Capitulo 6: El tercer libro.

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Mi vida antes del incidente era demasiado normal, no podía pedir otra vida por que me encontraba cómodo con la mía. Quizás podría haber un simple deseo de encontrar una compañera en mi vida.

Hoy ocurrió un hecho anormal, la distribución eléctrica de toda nuestra ciudad se vio afectada e incluso el mundo sufrió este desperfecto.

Los religiosos dicen que un demonio cayó imprevistamente en tierra. Probablemente no se equivocaban.

Yo siempre fui alguien que ambiciona con ayudar a los demás. Ser el héroe que mas me ilusionaba ser de chico.

Cuando ocurrió el imprevisto, rápidamente fui corriendo afuera para verlo con mis propios ojos. Un humo negro teñido del color rojo del fuego, era notorio desde el otro extremo de la ciudad. Instantáneamente fui a avisar a cada vecino de la zona. Los gritos y llantos, aturdían mis oídos. La situación en la que me encontraba era bastante compleja. En breves momentos comenzó a sentirse un gran temblor.

Iba corriendo de casa en casa gritando que salgan. A mi alrededor muchas viviendas estaban derrumbándose, los gritos eran insoportablemente traumantes. La adrenalina me impedía quedar en shock.

De repente me encontré con una librería, a mi gusto bastante opaca. Al entrar me encontré con una mujer ya mayor, estaba muy tranquila sacando un libro.

Yo le comencé a decir lo mismo que le decía a cada persona que veía. "Evacuen" decía, pero a aquella mujer no se le veían signos de preocupación.

Ella se acercaba a mí con aquel libro apuntándome, como si quisiera dármelo. En breve ella dice estas palabras, yo por alguna razón me había quedado helado al escucharla.

Vzkfraget:- Este libro es la ultima pieza del rompecabezas. Cuando llegue el momento, haz una estrella de David invertida junto a otra normal y recita las palabras del capitulo 4 pagina 60.

Aquella mujer me miraba sonriente, como si no fuera coincidencia que nos veamos. Tome aquel libro y la quise llevar afuera pero desapareció.

No la encontré por ningún lado.

Cuando terminaron los temblores, derrumbes, gritos, toda esta situación desesperante, volví a mi casa.

En el camino me cruce a mi vecina, una anciana bastante agradable y me sentía feliz que ella se encuentre bien. Aquella señora siempre me llamaba por un apodo raro.

Gissela:- Govi, ¿Como te encuentras?

Mi nombre es Gonzalo Vincenzo, y supongo que Govi es un diminutivo aunque es medio raro.

Conversamos y cuando me pregunto que libro tenia en mano, le mencione la locura que había experimentado. Ella sonriente me responde.

Gissela:- No debes creer en la lógica real, debes creer en la lógica de tu corazón. Eso te guiara a tu camino mas acertado.

Me sentí cautivado, motivado por intentar aquello que me dijo esa mujer extraña.

Volví a mi casa, el libro mencionaba sal purificada, por suerte mi madre es religiosa y trae cualquier cosa bendecida a mi casa. La estrella de David invertida la hice con piedras, la normal la hice con sal. Luego pronuncie las palabras que aparecían en aquel libro.

Gonzalo:- Desde lo alto de los cielos y lo profundo de las tierras. Llamo al colisionador de tierras, padre de todo y de todos. Buscando aquí la verdad, pido que desciendas de tu estrella y de tu nebula. Tu corazón carece de piedad, tu cuerpo brindaba piedad. Te llamo aquí Dios de la destrucción, Titán Juptiniano.

De la nada, rayos y un viento oscuro rodeaban aquel círculo. Fue en ese momento donde comencé a desintegrarme. Mis cenizas se veían atraídas por aquel remolino oscuro con rayos. Gritaba desesperado, no sabia que estaba sucediendo. Pensé en lo que me dijo Gissela, pensé en mis amigos, mi familia. Me arrepiento de tantas cosas, no quería que esto terminase así.

Cuando desaparecí por completo, el silencio predominaba. Pero atrás de ese humo negro con rayos, apareció alguien que creí que traería paz.

Ahora solo espero que nuestros aliados sean tan fuertes para enfrentarse a dos enemigos mortales. Confió en ti Primo Adriano.


La Tríada de HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora