4-[No lo creo]

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—¿Cómo me veo?

—Para mí te ves hermosa.

—¿Eso significa un "muy bien" o solo un "suficiente" para que cierre la boca?

—Las dos suenan bien.

—No ayudas en nada JiMin.— me queje  bufando por completo ante la presencia de mí mejor amigo. Por más que mi miraba al espejo no estaba feliz con mi atuendo. ¿Debía de estarlo?

—No, no debes. ¿Podrías dejar de decir lo que piensas en voz alta? — me vocifero desde el marco de la puerta. JiMin yacía con los brazos cruzados esperando— Bastante tengo escuchandote todo el día.

— Cállate. Estoy muy nerviosa.— tome la falta de cuadritos para subirla un poco más. Bien, así estaba bien.

— Solo es un chico, es más, ni le conoces. No tienes porqué impresionarle— bien, no lo conocía pero tampoco le iba a dejar una mala presentación de mi— Ah, JungKook  es un menudo suertudo. Ya quisiera yo tener a una chica tan linda como tú Hara.

¿Ya había dicho lo lindo que era este hombre? Sus palabras hicieron que mi sonrisa se plasmará en mi rostro. Suertuda la mujer que le tenga como novio y también maldita, me quitará a mi mejor amigo. Y eso, va a doler como los mil demonios.

Hara, JiMin no te pertenece. ¡Ya lo sé! Desgraciadamente no me pertenece.
Le ví por el reflejo del vidrio para responderle con mi sonrisa de oreja a oreja.

— Espero que sea como tú. ¿Son amigos, cierto?— se supone. Al instante veo como el rostro de JiMin se deteriora en una mueca. ¿He dicho algo malo? Ladeó un poco sy cabeza y volviendo a verme solo tronó la lengua con descaro.

— Ah, sí, somos amigos. Pero de que sea como yo... Bueno, ah, ya tendrás tiempo de descubrirlo cuando lo conozcas.

Me giro para verle ya lista con mi atuendo. Nada de maquillaje ahora mismo. Una falda de cuadros y un suéter color café. Tan simple como yo. Sin nada que esconder y sin impresionar a nadie.

—¿A qué hora llega? Quiero acabar con esto lo más antes posible.— aunque me sentía feliz no podía quitar el hecho de que estaba atascada de problemas y que ese chico era mi única salida. Quería terminar las cosas de una vez por todas.

JiMin observó su reloj de mano.

—Se supone que debe de estar aquí ah...

El sonido de la puerta principal se hizo presente en nuestra atmósfera. Mi estómago dio un vuelvo inesperado, y no sabía si era por el desayuno o por los malditos nervios.  JiMin abrió los ojos al igual que yo, nos había sorprendido.

—¡Mierda! — ah, claro, esa era yo al punto del colapso mental. JiMin desapareció de la puerta de mi habitación cuando gire para encararle—¡Oye, espérame!— le grité cuando escuché sus pasos bajando las escaleras. Joder, debía correr, muévete, Hara, tu debías de abrirle la puerta y recibirle.

Tome mi móvil de antes de salir como un rayo de mi habitación. Baje las escaleras con prisa para llegar al primer piso, juro que casi me rompo un pie al bajar el quinto escalón. Ah, JiMin menudo idiota, no debías dejarme sola.

—¡Maldito hijo de pu...!— calle al ver como un chico estaba al costado de mí mejor amigo en la puerta principal, este le había abierto la puerta. El chico llevaba sus manos en los bolsillos del pantalón y al mirarme pude ver que alzó sus cejas.

—Hara es un dama— alcance a escuchar antes de decir mi maldición. ¿Por qué nunca me detengo al escuchar?

— Vaya, me doy cuenta de eso.—  su voz me dejó anonadada. Mierda.

Matrimonio Fingido; jjk ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora