🍓 ʙᴇsᴏs ᴄᴏɴ sᴀʙᴏʀ ᴀ ғʀᴇsᴀ 🍓 [∂íα 3]

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Tenían el fin de semana libre para descansar y habían decidido pasarlo juntos, Bakugou sabía que a Kirishima le gustaban las cosas simples pero también tenía su lado cliché, así que pedía citas al más estilo de películas y series románticas y como siempre, Bakugou no sabía como decirle que no.
La razón principal es que no le molesta, a veces no es bueno expresando sus sentimiento scon palabras hacia Kirishima así que lo hace con acciones, haría hasta lo imposible con tal de ver a su novio sonriendo y feliz, sin importar lo que tenga que hacer porque las sonrisas de Kirishima no tienen precio.

El pelirrojo había decidido una tarde tranquila de cine y después ir a una pequeña cafetería que les encantaba, una que frecuentaban.
Últimamente Eijirou había comenzando a pedir una malteada de fresa y aunque lo dulce no era mucho de su agrado, Bakugou compartía con su novio cuando se lo pedía.

Eijirou se había llenado con las palomitas y la soda que comía durante la película, así que sentía que no podía más.

-Katsuki ¿podrías ayudarme con la mitad? Ah, estoy lleno. -miró a su novio mientras se apoyó en el respaldo de la silla.

-Te dije que pudieras el maldito tamaño mediano, pero eres tan terco como siempre -Eijirou solo rió y le paso su vaso.

Katsuki puso un momento los ojos en blanco y comenzó a beber lo que quedaba de la bebida, la verdad es que sabía muy bien, creía que se estaba acostumbrando a ella, pues siempre terminaba bebiendo aunque fuera un poco. Al final solo quedaba una fresa que quiso ser tomada por el pelirrojo pero Bakugou se lo impidió mientras sonreía, le gustaba molestar al chico en algunas ocasiones.

-Dijiste que estabas lleno, Eijirou -Bakugou sonrió de lado, mirando con satisfacción la cara que su novio había puesto.

-Pero las fresas ni te gustan, sé que vas a terminar por tirarla. -Kirishima trató de quitarle de nueva cuenta el vaso pero falló y se apoyó contra la mesa -No es justo.

-Yo también estaba lleno y aún así me tomé tu mierda, eso no fue justo.

Eijirou soltó un pequeño suspiro derrotado, viendo la fresa en el fondo del vaso, un par de segundos pasaron hasta que Bakugou dejó la copa frente a él. Los ojos del chico brillaron y con una cuchara tomó la fresa para llevarla su boca donde la sujetó entre sus labios sonriendo de haber ganado.

Bakugou observó fijamente aquello, en todo el día no había besado a Eijirou y ver aquello solo hizo que sus ganas de unir sus labios incrementaran. Su mano lo sujetó con sus cabeza y unió sus labios. Kirishima abrió los ojos por la sorpresa llevando sus manos hasta los hombros del rubio, como tenía sujeta la fresa entre sus labios no pudo moverlos.
Cuando Bakugou se separó Eijirou noto que la mitad de la fresa faltaba, Katsuki la había mordido antes de separarse.

-Vaya, las fresas no son tan desagradables como pensaba. -Bakugou sonreía mientras observaba a su novio.

Kirishima estaba tan rojo como su propio cabello, se giró teniendo la vista hacia el frente mientras trataba la fresa, ni siquiera la pudo disfrutar pues en su mente ahora estaba el beso que le habían robado.
Bakugou siempre era tan impredecible y hacía cosas que el pelirrojo nunca veía venir, pero eso era algo de lo que más amaba del rubio, como siempre con pequeñas cosas lograba sorprenderlo.

Fin

KiriBaku Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora