¡es algo que cualquier tonto puede hacer!
:-¡¿Qué Luffy qué?! –Gritó el narigudo desde su escondite, e inmediatamente después se tapó la boca, trató de quedarse completamente inmóvil e incluso aguantó la respiración, pues si Cavendish lo encontraba ahí no tendría una explicación razonable que dar.
:-¡¿Hay alguien ahí?! –Preguntó Cavendish, pero nada se escuchó- Del coraje ya hasta debo estar imaginando cosas. Maldito mono. ¡Ya me las pagará! –Exclamó mientras salía del vestidor de chicos.
Usopp esperó unos momentos y después salió del escondite. Estaba temblando de los nervios.
“¿Por qué Cavendish actuó así? Pero si él es perfecto y Luffy sólo es Luffy, no debería ponerse celoso. ¡Mierda, Luffy! Tengo que ir a ver si sigue con vida.” –El narigudo recogió sus cosas y salió rápidamente de los vestidores.
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The Time (ZoSan, LawLu, DoffyCroco, CaveUso)
FanfictionZoro es nuevo en el instituto Paradise, en el cuál siempre está peleando con Sanji porque este siempre le está molestando, o acaso, ¿sera algo más? Luffy es un alumno del instituto paradise que siempre ve por sus amigos, al menos hasta que conoce a...