06.

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Zoro: Él ya es el Rey.

Zoro aún no sabe porque acepto a hacer las cosas la manera de Nami con un plan ridículo de infiltración y disfraces en vez de simplemente derribar una maldita pared, pelear con todos los idiotas que quisieran ponerse en su camino, decapitar al estúpido rey por creer que es tan simple como secuestrar al capitán de los sombreros de paja y no tener que afrontar las consecuencias, y finalmente liberar a Luffy de donde quiera que lo tengan encerrado. Aun cuando cree todo eso, Zoro acepto ponerse el ridículo uniforme de la guardia real e infiltrarse en el castillo como Nami creyó que era conveniente.

Los pasillos están decorados con lo que Zoro cree son finas pinturas colgadas en las paredes y vasijas de cerámica en costosas mesas de madera barnizada. El espadachín de los sombreros de paja no se molesta en revisar las numerosas puertas que hay en el pasillo porque no puede sentir la presencia de su capitán detrás de ninguna de ellas y sigue caminando en la dirección que si siente las fluctuaciones del haki de Luffy. A pesar de que Zoro es acusado de tener mal sentido de la orientación constantemente, nunca se ha perdido cuando se trata de su capitán.

Cuando abre las puertas dobles al final del pasillo llega a la habitación principal, hay una larga alfombra roja que llega hasta los pies del trono del rey y junto a este hay una jaula en la que Luffy se encuentra peleando contra las cadenas que sostienen sus manos, su chaqueta roja esta empapada de sangre y parece que solo empeora entre más se mueve, pero Luffy sigue manteniendo la cabeza en alto y ojos desafiantes mientras observa al tirano rey.

– Tu – dice el rey, cuyo nombre Zoro no se molestó en aprender – acércate, esa no son maneras de entrar al palacio.

Zoro camina lento hasta quedar frente al rey y puede sentir los ojos de Luffy inspeccionándolo con desconfianza, pero es evidente que luego de algunos segundos lo reconoció porque ha dejado de mover sus brazos para quitarse las cadenas.

– Deberías arrodillarte frente a tu rey – exige el hombre, este tirano sentado en un trono que cree ser un rey. Zoro asiente, camina hasta donde está la jaula y se arrodilla sobre su pierna derecha, poniendo una mano sobre su pecho mientras observa a Luffy. El capitán solo ríe (shishishi) y el hombre en el trono hace sonidos de indignación.

– Con todo el debido respeto – dice Zoro, poniéndose de pie y sonriendo de manera peligrosa mientras desenvaina una de sus espadas– el cual es ninguno, creo que quedo claro que tú no eres mi rey. 

El significado de la libertad | ♛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora