El día de la presentación del nuevo uniforme había llegado, prensa por aquí, inversores por acá, compañeros del club y los directivos; se sentía tan atrapado, asfixiado, habían sido semanas de muchos eventos, pruebas físicas, psicométricas, anti-doppings, entrenamiento, entrevistas, juntas con directivos, etc, en días como estos odiaba ser quien era. Choi MinHo, el refuerzo estrella de Ulsan Hyundai FC.
Su celular sonó y se disculpó para atender la llamada
-...le dije a mi manager que arreglara todo, ¿Qué no te llamó?
- Claro, hablo más con KyuHyun que contigo. Tengo mi propia vida MinHo.
- Esta ha sido una semana extenuante, te necesito – el cansancio se notaba en su voz.
- Tú nunca me tomas en cuenta, crees que siempre estoy dispuesta...
- Hara, no creo que siempre estés dispuesta...
- Pues así me haces sentir, tal vez debería irme – lo interrumpió.
- Bien, si eso quieres hazlo.
Hara colgó, estaba harto de ésta situación, Hara haciendo berrinche por su falta de consideración hacia ella, pero desde un principio había dejado todo muy claro, la necesitaba, y no podría darle más de lo que habían acordado.
Necesitaba aire fresco.
-Kyu, MinHo se va.
Alguien apuntó en su dirección y su manager y amigo salió corriendo tras él.
-MinHo ¿a dónde vas?, no deberías conducir, te noto alterado; ¿A dónde vas?
Arrancó sin voltear siquiera a ver a su manager, necesitaba salir de ahí lo antes posible, ya Kyu lo disculparía con los directivos.
KiBum se había despertado por los fuertes golpes en la puerta, ¿Por qué TaeYeon no atendía al llamado?
-¡¡Voy!! – Se apresuró a abrir la puerta – Ya te he dicho que cargues siempre tus llaves...
La frase murió en sus labios, no era TaeYeon quien tocaba la puerta.
-Hola lindura, vengo por el dinero de la renta – dijo el portero del edificio mientras le dedicaba una mirada lasciva.
-Espera un momento – cerró la puerta tras de sí y fue a buscar a su escondite, solo había habían $10dlls, alguien moriría el día de hoy, alguien llamado Kim TaeYeon.
Regresó a la puerta, el casero seguía ahí.
-Yo... mi compañera trae el dinero, iré a buscarla y le pagaré la renta.
-Creo que no has entendido bien, mi trabajo es cobrar la renta al final de mes y el tuyo es pagar, si no es con dinero, podemos buscar otra manera- dijo mientras volvía a mirarlo lascivamente.
-Tengo el dinero, iré por él.
Cerró la puerta en la cara del sujeto y empezó a arreglarse, total ya casi era hora de salir a trabajar, pero antes encontraría a TaeYeon.
Después de una hora llegó al bar donde la chica solía juntarse con sus amigos.
-Hola KangIn- se dirigió al cantinero- busco a TaeYeon, ¿Anda por aquí?
-Está arriba con los chicos.
Subió las escaleras y encontró a la chica en una mesa jugando póker.
-Hola Key.
Los demás voltearon a verlo y a lanzar todo tipo de palabras y chiflidos.
-Cálmense, él no, él es mío – dijo TaeYeon.