La Verdadera Novia (Yan/Shi)

Capítulo XX: El comienzo del engaño

Yan Da estaba terminando de cepillarse el cabello, se sentía totalmente agotada por todo lo que había pasado ese día, la boda, la risa simulada de los invitados que la miraban con sorna como queriéndole decir que ella no era ser merecedora de ser reina, terminaron por agotarla, sin quererlo sus ojos empezaron a derramar muchas lagrimas, no pudiéndose contener dejo el cepillo en el tocador y se tapo con las manos sus cara para evitar dejar salir su pena.

Tan distraída se sentía estar con su pena que no se dio cuenta que Shi había llegado a su espalda y la estaba observando por algunos minutos hasta que la atrajo a su pecho sorprendiéndola le dijo al ver como ella quería liberarse de su agarre:

- No puedes alejarte, ya eres mía y eso no cambiara le dijo él apretándola más fuerte a él.

Yan Da sintió como era apretada con mucha fuerza sintiendo que el dolor se cercaba a sus brazos por lo que exclamo débilmente: - Duele Ying Kong Shi suéltame.

Al escucharla hablar Shi, libero un poco su agarre de ella solo aún sosteniéndola le volvió a hablar: - ¿Es tan difícil?.

Yan Da no entendiéndolo levanto la cabeza para mirarlo y le pregunto: - ¿El que?.

Shi se acerco hasta casi rozar sus labios y le dijo: - El dejar que yo te sostenga, ¿No podemos ser igual que antes?.

- No podemos ser igual que antes, tu me traicionaste, me mentiste, me usaste para traicionar a mi padre y mi tribu, por ti mi padre perdió sus poderes y tu lo quisiste asesinar con mi ayuda, yo te creía cuando dijiste que solo tomarías sus poderes y lo harías firmar un tratado con nuestro matrimonio, pero lo único que hiciste fue mentirme y usarme, por lo que no nada será igual que antes, ¡Yo te odio Ying Kong Shi!, le dijo ella empujándolo para ponerse de pie y caminar a la cama y recoger unas mantas de ella, empezando a caminar.

Shi al verla frunció el ceño y se acerco rápidamente a ella deteniéndola al tomarla de un brazo le dijo: - ¿Qué piensas que haces con esas mantas en la manos?.

Yan Da se soltó y fieramente le dijo: - Por supuesto yendo a dormir lejos de ti, dándose la vuelta para tratar de salir de los salones, pero Shi la abrazo por la espalda colocando sus brazos muy fuerte en su cintura a lo que ella forcejeo fieramente.

- ¡Suéltame Ying Kong Shi!, le grito ella volviendo a forcejear contra él.

- Nunca lo hare así, que más vale que te acostumbres tu vas a vivir, dormir y existir a mi lado, eres mi reina mi única reina, le grito Shi cargándola en su hombro y llevándola hasta la cama para lanzarla encima de ella.

Yan Da abrió los ojos al verlo como empezaba a deslizar la bata de su cuerpo quedando su cuerpo desnudo ante ella, retrocediendo en la cama tratando de alejarse de él, pero el no la dejo tomándola con fuerza de los hombros, ella trato de pelear con él lanzo duro golpes en su pecho pero no eran nada para Shi que cansándose levantó sus manos por encima de su cabeza presionándolas por su muñeca.

Se acerco a sus labios tomándolos con fuerza, mientras luchaba con Yan Da para que ella le corresponda pero ella trataba de voltear su cabeza a los lados hasta que Shi se presiona más encima de ella impidiendo que se moviera la siguió besando con fuerza, como ella seguía sin responderle aparto sus labios dándose paso en ellos empezando a besarla más intensamente, hasta que sintió como ella le mordía el labio inferior causándole daño hasta hacerlo sangrar.

Shi levanto la vista encontrándose con su mirada llena de cólera, rompiendo su calma le dijo afiladamente: - Muérdeme, desgárrame, mátame si es lo que deseas, pero ten por seguro que nunca vas a poder a escapar de mi tu eres solo mía, cada parte de tu cuerpo es mío así no niegues, escúchalo bien mi princesa tu eres la única que también eres mi dueña si deseas acabar conmigo hazlo porque yo te pertenezco también, pero solo recuerda me seguirás a donde vaya y yo te seguiré a donde vayas, si deseas mi muerte tu también me seguirás a ella, diciendo esto se lanzó a seguir besándola.