Vámonos de viaje - Especial de semana santa parte I.

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Escuchen la rola que les adjunte arriba antes de leer o mientras leen, sólo para que entiendan mejor el capítulo y entren en ambiente lma0.

***

—No te preocupes Eiji, todo está bien. 

El escultural cuerpo de Ash quedó al descubierto cuando salió de la piscina. Eiji lo miró como si de un dios se tratara. Su cabello mojado bajaba perfectamente por su rostro, enmarcando sus chulos ojos verdes.

A-Ash... Yo... Yo no quería causarte problemas.

Eiji lo observó desde la orilla de la alberca, donde Ibe San lo envolvía con una cobija de tigre de San Marcos para que no muriera de frío.

—Ningún problema Eiji —espetó el rubio mientras se quitaba la playera por completo, para quedar únicamente en ropa interior—. Yo daría mi vida por ti.

Eiji sintió como el rubor recorría sus mejillas, llegando hasta su cuello. Sus piernas se debilitaron. Creyó que se orinaría de la emoción. Ash Lynx daría su vida por él.
El menor se acercó a él, con pasos lentos y marcados. Entonces empujó a Ibe San.

—Apártate, anciano decrépito —le dijo rebelde, como de costumbre.

Y después le plantó un besote a Eiji. El japonés sólo mantuvo sus ojos abiertos.

Yut Lung se percató de lo que pasaba. Entonces se bajó donde se puso a bailar después de haber bateado a Shorter. Estaba bien encabritado.

—¿Por qué están robándose la atención en mi fiesta de cumpleaños? ¡Par de nacos!

En ese momento comenzó a sonar «Comer a besos» de Los Temerarios. Eiji decidió que correspondería ese besote. Cuando terminaron de intercambiar babas, sonrieron mutuamente. 

Ash comenzó a golpetear las mejillas del mayor, llamando su nombre. Okumura no entendía el cambio de humor tan repentino de su amorcito.

—¡Eiji, despierta!

—Estoy despierto, Ash —Repuso sin éxito alguno. El lince no podía escucharlo.

—¡Eiji!

—Ash, estoy aquí.

—¡Chingao Eiji! ¡Despierta!

Eiji volvió a la realidad repentinamente, sintiéndose mareado y confundido, como si estuviera bien borrachote. No entendía porqué estaba en cama.

—¡Eiji abrió los ojos! Alex se mostró eufórico al ver que Eiji había vuelto—. ¡Iré a avisarle a Ash!

¡No! Agitó sus manos desesperadamente. Eiji recordó lo que había soñado anteriormente. Sintió una mezcla de emoción y vergüenza. ¿Cómo se suponía que vería a los ojos al lince después de habérselo besuqueado en sus sueños? M-mejor, llama a Ibe San. Por favor.

Mmm, bueno El muchacho se puso en marcha, pero justo en la puerta se encontró con Aslan, así que se detuvo por algunos instantes.

Tu novio ya despertó Musitó con una risita burlona.

Ash frunció el ceño. ¿Mi qué?

Eiji Alex corrigió antes de que Ash le soltara un golpazo.

Largo de aquí, mocoso Las botas mataculebras de Ash resonaron por el fino piso de la mansión Gleenred, donde al final de la habitación, encontró a Eiji, que encendió la televisión para fingir que veía Ventaneando.

El arte del huachicoleo || Banana Fish AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora