Eva golpea rítmicamente sus perfectas uñas rojas contra la mesa de vidrio. El camarero nos sirve el vino y ella le dice que deje la botella. Alexa la hermana de Santiago se acomoda en la silla y observa el menú. Kittie no quiso venir a comer con nosotras, a ella casi no le gusta salir. Eva se inclina en la mesa hacía Alexa y le susurra algo en el oído mientras señala sutilmente hacia adelante, a unos hombres que están cenando solos.
Ambas sonríen con picardía.
—Así que todo esto es mentira. —me dice Eva. —Bueno, al menos la parte del compromiso.
Debo admitir que me siento mejor después de contarles a ella la verdad detrás de mi compromiso con Santiago.
—Por ahora. —Agrega Alexa. —Ya van a tener su primera cita y, de cita en cita, se conquista.
Eva levanta su copa mientras mueve su cabeza de forma afirmativa ante las palabras de Alexa.
Alexa suspira de forma dramática.
—Yo también quiero un novio. —dice ella. —O al menos algo de sexo.
No puedo evitar reírme al ver el puchero en su cara.
—Vamos a rezarle a San Antonio para que te encuentre novio y a San Judas Izcariote para que lo tenga bien grandote. También recemos a San Matías para que le guste todos los días y a la Virgen María para que no salgas bendecida. Amén.
Alexa se ríe a carcajadas ante la oración de Eva, y yo debo admitir que Eva es todo un personaje.
—¿De dónde sacas tantas ocurrencias? —le pregunto y ella solo se encoge de hombros.
Hoy es su último día aquí en la ciudad, mañana en la mañana se regresa a Vancouver y no sé cuándo la vuelva a ver. Es un espíritu libre, igual a Alexa, tal vez por eso son amigas. Eva te hace querer amar la vida y vivirla inmensamente día a día.
—Tienes que venir para mi despedida de solteras, Alexa y mi hermana menor Peyton la van a organizar.
Alexa se enteró por Santiago sobre este falso compromiso y ella obviamente va a sacar algo de gusto de esto, y dijo que había que hacerlo lo más real posible y va a organizar una despedida a pesar que tal vez no hay boda. Usualmente la despedida se hace un día antes de la boda, pero ella la va hacer un mes antes.
—Por supuesto, nunca le digo que no a una fiesta. Eso sería pecado. —responde Eva.
El camarero viene a tomar nuestro pedido y veo como Alexa le coquetea descaradamente. El pobre hombre se sonroja y tartamudea las ordenes, estoy segura que quiere salir corriendo.
El teléfono de Eva suena y ella sonríe mientras lee el mensaje.
—Sabes, amiga, puedes decir todo lo que quieras, pero tú y James son una pareja solo que en lugar de tener sexo con él, lo tienes con el resto de hombres en Vancouver.
Eva termina de responder y deja el teléfono sobre la mesa.
—Es mi mejor amigo, jamás dañaría nuestra amistad por sexo. Él quiere casarse y tener hijos, yo quiero sexo y un buen vino. — dice ella mientras bebe un poco de vino. — Yo no sirvo para relaciones serias.
—¿Desde cuándo son amigos? —le pregunto.
—¿James y yo? Desde hace casi cinco años.
Ella sonríe con dulzura, algo muy raro en ella.
—¿Dónde será tu cita? —me pregunta Alexa.
Mañana será mi primera cita con Santiago. No puedo creer que haya pasado una semana desde que hablamos sobre eso. Obviamente le conté todo a Eva y Alexa, también le pregunté a Eva que le dijo a Santiago y ella solo me respondió con naturalidad que le dijo que me diga cuanto le gusto o ella le rompería cada hueso de su cuerpo. Eva es cinta negra en karate y sabe dos tipos de artes marciales.
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La noche en que nos conocimos ✔
RomanceHope Evans, es amante del arte, la buena comida y un imán para los problemas, y a veces, quienes la rodean se ven envueltos en sus dilemas, como le sucedió a Santiago Miller, el cuñado de su hermana. -¿Me vas ayudar? ¿Vas a fingir ser mi falso prom...