Unido a Ustedes

02

Aquel manto nocturno testigo de incontables sucesos en aquella misteriosa y sombría noche, lamentablemente hay secretos que deben estar ocultos.

Correr era lo único que podía hacer, como si pedendiera de eso, bueno eso hace su vida depende de sus piernas, pero ya no tenía fuerzas.. Ya no podía correr más..

Diro a la derecha una mala pisada lo hizo perder el equilibrio dándose un fuerte golpe con el concretó, lo que faltaba, se doblo el tobillo.

A lo lejos escucho como un eco, como si alguien o algo, golpeara un barra de metal contra todo lo que toca, aquel ruido lo alarmó demasiado, se paro no le importo su tobillo, tenía que salir de ahí y llegar al lugar donde había más gente o por lo menos encontrar a alguien quien lo ayude.

-Te encontré~ - escucho mientras el sonido del eco también se detenía - por que quieres irte? Apenas comenzamos -

Recibió un disparo en la pierna, el arma no había emitido sonido alguno debido al silenciador, ese maldito estaba preparado para todo, trató de escapar mientras se arrastraba dejando un camino de sangre.

-por que huyes? Acaso es por mi? Jejeje pero te vas divertir! Te lo aseguro~ podría decir que casi cae por ese toque de inocencia falsa, pero en la forma de como lo miraba... Prefería ir al infierno que tenerlo al frente suyo...

Aquellos gritos de dolor tragos por aquella mocosidad Rojiza, sollozos con ganas de ser escuchados fueron sellados por aquel material, ojos con muestra de vitalidad fueron arrancados ante la vista del mismo demonio.

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El sol se empezaba a notar, el cielo rojizo combinado con el celeste de la mañana, mientras alguien dormía plácidamente, unas voces se escuchaban al otro lado.

-Esta despierto? - pregunto en voz baja pero emocionado el menor de todos quien daba pequeños saltitos para ver atravez de la puerta.

-No aún no, es nuestra oportunidad de sorprenderlo - habló el oji azul viendo atravez de la puerta como su hermano dormía.

-Quieres apresurar te? Fusion no cargarse esto para siempre sabias? - se quejo en voz baja el mayor era el quien trai el pastel, su madre tuvo que salir recientemente a su trabajo debido a una emergencia, ser enfermera no es fácil.

-Que no me digas fusion! estúpida col - se quejo el oji azul en voz baja, el oji carmín ladeo la cabeza, esto suele ser cansado algunas veces.

-a mi no me digas así recuerda que soy mayor que tu y me debes respetar - frunció el ceño, esto no es bueno...

-Lo haré cuando tu dejes de fastidiarme con mi nombre! Ya deberías saberte lo! - se quejo alzando ya un poco la voz, ah caray..

-chicos.. -

-Pues con gusto la haría.. O tal vez no? Te vez adorable cuando es tallas fusion, hasta diría que eres igual a un dulce monito - se rio levemente, por un momento se le vio las mejillas rosadas al oji azul, pero desaparecio cuando oyó el apodo, de nuevo.

-chicos...

-Hasta cuando me seguirás comparando con un mono! Y deja en paz mi nombre! - ahora si alzó la voz, un poco más y todo el vecindario se entera de la pelea.

-No creen que es muy temprano para pelear? -aquella voz los congeló por completo, lo habían despertado.

Inmediatamente escondieron el pastel entre todos, y miraron al mayor quien estaba en la puerta de su habitación con una playera negra y unos shorts azul oscuro, se sonrojaron levemente al ver a su hermano con una postura autoritarismo pero a la vez lo hacía verse más guapo de lo que ya es.