Besos de Mermelada » Min Yoongi [Completa] ✔️

Capítulo 41 🖤

Cuatro días después se supo que Min pegó un fuerte resfriado y no pudo llegar a clases.

Hoy miércoles, la maestra de biología nos entrega la última hoja del día. En las horas pasadas otros maestros también aprovecharon para entregarnos nuestros exámenes calificados de hoy y días anteriores. Apenas estamos a mitad de semana y siento que ha pasado una enternida. Son tantos exámenes.

Ya que Yoongi no pudo asistir, soy la encargada de tomar sus exámenes por él y entregárselos. ¡Eso significa verlo esta tarde!

Pobre, los exámenes de hoy se le van a acumular a los de mañana —espero que sí venga—. No es muy bonito andar de un lado a otro con Jimin y Taehyung a causa de las gemelas Kim que no dejan de acosarlos. Y en cuanto a Yoora y Soomin, pues no quiero ser un florero en medio de ellas, Jungkook y Jung.

—¿En serio son las notas de Yoongi? —me pregunta Yoora sin poder creerlo. Es semana de exámenes, por lo tanto tenemos horas libres mientras los profesores toman, revisan exámenes y calculan promedios. Así que eso nos lleva a estar en la sala de descanso, donde también se encuentran las máquinas espededoras y chicos comiendo snacks. Yo tengo mi botella de jugo y mis cápsulas. Las había dejado por un tiempo, pero papá volvió a comprarlas. No me gustan. No me gustan.

A comparación de sus antiguas notas, estas sí son para sorprenderse; todas están entre ochos, nueves y perfectos dieses.

Asiento. Yo también estoy un poco sorprendida, pero no tanto como Yoora. Supongo que yo ya me lo esperaba.

—¿Qué clase de tutoria le has dado? —agrega—. ¿Cuál es tu secreto? Yo también lo necesito.

—Min es muy listo aunque no lo aparente. —Recojo las hojas, las acomodo, las meto en medio de mi carpeta de sobre y van directo a mi mochila.

—Ya, es tu novio, lo amas y todo lo demás; pero sé sincera. ¿Copió? —pregunta por lo bajo, con cautela.

—No. —Frunzo el ceño—. Él de verdad es listo, podría saber incluso más que yo, pero sus pensamientos son diferentes a los nuestros... Y también es algo perezoso. —Meneo la cabeza—. También me sorprendí, pero estoy conociendo esa parte de él.

—Vaya. —Sus labios han quedado ligeramente abiertos. Es graciosa.

De pronto llega Jungkook y arrastra una silla para sentarse a lado de su chica. Se saludan con un beso en los labios, uno de esos besos que me hacen sentir incómoda. Son amables y todo, pero ya debo irme porque aunque digan que no, siempre terminan dándose demasiados cariñitos sin importar que esté viéndolos.

—Ya me voy. Ya me voy. —Canturreo, agarrando mi botella de jugo y mis cápsulas.

—Hey, no. —Ella ríe—. No te vayas, no te vamos a traumar.

—Para que estés a gusto, no la voy a tocar, ¿de acuerdo? —tercia Jungkook, risueño.

—Sí, bueno, igual quiero ir a ver a Jimin y Taehyung —digo en lo que retrocedo, tratando de ocultar lo incómoda que me siento por irme así. Pueden sonar muy sinceros y que van a cumplir lo que dicen, sin embargo, sé que se verán tentados y terminarán haciendo cosas de grandes frente a mí. Nopi, nopi.