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¿Que estaba ocurriendo? 

Se sentía cansando, demasiado cansado. Solo podía el escuchar como el bullicio de la habitación se transformaba en simples susurros.

Su mirada, fija en el techo, sentía algo de corriente recorrer su cuerpo lo que su cuerpo salto un poco, veía la luz blanca que siempre iluminaba la habitación en donde se encontraba hospitalizado.

Podía recordarlos, los susurros que antes eran simples gritos rodeando su habitación, los llantos incontrolables, el llamado de su nombre y la sangre recorriendo. El siempre fue alguien enfermizo, sobre todo cuando era pequeño, pero con el paso de los años dejo de enfermarse tan seguido, ya no tenía que estar viviendo en el hospital.

A pesar de que era el segundo mayor de los trillizos, siempre fue algo débil, tanto físico como psicologicamente. Pero a apesar de eso, fue más fuerte que sus hermanos, el no vivía dentro de su propio mundo como muchos creen, proteger a la gente que quiere, a pesar de ser lastimado en el proceso, siempre fue su motivación, su única motivación.

Aquellos días oscuros eran ocultos bajo una máscara de felicidad, desde que tiene memoria nunca ha habido un momento de tranquilidad en su entorno, o bueno tal vez eran bastantes como para darse el tiempo de separar.

Los días en donde las botellas de vidrio impactaban contra el piso, días encerrados en su habitación, escuchando los lloriqueos ajenos. Siempre le gustó observar Pier la ventana, viendo como los pájaros volaban con tanta libertad que el mismo quería experimentarla.

Cuando el día del secuestro sucedió, cualquier padre estaría preocupado ¿No? Simplemente colocaron la denuncia y ni se molestaron en buscar, simplemente callaron sus llantos bajo las almohadas para no ser oídos. La desesperación de perder a alguien que amaba, lo destrozaba y lo hizo volver en un ser rebelde, sus padres no entendían su comportamiento, ellos nunca entenderán la desesperación que el sentía en ese momento.

Su salud empeoró esa temporada

Veía a sus hermanos pelear con sus propios demonio que los atormentaban, el era un simple espectador que no sabía cómo actuar, quería actuar ¿Pero como?

Volvió, el volvió. Fueron siglos para el apesar de ser solo un par de años, pero las noches oscuras donde los demonios atacaban empezaron a atormentar a su hermano mayor, días de insomnio, días donde vio esa mirada que tanto admiraba desaparecer. ¿Qué podía hacer un niño enfermizo? ¿Como podía ayudar?

Se escabulló a esa habitación donde su hermano agarro la maña de prender y encender el encendedor, el decía que el fuego era algo bello, tan bello que puede llegar a destruirte si tratas de tomarlo. Pero a él no le interesaba el fuego, solo los pájaros que volaban alto en el cielo y tan rápido que le era imposible atrapar a uno antes de que extendieran sus alas.

Se quedó varias noches como compañía, escuchaba lo que querían decirle y hablaba cuando veía que lo necesitaba o simplemente no decía nada y se mantenía en silencio, simplemente dando algo de afecto. Aunque había a veces que no entendía, como la vez que su Nii-san hablo de algo como jugar a las escondidas en la calle o simplemente de ser la sombra de la ciudad, devorando a las que se creen dueñas de todo.

No entendía lo que quería decir, pero escuchar a su Nii-san era algo que le gustaba mucho.

Un día los vasos dejaron de caer contra el suelo y simplemente la bebida roja de su padre hizo un enorme charco que fue difícil de limpiar. ¿Por qué mamá parece asustada?

Yuya parece cada vez más paranoico con su entorno ¿Por qué Yuri-nii actúa de esa manera? Nii-San nos llevó con alguien de bata blanca, detesto los hospitales, su olor era a veces insoportable al igual que adictivo. El cielo era bonito ese día, eso simples sería lo bonito de ese día.

Unido a UstedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora