Llega Verano con una llave

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(Invierno)

Esquivar a la izquierda,  mandar puñetazo, saltar, patada, esquivar...

La pelea no era difícil, era larga. Y no lo podía hacer más rápido por los efectos de la pesadilla aún presente.

Tenía que aguantar hasta que Primavera cerrase el portal o hasta que Summer viniera para conseguir refuerzos.

Veo a Otoño por el rabillo del ojo. No tenía problema alguno, e iba más rápida que yo matando monstruos. Tampoco es que yo estuviese superdébil, que lo estaba con respecto a mi fuerza normal, pero tampoco me iba mal. Lo que me preocupaba era la supervivencia de esos semidioses, después de todo no habíamos venido aquí para nada.

Me vino un monstruo de frente, y lo congelé haciendo tropezar a varios monstruos más grandes detrás del primero. Salté por encima del monstruo congelado, y con unos movimientos de mi espada, los monstruos se transformaron en polvo. Ya había acabado con un escuadrón de monstruos nivel intermedio.

Entonces, dos titanes se me acercaron desde dos direcciones opuestas. Me aparté y chocaron entre ellos, haciendo que tuviese mi oportunidad de acabar con ellos con mi espada.

Así estuve durante cuatro horas. Al cabo de esas horas, ya habíamos acabado con casi todos los monstruos. Solo faltaban unos pocos en pie. Además de cinco titanes, diez gigantes y Tártaro.

En eso, llegó Summer.

(Summer)

"¡Invierno!" Capto la atención de ese tío. "¡Recuérdalo! ¿No estás viendo las marcas de tus brazos? ¡Si no lo recuerdas, podrías desvanecerte para siempre!"

Invierno se mira los brazos, y se da cuenta de que lo que digo es verdad. Pero frunce el ceño y me mira.

"Puede que me esté desvaneciendo, pero encontraré la manera de no hacerlo sin tener que recordarlo de nuevo. Sabes que es muy doloroso. Y sabes lo que pasó ese día. Después de todo, tú sabes lo que pasó y lo que significó para mí." Me dice.

"¡Tienes que recordar! ¡¿Por qué no te enteras?!" Le grito.

"Lo hago. Y sé que tengo que hacerlo, pero no podré soportarlo de nuevo" Me responde.

"¡Sé que puedes! ¡Soy tu mejor amigo y te conozco lo suficiente como para saber que puedes! ¡Y te voy a ayudar porque sé que en el fondo quieres, pero tienes miedo!" Con eso, dirijo mi mano a mi cuello.

Saco un colgante con una llave, cierro los ojos y estiro la mano. Giro la llave, y sé que el cofre que tiene bien guardado se ha abierto, dejando al descubierto un libro y haciendo que mi amigo lo vuelva a recordar.

Percy Jackson la estación fríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora