" La felicidad a tu lado "

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Elizabeth se recuperó muy bien del parto. Y al día siguiente ella ya estaba en casa. La familia de Meliodas fue a visitar a la nueva integrante de la familia. Todos estaban felices y contentos incluyendo al pequeño Adrien.

Gelda y Zeldris ya tenían fecha para su boda, la cual sería en dos meses.

Leslie veía a sus dos hijos tan felices con las dos mujeres que habían elegido para pasar su vida juntos que siemplemente ella sentía esa felicidad en carne propia.

Ese día ayudó a Elizabeth a dormir a la pequeña, la arrullaba y cantaba mientras ella veía feliz esa escena.

Cuando la bebé se durmió la recostó en su cuna.

-Sabes Elizabeth debo pedirte una disculpa.-

-¿Disculpa? ¿De que habla señora Leslie?-

-Es que cuando recién supe lo de tu matrimonio con mi hijo, quise separarlos por Liz, ella había pasado muy malos momentos llenos de angustia, la apoyaba a ella claramente. Pero el tiempo pasó y me di cuenta de que eres una gran mujer y sobretodo haces feliz a mi hijo. Me has dado una nieta, no puedo estar más feliz contigo y la vida.-

Elizabeth no contestó solo sonrió y dejó caer un par de lágrimas de felicidad, abrazo a su suegra y ambas se mantuvieron así unos segundos abrazadas.

Meliodas entró a la recámara y miro a su madre y esposa en aquella tierna escena.

-¿Ocurre algo?-
Pregunto entre preocupado y sorprendido.

-¡Oh no! Todo bien hijo, solo le agradecía a Elizabeth por la bella nieta que me ah regalado.-

Meliodas sonrió y se unió al abrazo de las dos mujeres.

Deshicieron el abrazo y Leslie salió de la habitación, dejando solos a aquella pareja.

-Tu madre es una excelente mujer Meliodas.-

-Estoy seguro que la tuya era igual Elizabeth.-

-Me hubiera gustado que la conozcas.-

Meliodas beso a su esposa en los labios y la invitó a descansar ya. Había sido un día muy ocupado.


Dos meses después.

Los Ángeles California

-¿Y entonces Zeldris Wood Iturralde aceptas como esposa a Gelda Valerious para amarla y respetarla por el resto de los días hasta que la muerte los separe?-

-¡Acepto!-

-Por el poder que me confiere la iglesia los declaró marido y mujer. Puedes besar a tu novia.-

Zeldris quitó el velo que cubría el rostro de Gelda y le dio un suave y tierno beso.

Todos los presentes aplaudían.

El gran día de su boda por fin llegó, todos vestían elegantes para la ocasión.

Elizabeth portaba un vestido color coral con zapatillas de tacón un poco altos de color dorado con accesorios del mismo color.

Veía a su hermosa amiga besar a su ahora esposo. Después su mirada se cristalizó un poco, se limpio sus lágrimas y miro por unos segundos a su esposo quién estaba sentado en una de las bancas de la iglesia junto a su hijo Adrien y la pequeña bebé Alissa, habían decidido llamarla así, la bebé estaba tranquila en los brazos de su padre.

Elizabeth sabía que la felicidad estaba ahí frente a ella, su esposo y sus hijos, porque aunque Adrien no era hijo de ella, lo quería y trataba como si de verdad lo fuera, el pequeño era bien educado y muy obediente.

* DOBLE VIDA *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora