karma; jimsu

8.

Park habrió la puerta y dejó que pasase el Omega.

Éste al entrar respiró ondo, dejando que el delicado aroma de café inundara sus fosas nasales.

El lugar era fantástico, rústicas pero elegantes sillas y mesas lucían en el lugar, el marron pastel y el beis eran los colores que principalmente reinaban allí. Dando una vibra realmente agradable y relajante.

─ Wao...

─ Um, ¿te gusta?

─ Es genial...

─ Me alegra mucho que te guste...

Dicho ésto se sentaron en una mesa algo alejada de la multitud.

Una camarera de pelo negro y sonrisa amplio los atendió.

YoonGi pidió un café solo, y Jimin un americano.
Luego de unos minutos sus pedidos llegaron.
El Omega cubrió la taza con sus manos cubiertas por su sudadera marrón claro.

Jimin río. ─ Recuerdo cuando éramos pequeños, un día tomaste algo de café solo de tus padres, y no te gustó nada...

YoonGi dió una sonrisa algo melancólica.

─ Es cierto, ¿pero sabes? Cambié mucho éste tiempo...

Jimin suspiró con un ligero toque de tristeza. ─ Es por eso que quiero volver a conocerte YoonGi. Yo... Jamás te olvidé. No te quiero perder, no otra vez.

─ Yo... Jimin, no recuerdo casi nada, no es como si hubiésemos sido amigos en una época más reciente. Es... Como si jamás hubiese pasado.

─ Por eso te pido que comenzemos de nuevo.

Quiero conocerte YoonGi.

El pálido levantó la vista de la taza hacía los ojos del Alfa.

─ ... Y... ¿Como se supone que deberíamos comenzar?

─ Um... ¿Presentándonos?

─ Hola, soy Min YoonGi. ─ Le tendió la mano al contrario.

─ Igualmente, soy Park Jimin. ─ Aceptó el saludo con una sonrisa.

─ No me caes bien, eres Alfa, adiós.

─ ¡N-no YoonGi! ¡Así no! Ya sabes quién soy...

─ ¿No queríamos que empezaramos de nuevo?

─ Aish, pero así no, Min... Por ejemplo, ¿que te gusta hacer?

─ Um, dormir...

─ ¿Y?

─ ¿Y...?

Jimin bufó molesto, realmente ésto no sería fácil. ─ Ya sé, YoonGi hyung, ¿sigue tocando el piano?

─ ¡O-oh! ¿¡Sa-sabes qué? ¡M-me encantan estás mesas! ¿No crees que son bonitas...?

─ Hyung... No cambié de tema...

─ Oh, creo que es una madera realmente buena... ─ Dijo pegando el oído a la mesa y dándole suaves golpecitos con la mano derecha.

─ Hyung ésto es plástico...

─ Um, ¿no crees que se hace tarde? Deberíamos ir... Los chicos se deben de estar austando... S-sí.

El Alfa iba a decir algo, pero decidió no hacerlo, sabía que esa conversación no llevaría ningún lado.

─ Es cierto... Vamos.

Comenzaron a caminar por las algo vacías y frías calles de Seoul.

El verano cada vez estába más lejos. Y el otoño se veía realmente cercano. A pesar de que aún no había llegado esa época el frío no se había hecho esperar.