Besos de Mermelada » Min Yoongi [Completa] ✔️

Capítulo 29 🖤

Asomo la cabeza en la puerta principal. Bien, no hay moros en la costa. Corro tan rápido como puedo a mi habitación, dejo el ramos de girasoles sobre la cama. Me pregunto si habrá un florero aquí, debo ponerlas en agua si quiero que se conserven por un tiempo.

¿Y dónde están papá y Jongsu? ¿Por qué hay tanto silencio? No me gusta que haya tanto silencio. Debo hacer de esta casa algo más chispeante.

Oh, mi teléfono suena.

¡Min Yoongi! De pronto me pongo nerviosa con su llamada. No lo sé. ¿Habré perdido confianza con él? No quiero que eso pase.

—Hola —digo.

—¿Te gustaron los girasoles? —A diferencia del tono apagado de la otra vez, esta vez habla con coquetería. Por alguna razón me lo imagino echado en su sofá con los tobillos cruzados y sonriendo de forma coqueta. Chico coqueto.

—Si te digo vas a confiarte.

—Me siento muy confiado.

—Entonces no me preguntes.

—Pero estoy desesperado. ¿Quieres que vaya por ti? Me urge verte.

—Tengo algo importante que hacer. Adiós, Min Yoongi. —Cuelgo de inmediato. Chico gracioso. Al menos estoy sonriendo, no es agradable estar triste todo el día. Por otro lado, no puedo evitarlo. No me gusta esta situación. No me gusta. No me gusta.

Le doy la última miradita sonriente a los girasoles antes de bajar a la cocina. Reviso en los armarios, cada uno, pero no encuentro nada. Platos y más platos. Me voy por los cajones. Cubiertos. Oh, ¡hay un florero! Está en la esquina del último cajón. Pobre, está abandonado.

Lo llevo al fregadero, llenandolo de la cantidad de agua suficiente. Doy un respingo al escuchar a papá decir mi nombre al mismo tiempo en que entra a la cocina.

—¿Cómo te fue? —Arrastra un taburete en un costado del mesón y toma asiento—. ¿Compraste algo?

—Tengo girasoles. ¿Eso cuenta? —Me olvido por un momento del florero y camino a pasos lentos hacia él.

—¿Girasoles?

—Sí. —Asiento—. Quería decorar mi habitación y compré un ramo de ellas. Esta vez las preferí por mis bolígrafos. —Sé que es otra mentira, y que papá no se la marece, pero tampoco quiero darle un dolor de cabeza diciéndole que un chico me las dio. Espero tener el valor algún día de decirle lo que está pasando.

—Oh, por eso el florero. —Vuelvo a asentir. Finalmente tomo asiento en otro taburete, al frente de papá. Su expresión automáticamente cambia a una suave y comprensible—. Debe ser difícil, ¿verdad?

—Seré fuerte, por papá y por Jongsu —digo, segura de mi misma. Sonríe calidamente, acariciando mi cabello.

—Lamento que tengan que pasar por esto, pero solo quiero que estén bien. —Coloca sus manos encima de las mías, las acaricia mientras mantiene la mirada en ellas—. Quiero que vivan sin presiones. Hay cosas que tu madre no puede entender, y me duele, pero siempre los pondré por encima de todo.