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Una semana después.

Haechan estaba trotando para tomar el autobús. Todos acordaron en verse en la parada a las 2pm para ir a visitar a Renjun al hospital.

Pues eran treinta minutos pasados de las 2 y Haechan había salido de su casa. No era su culpa que quisiera estar decente y bien arreglado, no como sus amigos que podían tener una sábana encima y así decían que estaba bien.

Pero aunque diera las excusas más creíbles, lo iban a asesinar y eso lo tenía bien merecido.

*Flashback*

Haechan entró a la casa a buscar una garra de agua, pues estaban jugando futbol y todos yacian cansados. Era su cumpleaños y los chicos quisieron jugar futbol un rato antes de comenzar la celebración formal.

Cuando volvió encontró a Renjun en el piso, Jeno con cara de que iba a morirse al lado de él y Jaemin estaba matando con la mirada a Jeno mientras también ayudaba a Renjun.

Chenle y Jisung estaban mirando la escena desde una distancia considerable.

¡Me duele el brazo! ¡Me duele mucho! ¡Mucho!— Exclamó Renjun con lágrimas en los ojos. Haechan rodó los ojos, Jeno podía ser un amor, pero también tenía una fuerza que algunas veces no podía controlar.

Negó con la cabeza y fue otra vez hacia adentro para llamar la madre de lesionado.

*Fin del Flashback*

Y ahora tenía que apresurarse porque lo iban a matar.

Llegó lo más rápido que pudo al hospital. Se suponía que todos se iban a encontrar en la puerta de este, pero sabía que por la hora ya estarían dentro. Pidió el número de la habitación de Huang Renjun y salió casi que corriendo en busca de su amigo.

1-D ¡Perfecto, la encontró!

Grata fue su sorpresa al no encontrar a Renjun en esa habitación sino que a otro chico más. Un chico cabello negro, con ojeras, deshidratado postrado en una cama. Solo estaba él en esa habitación.

El chico solo miraba a la nada.

—¿Y Renjun?— Preguntó Haechan analizando todo lo que había dentro del cuarto, no veía rastros de sus amigos.

El chico lo volteó a ver algo confundido.

—Aquí no está ningún Renjun— Respondió de mala gana.

—Oh, me equivoqué. Lo siento— Haechan se golpeó mentalmente. ¡Era 1-C! No sabía ese sentimiento de querer que la tierra lo tragase hasta ahora. Se disculpó otra vez y dio la media vuelta e iba a salir de esa habitación.

—Bueno, no importa, aunque... ¿Me podrías hacer un favor?— Se frenó para voltearse y encontrarse el chico observándolo detenidamente. El color negro de sus ojos era penetrante y por un momento sintió que lo examinaban.

La opción más considerable era que se negara, pero la mirada del chico era suplicante, tanto así que terminó asintiendo con la cabeza.

—C-Claro.

—Tráeme un frasco de pastillas. A dos habitaciones de esta. Un cuarto con estantes y suficiente medicamentos— Explicó como si ya hubiera estado allí más de una vez.

—¿Para que necesitas un frasco de patillas?— Preguntó confundido aunque creía saber la respuesta, el desconocido se veía muy deteriorado y por la forma de expresarse, no había nada que quisiera en estos momentos más que eso.

—No lo sé. Dímelo tú.

Haechan frunció su ceño, ¿Qué tipo de broma de mal gusto era esta? Ahora de verdad que sí anhelaba largarse de una vez. Pero, una pequeña pregunta lo abarcó, siendo imposible contenerse a preguntar.

I'll Be Your Home (Markhyuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora