En esta historia Yu Yang y Li Huan no se conocen en la universidad. Yu Yang es jefe de Li Huan en una revista de moda muy importante, desde el primer día, Li Huan se enamora de Yu Yang que es un hombre gay declarado muy amado por todos sus empleados...
-Yang, ¿Estás bien? ¿Sos consciente de que me dijiste Li Huan? ¿Estás enganchado con alguien nuevo?- me preguntó Xiao, mientras se fumaba un cigarrillo. Yo miraba el techo, acostado, desnudo, tapado con la sábana, él estaba parado largando el humo por la ventana.
-Perdón, Xiao, no sé qué me pasó.
-No me pidas perdón, en realidad me excitó un poco. Ayudó a castigarte con más ganas.- Xiao rió.- En realidad, yo también me estoy enganchando con alguien...- me levanté de golpe y lo miré, me sorprendí muchísimo y un poco me preocupé. Él me miró a los ojos y sonrió.- No te preocupes, todavía no es nada serio. Creo que es amor no correpondido, el tipo es heterosexual, o al menos eso creo yo. Pero a veces siento que le intereso. No sé bien qué hacer... Pero por ahora estoy disponible...
-Pero, ¿Qué voy a hacer si vos no me cogés más?
-Este tal Li Huan... ¿Por qué no con él?
Porque es mi empleado y porque es un tipo muy serio. No. Gracias. No puedo, no podría. Él habla muy en serio, sé que es el tipo de persona que no me abandonaría y me daría mucho amor... Yo... no puedo amar.
-No, muy complicado.- sólo respondí y me volví a tirar en la cama.
Al rato nos levantamos y Xiao me cocinó un desayuno delicioso. Estábamos hablando con tranquilidad cuando mi celular empezó a sonar, era Ling.
-Ling, hola, ¿Qué pa--? ¿Qué? No te entiendo... Hablá más despacio...- Ling estaba histérica, me pedía ayuda, yo no entendía qué pasaba, hasta que por fin pude entender.- Bueno, voy para allá, esperame.- me vestí rápido, saludé a Xiao y salí corriendo. Las cosas se habían complicado.
***
-¡Yang, Yang! ¡Qué hago! Nuestro mejor patrocinador... el señor Ching, acaba de llamar muy enojado, muy disconforme, que no va a trabajar más con nosotros, por mi culpa... yo... sin querer arruiné su propaganda. ¡Yang, Yang! ¡QUÉ VAMOS A HACER!- Ling actuaba perfectamente, esa desesperación y esas lágrimas, me asusté un poco, ¿Qué clase de persona era Ling? Tenía que ser cauteloso con ella, pero no parecía mala persona, me estaba ayudando... pero este plan... - Sí, pude organizar una reunión, pero está muy enojado, me da miedo ir yo... Sí, ahora mismo, en el restaurante Milang, dale, gracias...- Ling cortó la llamada y sonrió, satisfecha.- Listo, ya empezamos con el plan, más vale que hagas las cosas bien, Li Huan...
-Ling, estoy preocupado... Este plan, me da pena mentirle a Yu Yang...- susurré.
-¡Basta, Li Huan! ¡En el amor y en la guerra se vale todo, y esto es como una guerra, con este pibe! Bueno, estás hermoso. Acordate de sonreír, y de, pase lo que pase, evitar a todas costas que Yang Yang se escape. Ya sabés cómo es él, apenas te vea va a armar un escándalo y va a salir corriendo, agarralo con fuerza. Bueno, me voy, esperalo acá con paciencia. ¡Muchísima suerte! Y acordate... una pelea perdida no es la derrota definitiva, si esto sale mal, siempre tenemos otra oportunidad. ¡Chau, chau! Después me contás todos los detalles sucios...- Ling se fue sonriendo y yo me quedé solo en la habitación.
Estaba en el restaurante Milang, en la zona vip, una habitación para mí solo, con un ramo de rosas en una mano y en la otra mi celular, ansioso, ¿Qué hora era? ¿Cuánto faltaba para que llegara mi jefe? Ojalá saliera todo bien. Ling me había vestido con un traje hermoso, que habíamos comprado el día de ayer en una tienda de alta clase. La habitación, el traje, las rosas, había gastado un dineral en todo eso, esperaba al menos hacer un poco feliz a mi jefe. Sólo quería hacerlo feliz. ¿Entenderá mis sentimientos o pensará que soy un psicópata por seguir insistiendo? Yo estaba cada vez más nervioso. Yu Yang iba a llegar a la recepción del restaurante, preguntaría por una cita que tenía con el señor Ching y lo traerían hasta esta habitación, abriría la puerta y me vería a mí, con el ramo de rosas, ¿Y entonces? "Gracias, Li Huan, te amo. Te elijo, vamos a estar juntos con siempre, haceme tuyo". Seguramente. Él se va a dar cuenta de cuánto lo quiero, sí, sí, sí...
La puerta se abrió. Yu Yang se inclinó enseguida, sin mirar bien a quién tenía en frente, yo me avergoncé muchísimo.
-Mil disculpas, señor Ching, me inclino ante usted y le pido sinceramente disculpas por...
-¡Yu Yang!- lo interrumpí. Él se quedó tildado al oírme, miraba el piso, y no se erguía. El silencio en la habitación empezó a asfixiarnos, se sentía una atmósfera por demás incómoda, no sé cuánto tiempo pasó, parecía que ninguno de los dos respirábamos, no queríamos movernos ni un centímetro, tiesos y con ganas de que nos tragara la tierra.- Perdón, yo...- Yu Yang salió del trance y se erguió, me miró con ojos furiosos, a punto de llorar.- Perdón, yo...- yo no podía decir nada más, las palabras no salían de mi boca, estaban ahí, pero no salían. Yu Yang se acercó a mí y me dio una cachetada de lleno, agarró el ramo de rosas de mis manos y me lo arrojó en la cara. Estaba rojo de la bronca, eso me pareció.
-Me decepcionaron.- susurró. Y se fue. No tuve tiempo de detenerlo, ni de hablar, ni de nada, me quedé ahí, llorando por dentro, porque como no me salían las palabras, tampoco las lágrimas. Creo que la cagué, muchísimo.
***
"Esa Ling es una hija de puta. Qué bronca. ¡Y Li Huan, haciéndole caso! ¡La voy a matar!", pensé mientras tiraba mi celular al piso, cuando salí a la calle, enfurecido. Respiré profundo, la imagen de Li Huan en ese hermoso traje, con ojos de perrito arrepentido, sin poder decir nada, se encargó de sacarme todo el enojo de encima. Agarré el celular. No se había roto, de milagro. Cómo no le saqué una foto... Se veía tan sexy... ¿Quedo muy incoherente si vuelvo a entrar y le saco una foto? Podría usarla de material para masturbarme... Maldito Li Huan, esto me hizo acordar de todo ese sexo imaginario con él... Me muero de la verguenza... Tan atractivo...
No, definitivamente está bien lo que hice. No importa que tan sexy y perfecto sea Li Huan, no me voy a involucrar con un empleado, y mucho menos con ese chico serio... Yo, definitivamente, el amor y los negocios no pueden ir juntos....
Continuará...
Muchas gracias por leer! Espero les haya gustado! Comenten, que me alientan a seguir escribiendo! Saludos!
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