Build Me Up Buttercup

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Cinco años:

Lamento mucho tener que dejárselos encargados, sé que tienen que estar muy ocupados ahora mismo con los pendientes para Lupa —Luna Loud miraba apenada a Lincoln , ambos mantenían las distancias pese a los deseos de la primera por acercarse—. De verdad creo que ésta sea la buena...

—No tienes que explicar nada Luna —Lincoln se notaba comprensible e incluso algo entusiasmado—. Siempre es un placer tener a Lyra por aquí, aunque esté entrando a la adolescencia sigue siendo la misma niña encantadora —Lincoln y Luna se sintieron felices de ver a Lyra jugar con la pequeña albina de cinco años en el patio de la casa—. A decir verdad me siento muy culpable por no haber podido ir a su fiesta de cumpleaños, no todos los días uno cumple diez años... Además, tú eres quién mas quiero ayudar ahora mismo.

Pese a que el tema no fuera del todo agradable en tomar para Luna, tuvo que admitir que le gustó recibir mimos por el que alguna vez fue su amor secreto. Claro que aquello ya hacía años, durante su juventud, pero seguía manteniendo al albino en un lugar muy especial en su corazón pese a lo unilateral de sus sentimientos.

—¿Crees que la pueda llevar a comer algo de la calle? ¿Tienes problema si me la llevo a por unas hamburguesas?

Luna sonrió encantada y se encogió en hombros.

—A Lyra no le gustan demasiado, prefiere la pizza —aún así no quiso que Lincoln se sintiera mal por no conocer los gustos de la niña—. Estoy segura de que a ella le encantaría comer contigo. Y no, no tengo ningún problema, coman lo que quieran. No tengo una mentalidad tan cerrada con la comida como Lori, son niños al final del día. Tal vez no sepas esto, pero Lana solía comer tierra o lodo de pequeña y es casi tan fuerte como Lynn, asi que dudo que un poco de grasa le haga daño a un niño.

Lincoln no pudo evitar reírse y recordar algo con cariño.

—Recuerdo cuando me llevaste a comer en Pizza y Juegos Gus, fue la primera vez que probé un emparedado de carne y doble queso en mi vida. Todavía no puedo comprobarlo, pero sé que esa cosa me hizo subir un kilo por cada mordida que le daba.

Luna también estalló en risas.

—Te salpicabas de salsa y grasa a cada que intentabas morder y me preguntaste por los cubiertos. Estabas tu llendo a lavarte las manos antes de comer y el que te preparó el emparedado se rascaba las axilas con la espátula... —Luna suspiró alegre de recordar, no tenía demasiados recuerdos privados con el albino, pero los que tenía eran preciados para ella—... Pero eso era lo que le daba el sabor al final, hombre.

—Me gustaría ir alguna vez, es una pena que lo cerrarán.

—Resulta que a la gente no le agrada comer encima de un nido de ratas, chico —Luna finalmente se ánimo y abrazó al albino, que tardó un segundo en reaccionar pero terminó aceptado el gesto gustoso—. De verdad agradezco que los cuides. Lemy ya no necesita de leche materna, pero detesto dejarlo siendo tan pequeño...

La castaña parecía querer echarse a llorar, últimamente ese niño y su Lyra eran las razones por las que ella vivía. No podía describir el cariño que les había agarrado desde el primer momento de haberlos visto, o bueno, sí...

Simplemente era amor de madre.

—Solo son unos días, Luna —el albino intentó animarla—. Lucy está encantada con su sobrino, Lupa lo mismo. Es un bebé hermoso y te prometo que lo cuidaré cómo si fuera mi hijo...

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