𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨 𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 ʚ minv

❀||| last one

Ahí se encontraba, haciendo otro trabajo más para su carrera.

Nunca pensó que estudiaría medicina, pero la vida da muchas vueltas inesperadas, y eso lo sabía muy bien.

Se apoyó en el respaldo de la silla y suspiró. Se daría un pequeño descanso.

Aún vivía con sus padres, y a diferencia de otros compañeros, no se avergonzaba de ello. O sea, ¿qué tenía de malo?

Echó un vistazo a su escritorio y observó la ya desgastada foto de él y su mejor amigo, JiMin. Sonrió acordándose de cuando era todavía más joven, como si hubieran pasado muchísimos años. Se sintió nostálgico y como un viejito.

Tan solo han sido cinco años –y unos cuantos meses– sin la compañía del mayor, y tenía que admitirlo: lo echaba de menos.

Se levantó de ahí dirigiéndose a la cocina, tomando una manzana del cesto de frutas y yendo al comedor. Sentándose en el borde de la mesa, se quedó contemplando el lugar mientras le daba la primera mordida a la manzana.

A pesar de que había pasado un considerable tiempo, no dejaba de pensar en él, con quien no había hablado desde hace dos años, aproximadamente. Y a pesar de que el último año de preparatoria fue difícil sin su compañía, pudo acostumbrarse.

Al principio, cuando el peligris se fue, hablaban muy seguido, todos los días consistía en una llamada de posiblemente tres horas. Charlaban de todo lo que les pasaba y, cuando podían, conversaban por videollamada.

Suspiró triste al recordar como de un día a otro su amigo le dejó de hablar. No sabía exactamente porqué, pero le dejaron de llegar los mensajes, y lamentablemente el mayor no contaba con redes sociales para hablarle.

¿Facebook? Le parecía una basura con demasiados memes.

¿Messenger? Necesitaba de Facebook.

¿Twitter? No le entendía.

¿Instagram? Aburrido e innecesario, como todos los anteriores.

¿Tumblr? Oh, ¿eso seguía existiendo?

Solo le hablaba al rubio por mensajes, algo que le parecía práctico y rápido.

TaeHyung sonrió al recordar lo caprichoso que era el peligris, tenía gustos un tanto complicados, pero sin duda, lo amaba tanto que eso poco le importaba.

Iba a admitirlo, el más bajo tenía mucha influencia en él, tanto que hasta eliminó sus redes sociales.

Cambió su forma de pensar, pues aunque le costara admitirlo, antes era un tanto superficial y dependiente. Sin embargo, ahora era diferente, bastante.

Se consideraba a sí mismo como un hombrecito, alguien maduro, independiente y que puede apreciar la más mínima cosa que se le presente. Porque JiMin así era, pues por más payaso que se pusiera, en realidad era bastante inteligente y responsable, pensaba las cosas antes de hacerlas.

Bueno, casi siempre.

Pero algo que siempre admiró de él, era que de alguna forma, JiMin veía el lado positivo de las cosas, por más malas que fueran. Hacía frente a la realidad pero de una manera distinta.

Se quedó pensando, levantándose y tirando la manzana a medio comer al desperdicio. Regresó a su habitación y prosiguió con su trabajo, aunque lo tuviera que entregar dentro de un mes.

Le decepcionaba un poco que JiMin le dejara de hablar, pero la "culpa" era en parte suya, pues su carrera lo agotaba tanto que no se molestaba en tocar el teléfono.