Dollmaker (Yoonmin)

3. Fils?

Este es mi primer dia contigo de vuelta. 

El hombre desapareció sin dejar rastro alguno. Aún seguía sorprendido, cada vez que te tocaba te volvías de carne y hueso; podías hablarme, sonreirme y tocarme. Te tenía de vuelta. Te teníamos de vuelta. Los tenía de vuelta.

Ese mismo día, después de varios, Jimin hizo algo de comer. Moría realmente por volver a probar su comida, realmente extrañaba pasar tiempo con  ustedes. Una sonrisa escapó de mis labios al ver a mi familia de nuevo unida.

Pasaron las horas, cinco para ser exactos, se me había olvidado por completo la condición para estar contigo, y es que, todo se sentía tan real, todo esto era un sueño. Ya era de noche, y tu madre y yo nos resignábamos a dejarte solo un solo momento. ¡Dios, Jung Min!, había olvidado lo juguetón y travieso que eras. Habías tirado todos los platos de la cocina al suelo, la harina se esparcía por todo el lugar y tu, tu estabas todo cubierto de ¿mermelada?.  Te cargue en brazos, iba a bañarte, realmente todo esto era un desastre.

Te estaba bañando mientras tu jugabas con algunas burbujas. Los patitos de goma flotaban por el agua. Había demasiada espuma en la bañera, así que solo podía ver tu pequeño torso. Tu tez era igual a la mia, blanca, blanca como la nieve, blanca como esta espuma. Comencé a cantarte una pequeña canción, soy muy malo haciéndolo, pero aun asi lo intente. Intentaba buscar una canción perfecta para ti. Tantas canciones que deseaba cantarte. De mis labios comenzó a salir una melodía. Tarareaba "So Far Away", canción que compuse de joven. Estaba tan inspirado tarareando y recordando aquella canción, estaba tan tatuada a mi. Esa canción era una viva representación de mi pasado. Cada nota diferente. Cada vez que tarareaba una nota diferente, podía sentir nuevamente mis heridas abrirse en mis muñecas. Sentía como claramente ese líquido caliente bajaba de mis muñecas a mis manos. Sentía el ardor por como el jabón tocaba aquellas zonas. Ahí fue cuando me di cuenta, el dolor era real. Me asusté, grité, lloré; entre en razón, no podía abrir los ojos. 

Jimin estaba tocando fuertemente la puerta, podía escucharlo desesperado, pero no entendía el por qué, quizás eran por mis gritos y llantos. Hice un gran esfuerzo por abrir mis ojos. Sentía como si estos estuvieran cosidos. Los abrí fuertemente. Mis párpados se desgarraron, estaban cosidos, y ardían como el puto infierno. Podía ver como los trozos de mi párpado obstaculizaron mi visión. Entonces lo vi; mis muñecas estaban arañadas. Y mi pequeño Jung Min estaba, ¿estaba al fondo de la bañera?. No se movía. Entonces grité. Grité con todo el dolor en mi pecho. Saqué el cuerpo de mi hijo de ahí. Mala idea Min Yoongi.  

Mi hijo, no, esa mierda no era mi hijo. Jung Min me miraba divertido, las comisuras de sus labios estaban destrozadas, le faltaba un brazo, su pie estaba torcido casi ciento ochenta grados. Con su única mano sujetaba una aguja enorme, sus uñas eran garras. Su cabello estaba repleto de sangre seca y coagulada. Estaba justo como había quedado después del accidente. Su pequeño rostro se comenzó a transformar en algo espantoso; su piel comenzó a tornarse negra, negro obsidiana, su lengua pareció perder su lugar dentro de su boca ya que esta comenzó a moverse de manera extraña solo para hacer ir haciendo metamorfosis. Ahora su lengua media lo triple de lo que era, y esas horribles berrugas que la decoraban me estremecieron. Su cabello empezó a caer, dejando su cuero cabelludo casi brillante, si no fuera porque esas arrugas tan voluminosas cubrían su cabeza. Comenzaba  a desmayarme. Escuchaba como Jimin azotaba la puerta, quizás tenía consigo un arma, ya que hizo un pequeño agujero a la puerta con algo demasiado filoso. Metió su mano por ahí, y abrió la puerta. Lo último que vi fue como él se acercaba a la bañera para recoger aquella cosa espeluznante que era "mi hijo". Podía escuchar como susurraba mi nombre, o quizás lo gritaba, ya que caí inconsciente después de aquello.