Capitulo 8: La prueba final.

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Estaba en el espacio, flotando, solitariamente. A mí alrededor no se escuchaba ninguna voz, ningún ruido. Solo era silencio. No podía respirar pero tampoco necesitaba respirar. La prueba había comenzado.

Los dioses comenzaron a mostrarme imágenes de mi vida, pequeños fragmentos de momentos donde más sufrí. Tenia que soportarlo. No podía ser vencido por momentos tristes en mi vida.

Deidades Supremas:- Tu camino comienza aquí. El oráculo te eligió, y el rayo te convoco. Tu estas aquí para demostrar que eres digno de ser la Deidad más fuerte existente. Tu mundo no fue el único lugar donde el desertor cayó para destruirlo todo.

Las deidades me mostraban imágenes del Anticristo, destruyendo Marte. Y planetas fuera de mi conocimiento. Todas estas masacres tenían algo en común. El absorbía el poder de todo el mundo. Nuestro planeta es el que definiría su poder máximo.

Deidades Supremas:- Ahora te mostraremos como el anticristo comenzó a robar energía de tu planeta.

De repente comencé a ser transportado, parecía que viajara a la velocidad de la luz a lo largo del espacio.

En alguna fecha a finales del año 149 a, C. Roma.

Andrisco, rey de Macedonia, estaba convencido de que lograrían destruir a los romanos. Su plan era traer al anticristo a Roma para que este use sus fuerzas y destruya aquel rival implacable. Andrisco estaba convencido que era el hijo de Perseo y con eso el acabaría con el anticristo si se descontrolaba.

Del otro lado, allá en roma, una mujer con un nombre muy extraño estaba convencida que el sello del anticristo salio de su recipiente, un libro. Aquella mujer era la dueña de la biblioteca que me dio aquel libro extraño.

Paolo:- Suprema sacerdotisa, tenemos malas noticias. Su hijo fue brutalmente asesinado. Se cree que el sello lo consumió y destruyó.

Vzkfraget:- No puede ser, esos malditos me quitaron a mi hijo. Quiero ir al campo de batalla con la Triada.

Aquella mujer fue convencida por su hijo que lo deje infiltrarse en las colonias Macedonias y así destruir el sello sin que se den cuenta. El no pudo lograrlo, en su consecuencia, cuando trato de destruir el libro, este le consumió toda su energía espiritual hasta matarlo.

Vzkfraget, junto con el ejército que envió Cecilio Metelo a la batalla de Pidna, se preparaban mentalmente. El impulso de confianza que daba la increíble Triada Arcaica, motivaba a cada guerrero Romano. Los tres dioses se preparaban con su especie de Magia extraña, algunos les decían el trío de brujos.

Poco a poco se acercaban a la batalla más mortífera de todas. Vzkfraget, también preparaba su poder mágico. Ella se sentía segura, pues, nadie conocía su verdadera identidad.

Pasaron las horas, el cielo se torno oscuro. La noche estaba a un paso de bañarse en gritos, sangre y furia.

El sonido de la marcha de las tropas Macedonias se hacia sentir. De su lado tenían a 3 sacrificios que generarían el sello y traerían a tierra al anticristo.

Cersero:- ¡Romanos, hoy haremos historia, hoy defenderemos nuestras tierras y junto con los dioses de nuestro lado, impediremos la llegada de aquel demonio! ¡Al ataque!

Cada guerrero, cada dios y cada caballo avanzaron en multitud para atacar a aquella tropa de enemigos. Estábamos con ventaja de nuestro lado gracias a los dioses, hasta que de repente aparecieron unos monstruos volando por el aire. La Triada se percato al instante y activaron sus poderes astrales. Notaron que el poder de aquellos monstruos era grande.

Júpiter:- Deorum mea patria stella. Astral me adducere adoraveris coram me.

Júpiter trajo su arco formado de rayos, cada enemigo que se acercaba a el, se veía afectado por los rayos que desprendía. El destruyo a cada demonio que se le acercaba y morían todos a su alrededor gracias a su defensas de rayo.

La Tríada de HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora