Cold in LA

Capítulo 7

Just come a little bit closer

Me levante cerca de las seis de la mañana, tendí la cama y me cambié de ropa por la que traía la noche pasada, le dejé su ropa doblada a Jonah sobre la cama, busque un pedazo de hoja y un lapicero, para después escribirle gracias y dejar la pequeña nota sobre la cama junto a la ropa. Intente abrir la ventana de Jonah, después de un rato de esfuerzo lo hice.

Salí del cuarto de Jonah, con cuidado me apoye en el marco de la ventana y cuando estuve a una distancia razonable, salte hasta mi ventana, tome el marco de esta y con cuidado me apoye, la abrí con cuidado, ya que seguía mojado y eso lo hacía resbaloso. Cuando abrí la ventana, choqué con la humedad de mis cortinas, así que opté por dejar las ventanas abiertas para que estas se secaran.

Suspire pesadamente, mire la hora en mi celular y decidí por meterme a bañar. Tarde aproximadamente diez minutos, al salir me puse el uniforme de la escuela y preparé mis cosas.
Minutos después escuché como la puerta de la habitación de mis padres se abría y los pasos se acercaban a mi habitación, la puerta se abrió con delicadeza, mi madre entró y piso un charco de agua que estaba junto a la puerta.

— Lara, ¿podemos hablar? — dijo mamá ignorando el agua.

La mire, sin embargo casi al instante aparte mi mirada de la suya.

— Por favor, Lara.

— Mamá, no quiero pelear ahora... podemos hablar después de la escuela. — dije.

— Bien, como quieras. Bajas para desayunar.

— No tengo hambre, ya me voy.

— Lara, te deshidratarás. Tienes que comer. — replicó.

— Estaré bien madre, no te preocupes.

Tome mis cosas y salí de mi habitación, baje rápidamente las escaleras y salí por la puerta principal. Era demasiado temprano a decir verdad, sin embargo me tomaría mi tiempo para llegar a la escuela.

Al llegar, entre por el mismo edificio de ayer y salí por la puerta trasera para poder entrar al mío, el aire frío se hizo presente en ambos edificios y pensé que tal vez no había sido buena idea el no haber desayunado hielo esta mañana. Empecé a subir las escaleras para poder llegar hasta mi casillero, cuando llegue puse todos mis libros en él, aun faltaban diez minutos para que las clases comenzaran y casi no había estudiantes, así que no sabía que hacer.

Alguien tomo mi hombro por detrás y salte del susto, sentí como mis ojos cambiaron drásticamente y entonces alguien habló.

— Lo siento, Lara. No quería asustarte. — dijo tranquilo.

Al saber que era él me tranquilicé.

— No te preocupes, Nick. ¿Qué ocurre? — pregunté girándome a verlo.

— ¿lista? — preguntó

La pregunta de Nick me saco un poco de onda, no sabía para que debería de estar lista. Me sentía confundida.

— ¿lista para qué?

— Te dije que te enseñaría hoy el resto de la escuela. —sonrió .

—Oh, cierto, cierto. — respondí intentando sonar natural como si lo hubiera recordado.