La Verdadera Novia (Yan/Shi)

Capítulo XVIII: Un cortejo con lágrimas de dolor

Yan Da avanzo entre los helados pasadizos de las mazmorras de la cárcel del reino de hielo, el príncipe de hielo como una muestra de su buena voluntad hacia le permitiría ver a su hermano y a su padre antes de que tomará su decisión, estaba acompañada de Yu Ling el cual observaba las celdas y a los prisioneros en ellas, la mayoría eran de otras tribus, algunos eran de la tribu de fuego los cuales quedaron encerrados en la cárcel, avanzo con mirada seria viendo la tristeza de los hombres y mujeres que estaban allí, hasta llegar a las últimas celdas que eran las mejor resguardadas.

Quiso acercarse ellas siendo impedida por uno de los soldados de hielo que no la dejaron llegar hasta los barrotes, tomándola del hombro diciéndole:

- Princesa Yan Da, no puedo acercarse a las celdas por seguridad lo tenemos prohibido.

Yu Ling reacciono poniéndose delante de ella quitando el brazo del soldado que la tenía tomada por el hombro, diciendole entre dientes:

- No te atrevas a tocar a mi maestra, sino quieres perder ese brazo en este mismo momento, lanzándole lejos de ella con su poder.

Los demás soldados los rodearon a ambos, pensando que podrían atacarlos, Yu Ling se puso en posición de ataque protegiendo a Yan Da por si alguien intentaba algo mirando cada uno de sus movimientos, hasta que Yan Da lo tranquilizo.

- Estate quieto Yu Ling, solo hemos venido aquí para ver como están mis padre y hermano, no queremos causar problemas, dijo ella.

- Si es así entonces la dejare pasar, dijo el soldado haciéndoles una señal a los demás para que regresarán a sus puestos, dejándole el paso libre a las celdas.

Yan Da avanzó primero viendo a su hermano Shou Gang, sentando contra la pared ella no podía sentir casi nada de su poder espiritual, aún el no tenía el brazo que le había sido arrebatado por Ying Kong Shi en la última pelea que tuvieron huyendo del palacio de hielo, estaba todo demacrado, con la piel curtida por el frió de la prisión de hielo parecía no haber comido en días.

Ella volteo a la celda de al lado encontrando a su padre, el cual solo tenía una delgada túnica y no portaba su poderosa corona del reino de fuego, no podía compararse a la imagen que siempre dio al mundo del supremo rey del fuego, no había rastro alguno de su poderosa aura, no quedaba restos de su grandioso poder el lo perdió por completo ese día en la pelea y este no regresaría nunca a él.

Yan Da se acercó a la celda postrándose ante los barrotes y llamó a su atención: - Padre, padre estoy aquí soy yo Yan Da.

El rey Hou Yi ni siquiera volteaba a verla, pensando que era parte de su loca imaginación, su hija no regresaría a buscarlo, él no merecía que ella lo buscara, así que no le daría gusto a ese fantasma que su mente creaba de voltear a verlo para que delante de sus ojos desapareciera.

- Padre por favor mírame, soy yo Yan Da tu hija, he regresado por ti y por mi hermano, grito ella.

- ¿Yan Da? mi hija, hablo el rey encontrándose con la mirada preocupada de su hija.

- Si soy yo padre dijo ella entrando uno de sus brazos por las rejas estirando sus manos hacía el queriendo que el las tomará, Hou Yi se levantó llegando a ella tomando sus manos, las apretó contra él.

- Yan Da mi pequeña niña, ¿Estás bien?, haz regresado aquí, no lo debiste hacer porque ellos te atraparán y encerraran con nosotros, ¡Debes irte rápido antes de que te vean!, dijo Hou Yi alterándose, haciendo que Shou Gang saliera de su sueño mirando a quien alteraba tanto a su padre.

- Mei mei, estás aquí ¿Cómo llegaste?, debes salir de inmediato ese loco de Ying Kong Shi, quiere tomarte como su consorte para adueñarse de nuestro reino, huye antes de que lo cumpla, le dijo Shou Gang arrastrándose hasta donde estaban las rejas para poderla ver mejor.