Besos de Mermelada » Min Yoongi [Completa] ✔️

Capítulo 35 🖤

Situación inesperada

***

Le cuento a papá y a Jongsu qué tal me fue en el campamento mientras me termino lo último que queda del helado con compró para ambos. Mis tobillos están cruzados, encima de la mesita del centro, y con el helado en mi regazo mientras tomo microscópicas cucharadas y las llevo a mi boca. No quiero que se acabe.

Qué bueno que Jongsu le hizo comprar el helado de fresa a papá... Aunque ron pasa con mora no estaría mal.

—Y eso fue todo lo que pasó. —Finalizo con una voz cantarina. Otra cucharadita

—Suena interesante para alguien que nunca ha ido a un campamento. —Papá dijo que en sus tiempos sus compañeros no organizaban viajes. Es genial que se tome el tiempo para esucharme, ha dejado las hojas de evaluaciones de sus estudiantes para prestarme atención. Siento que últimamente nos da más atención de la que solía darnos, y eso me encanta.

—¡Es súper genial! —digo.

—¿Y viste a pie grande? —pregunta Jongsu con chispas de emoción en sus ojos—. Seguro que casi te apachurra.

—Jongsu estuvo leyendo un cuento de pie grande. Ahora se ha vuelto fan de él. —El mayor se apresura en decirme en vista de que muestro cierta extrañes.

Pie grande da miedo.

—No, y no quiero, se ve tenebroso. —Sé que no existe, pero pensar que sí me asusta.

—Eres miedosa. —Oh, aquí veo como su pequeño ego aumenta hasta llegar al techo—. He pensando en capturarlo y llevarlo al circo, seguro me darán un buen dinero.

—Eso no es ser fan de pie grande —le replico a papá.

—Jongsu dice que sí. —Se encoge de hombres—. ¿Quién puede con ese hombrecito? —Se levanta, listo para irse, no obstante, agrega—: Minho vino hace unas horas, trajo esos libros. Algunos son míos y otros tuyos, puedes tomarlos. Faltan algunos, dijo que los traería cuando pueda.

Es verdad, en la esquina de la sala hay tres cajas. Me preguntaba qué eran, aunque no les di mucha atención gracias al helado —que por cierto ya se acabó—.

—¿Qué hay del resto de mis peluches?

—Dijo que tenías manos y podías ir a verlos tú misma. —Vale, después de todo es Minho y hablar así es normal en él, ¿no?—. Si no hay inconvenientes en la semana tal vez yo vaya por ellos y por los demás libros. Aunque sería bueno que vayas y le des una visita a él y a tu madre.

Sin más se retira.

Papá tiene razón, debo ir a casa, ha pasado tanto tiempo. No quiero que mamá piense que la he abandonado, sin embargo, no tengo idea de lo que ahora esté pensando de mí. En cuanto a Minho... No lo sé, él nunca se expresa.

Dejo el tarrito de helado vacío en la mesita y me siento en la fría baldosa para sacar libro por libro. Mientras tanto Jongsu enciende la televisión. Selecciono todos mis libros —todos ya los he leído, pero siguen siendo mis tesoros—, y los demás los dejo como estaban. Encima de la última caja que reviso hay un cuento, está un poco gastado, pero aún se conserva.

¡Es el cuento de pie grande!

Lo primero que pienso es que Jongsu es muy despistado como para dejarlo aquí nuevamente. Pensé que se referían a otro cuento, no al viejo cuento que Minho solía adorar cuando era pequeño.

¿Por qué lo ha traído? Siento que este es su pequeño tesoro. He terminado sonriendo. Me ha dado nostalgia porque en ese tiempo jugábamos juntos casi todo el tiempo. Él usaba sus autos de juguetes para transportar a mis muñecas a su gran concierto.