Capitulo 16: La batalla final.

8 1 0
                                    

Luego de mi grito de batalla, todos comenzamos a correr. La Tríada Capitolina comenzó a activar sus poderes, incluyéndome. Laura vuelve a abrir la Caja de Pandora, Paloma comienza la preparación para brindar curación. La Tríada Etrusca también se prepara. Los humanos estaban con sus armas, los Capitolinos con espadas y escudos. Todos corriendo a la batalla.

Luctator:- Arma traída por los dioses, ven a mi para usar el poder de cada uno que te empuñó, para dar fin al mal que nos rodea. Invocándolo con el poder astral, llamo a la espada sagrada, ¡Excalibur!

Al instante cada uno choca con un enemigo, yo me elevo con un impulso de rayos para enfrentarme a Titán. Mientras tanto, a lo lejos, el Anticristo estaba absorbiendo el poder de Titán y enviándomelo a mí.

Titán rápidamente saca la misma espada que uso para matar a Vzkfraget y se defiende de mi ataque.

Titán:- Eres persistente.

Luctator:- Ceder, es algo que no esta en mis planes.

Nuestra batalla feroz había comenzado, cada uno estaba luchando por su propia vida. El ejército de Jhon, ejecutaba rápido pero carecía de defensa. Por suerte, al instante, comenzaron a llegar un grupo de F-16 disparando a los Titanidas. La ayuda de los humanos contribuía demasiado.

Piloto:- Aquí Falcon 1, interceptamos con varios enemigos. A la espera de nuevas indicaciones.

Ministro de Defensa:- Prosiga con el apoyo aéreo. De ser imposible aprensar al enemigo, tomaremos accionamiento nuclear.

Nos jugábamos el cuello en esta batalla. Titán cada vez se sentía más débil, pero aun tenía muchísima fuerza. El, de un ataque, me arroja al suelo diciendo lo siguiente.

Titán:- Ahora que te mantendré ocupado, enviare un ejercito a buscar a tu amada.

Estaba confundido, se supone que no siento nada, pero, de igual manera estoy enojado. Justo antes que el envié aquella señal, un flechazo con electricidad aparece y eso lastima a Titán. A lo lejos se ve a un viejo conocido. Era Gonzalo Vincenzo. El poseía el poder de Júpiter gracias a que Titán lo poseyó. Ahora entendía por que sentía mi estrella Astral tan débil, ambos dos compartíamos poder.

Con una sonrisa en la cara le pregunto a aquel Dios.

Luctator:- Ahora somos dos contra uno, dinos ¿Qué harás?

Nuestra esperanza se fue obstruida, cuando el de la nada sonríe y dice un nombre que no pudimos escuchar. Sonó como un silbido cuando el lo llamó.

De la nada, un monstruo grande con armadura cae del cielo y comienza a destruir todo, e incluso a matar a cualquiera que se le pusiera en frente, hasta a sus propios compañeros los Titanidas.

Titán:- Si pierdo mi pelea, al menos destruiré su ejercito y con ello la repugnante Puerta Espiritual.

Con mi primo, comenzamos a reunir fuerzas y luego nos lanzamos para enfrentarnos a aquel Dios. Queríamos vencerlo  lo más rápido posible, para que su subordinado no llegue a aquella puerta. Al instante, Paloma se percata de que aquel monstruo de armadura se acercaba muy rápido.

Paloma carecía de habilidades sofisticadas en pelea. Prácticamente enfrentar a aquel monstruo le seria un suicidio.

Cuando el monstruo se acerca al radio de Paloma, ella activa su escudo que lo frenaría. Paloma estaba retrocediendo, la fuerza de aquella bestia era enorme, la empujaba con muchisima facilidad mientras el monstruo golpeaba la unica protección de Paloma. El escudo comenzó a fracturarse y era cuestión de segundos para que Paloma cediera.

Yo desde lejos la veía en problemas, pero me era difícil acudir a ella por culpa de Titán.

En breve, el escudo se rompe. El monstruo levanta su brazo con su espada llena de materiales al rojo vivo y se prepara para atravezar a Paloma. Creímos que todo empeoraría, hasta que de la nada aparecieron Ares, Hermes, Poseidón y Apolo. Los cuatro lanzaron un potente ataque.

Ares:- Si crees que con un simple ataque a nuestras tierras puedes matarnos, estas equivocado.

La verdad, estaba impresionado de verlos de nuevo, creí que estaban muertos sinceramente. Ahora podía luchar tranquilo y Gonzalo también.

Cuando nuestra batalla llegó a su clímax, recibo un mensaje del Anticristo.

666:- Luctator, ya mas de la mitad del poder de Titan ha sido absorbido, hazlo.

Cuando Gonzalo se percata de mi postura al dejar de pelear, el también se aleja. Titán estaba cansado, no podía dejar de sudar y exhalar aire.

Gonzalo y Luctator:- Deorum mea patria stella. Astral me adducere adoraveris coram me.

Nuestro arco con rayos estaba formado. El mió tenía una diferencia con respecto al de Gonzalo, pues el mió portaba la Excalibur en vez de una flecha. Al instante lanzamos nuestro ataque y este impactó contra Titán, eso lo lanzó a lo lejos, en la ubicación de Juno, Minerva, Tinia y Uni. La espada sagrada atravesó su pecho.

Cuando cantamos victoria por derribar a Titán, nos dividimos para apoyar a los que lo necesitaban en la batalla.

Estábamos tranquilos, pues, creíamos que todo había acabado, hasta que de repente comenzó a llegar una horda de Titanidas, querían matarme sin remordimientos. Con mi arco y flecha los iba deteniendo pero al instante, el Anticristo me comunica con terror.

666:- ¡Luctator, el esta reuniendo poder, planea destruir la tierra mandándole un impulso Astral a su centro!

Sabía que Titán no se detendría, pero con tantos Titanidas rodeándome no podía hacer nada, a lo lejos Juno me observaba. Ella me sonreía, sabiendo que estaba sucediendo y yo sabía que estaba por hacer ella.

En breve, invoco a una lluvia de flechas, pero esta no alcanza para frenar a los Titanidas. Estaba desesperado, no sabía que más podía hacer.

Juno, Minerva, Uni y Tinia se acercaron a Titán, mirándolo como el estaba en el suelo, agonizando de dolor y debilidad. Matarlo solo haría que se libere ese poder incontrolable, así que solo quedaba una única solución.

Del otro lado estaba el Anticristo intentando absorber el poder de Titán pero se le era imposible por alguna razón. Fue en ese instante que ellas comenzaron.

Juno, Minerva, Uni y Tinia:- Padres celestiales, traigan sus fuerzas para abrir nuestras puertas astrales y brindar nuestro poder para sellar el pacto con el desertor de nuestro mundo de paz.

El cielo comenzó a iluminarse, junto con ellas y Titán.

El tiempo se detuvo para mi, así como Júpiter perdió aquel día a Marte y Quirino yo hoy estaba perdiendo a cuatro grandes compañeras.

La luz comenzó a consumir todo a su alrededor. Yo estaba gritando, luchando e intentado acercarme para impedirlo. Hasta que de la nada la luz se fue y el silencio comenzó a hacerse notar.

Los Titanidas y aquel monstruo comenzaron a desvanecerse. Titán les daba poder para seguir con vida, pero perdieron esa fuente de poder.

Todo el mundo festejaba, excepto yo, Gonzalo y el resto de los Dioses restantes.

La batalla terminó, Titán fue derrotado con su muerte, pero a un costo altísimo para nosotros. La Tríada Capitolina y la Tríada Etrusca han caído.

La Tríada de HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora