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Volvamos al hogar en el que hemos estado. La casa está un poco más animada, miembros de la familia se reúnen en la cocina para desayunar en conversación, en la casa por lo que vemos viven además dos animales, dos perros, la dueña de uno de ellos juega con él mientras que otra le prepara la comida, en el salón no hay nadie, solo la televisión que la habría puesto alguien que ahora estará ocupándose de otros asuntos. En el piso de arriba encontramos un cuarto vacío con las camas desechas, se tratará de los que están desayunando. Al lado hay otras puertas cerradas, parecen los cuartos de otros que aún duermen. No debemos entrar si no queremos molestar. Se escucha a alguien en las escaleras, es uno de los que vive ahí, se dirige a su cuarto (el que hemos visitado al principio) y se pone a hacer la cama.
Desde fuera se escucha unas campanadas a lo lejos, no son las campanadas que nos marcan la hora, son las campanas de la Iglesia. Es casi hora de ir a misa.

Un día en un pueblo en 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora