Percy Jackson la estación fría

No hay tiempo para preocuparse

(Tercera persona)

Invierno estaba dormido encima de un árbol. Eran las diez de la mañana, pero a él no le importaba. Estaba demasiado cabreado como para entrenar a los semidioses. Si lo hiciese, al menos diez de ellos estarían muertos en los primeros cinco minutos. Otoño y Primavera tendrían que ingeniárselas para entrenarlos ellas solitas.

Cuando Invierno calló en un sueño más profundo, se encontró en un espacio negro.

De momento, empezó a sudar y a moverse violentamente. Mientras tanto, susurraba cosas incoherentes que solo tenían sentido para él. No pasaron cinco minutos hasta que se despertó dando un grito bien fuerte. Tan fuerte que aullentó a los pájaros que estaban a menos de un kilómetro de él.

Su respiración era agitada y se notaba que estaba cansado a pesar de haber estado durmiendo.

"Otra vez no." Susurró. "Yo no quiero recordarlo. Duele. Summer, vuelve pronto. Podría descontrolarme de nuevo, igual que hace ya mucho tiempo. Igual a cuando me convertí completamente en invierno. No quiero recordar, Summer."

(Invierno)

N n no tengo que pensar en eso. No quiero.

Esto no puede estar pasando. Sé que mi debilidad es la falta de sentimientos cálidos, como el amor o la alegría. Todavía me puedo mostrar como si estuviese contento, pero nunca jamás, desde aquel momento, he estado alegre. Sé que puedo recuperarlos, pero no quiero. No quiero volver a sentirlo. Lo superé creando una coraza para no sentir más esas emociones, así que la coraza tiene que resistir.

(Summer)

Sé que has tenido un sueño sobre lo que pasó, Invierno. No tendrías que retenerlo. Tienes que recordarlo, para volver a ser quien eras antes. Por siglos te he dejado espacio para que recapacites y lo hagas bien. Pero veo que necesitas ayuda.

Mierda, justo cuando estoy a miles de años luz de ti. No podía pasar cuando te estaba molestando el otro día.

(Primavera)

He escuchado ese grito, y sé que es Invierno. Sé que no corre peligro, si acaso los que corren peligro son los que le atacan. Pero me estoy preocupando por él.

Yo llegué a conocerle cuando todavía era capaz de sonreír y alegrar a quien le viese. Pero no llegué a conocerlo cuando todavía podía sonreír de verdad y no una falsa. Bueno, falsa pero muy bien hecha, hay que decirlo. Pero falsa al fin y al cabo.

Espero que esté bien. Summer es el único de las estaciones que le vio sonreír sin fingirlo. Pero sigo preocupada por él. Yo estoy aquí porque le seguí. Creo que hice bien en aprovechar la oportunidad de quedarme con él. Si no, creo que estaría todavía en mi mundo intentando demostrar que soy capaz sin conseguirlo.

(Otoño)

Desde que mi primo me abandonó, he seguido Invierno. Aunque por aquel entonces yo le llamaba Percy. Al principio nos caímos fatal. No pasaba mucho rato hasta que nos peleábamos. Después de derrotar a esa maldita serpiente, me sentí aliviada. Todo era genial, pero mi primo me abandonó. Era la mejor opción que tenía para que todos estuviesen a salvo y lo entiendo, pero aún así dolió. Después de eso, descubrí una faceta nueva de Percy que me hizo seguirle y ser quien soy ahora.

Gracias a él soy feliz. Y por eso espero que, sea lo que sea lo que le pasa, se recupere.

(Summer)

Vengaaaaa. Solo unas horillas más. Tengo que llegar antes de que ocurra un gran desastre. Solo un poco más.

Tengo un mal presentimiento.

(Tercera persona)

El resto de estaciones estaban muy preocupados por Invierno. Pero mo duró mucho, porque se empezaron a sentir temblores cada vez más fuertes.

Las estaciones, excepto Verano, se teletransportaron enfrente del campamento, logrando ver una cosa que no les gustó nada.

Era un ejército gigante con todos los titanes y gigantes. Además, había millones de monstruos y estaba Tártaro en cabeza.

Eso no era todo, ellos no provocaron los terremotos. De hecho, ellos también estaban sorprendidos. Lo que los causaba era una brecha a otro mundo.

"¡Invierno, Otoño! ¡Os tenéis que encargar solos hasta que llegue Verano! ¡Yo soy la única que puede cerrar esa brecha al ser la única presente que nació en él! ¡Podríamos esperar a que se cierre sola, pero podría durar días! ¡Me llevará de dos a cinco horas! ¡Pero por la pinta que tiene puede que cinco! ¡Cuento con vosotros!" Grita Primavera para que le escuchen en todo el ruido que hacía la brecha.

"¡Vale!" Respondieron Invierno y Otoño al unísono.