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ERICK Mis pasteles para Joel han sido horneados por mucho tiempo, así que esperé a que mi amigo regresara del trabajo. No podía esperar hasta que mi gatito Joel me trajera. Por supuesto que quiero algo más que un gato, quiero un hijo, pero no sé cómo decirle a Joel... Me temo que no quiere un bebé.
Preparé un té caliente y fui a la sala a ver una película, pero en mi camino el timbre de la puerta me detuvo.
Sonreí mucho, puse el té sobre la mesa y corrí rápidamente para abrir la puerta. Y detrás de la puerta estaba el chico más bonito de mi vida con un gatito en sus manos.
- Hola amor, esto es tu Princesa. - Me besó en la mejilla y puso un gato en mis manos para que pudieras quitarte el abrigo.
Joel fue a la sala de estar y se sentó en el sofá mientras encendía la televisión mientras yo le llevaba los pasteles que preparé para él.
- ¿Qué les dices a mis pasteles? ¿Esta bien? ¿Es pequeña dulzura? ¿Quieres más chocolate?... - Comencé a preguntar porque estaba haciendo pasteles por primera vez, así que nunca lo he hecho antes.
- Tu pasteles son perfectos, realmente son muy buenos, pero ahora me pregunto si te gusta tu nuevo gato. - Me sonrió, pero mientras miraba a la princesa, frunció el ceño. - Porque no me gusta tu princesita, solo se rascó y lloró todo el camino a casa, arracándome el pelo.
Comencé a reír mucho él también se e echó a reír.
- Ven a mi, amor. - Mostró sus manos para ir hacia él. Me senté en sus rodillas y sus labios se acercaron suavemente a Los míos, hasta que se tocaron.
Nuestros labios se tocaron con furia. Sus besos fueron increíblemente perfectos, necesitaba nunca separarme el uno del otro. Sus manos se acercaron a mi camisa y suavemente me desnudó cuando recibí pequeños besos en mi cuello o en mis pezones.
- Va a ser perfecta esta noche. - Me susurró al oído y me puse rojo.
Mi respiración se estaba volviendo cada vez más difícil y en mis pantalones también. Necesitaba que Joel me dejara desnudo y me llevara a La habitación.
- ¿Qué haces, gato? ¡Esto es mio! - Joel se separó de mí y comenzó a gritarle al gato porque ella se comió los pasteles. - Esos pasteles son para mi, eres feo y malvado gato, te odio!
