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Revolvía su cabeza  mientras suspiraba frustradamente, otra vez se encontró pensando en Donghyuck y al no ser el primer día le preocupó.

Desde esa vez ya no podía ver al chico a los ojos sin que algo tormentoso pasara por su cabeza obligándolo a mirar algo más.

Sabía que esto se le estaba saliendo de control y podía terminar en algo que se arrepentiría después, pero aún así, no creía posible negarle una entrada a la habitación porque hasta él mismo lo esperaba.

Tenía que organizar sus ideas.

Mark tenía que hacer algo con todo esto.

...

Haechan estaba con sus amigos en la casa de Jeno. Aunque aún faltaba Jisung ya que el pequeño se había retardado por una larga siesta que tuvo sin preocuparse por reuniones.

—Ajá, es muy gracioso tu cuento Renjun pero... Haechan— Chenle desvió su mirada acusadora a un ser al fondo de la habitación. —¿Por casualidad no nos tendrás también un cuento por allí escondido debajo de la tierra?

El nombrado se señaló a sí mismo con sorpresa.

—¿Yo?

—Sí tú.

—No.

El chino entrecerró los ojos.

—Haechan a mí no me engañas. Has estado todo el día viendo a la nada y después sonríes bobamente como si te acordaras de algo.— Le Recriminó mientras hacía muecas, intentando copiar la mirada de bobo de su amigo.

—¿Bobamente? ¿Disculpa? Bobamente sonríes tú cuando ves a Jisung.— Contraatacó.

A Chenle se le colocaron las mejillas rojas, desde no hace mucho, el chino se dio cuenta, gracias a Haechan y Jaemin, de que le gustaba el menor del grupo.

—¡Chicos ya llegue!

Por mera casualidad del mundo, Jisung entró a la habitación. Chenle apartó la mirada y asesinó con los ojos a un chico que, por cierto, se estaba riendo a escondidas.

Haechan se levantó con una sonrisa en su rostro, si esta era su única salida para no hablar de Mark, la iba a utilizar como sea.

—Hablando del Rey de Roma miren quién se asoma.

Jisung frunció el ceño, la mirada del moreno decía que algo no andaba bien.

—¿Qué tramas?

—¿Yo? Nada.

Ring Ring Ring.

Haechan se llevó la mano al bolsillo y agarró su teléfono. Frunció el ceño ya que era una llamada entrante de Jin, lo cual le parecía muy extraño ya que el chico debería estar en el trabajo.

—Diga.

Haechan, necesito que me escuches con precaución.

Esto no era nada bueno, él lo sabía por la voz que estaba utilizando el mayor en estos momentos.

—¿Qué pasó?

Es que... Mark...

Al solo escuchar ese nombre con ese tono de voz, los ojos se le volvieron agua. Se estaba desesperando pues el mayor se había quedado callado, como si le costara completar la oración.

—¿Q-Qué le p-pasó a Mark?— Estaba tartamudeando, la angustia había llegado a él inmediatamente.

—¿Mark?— Preguntó Jisung con la misma expresión que tenían los demás, confusión. Jamás habían escuchado ese nombre y menos de la boca de Haechan.

I'll Be Your Home (Markhyuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora