53-[Me adapté]

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Como duele el alma cuando pierdes lo que más anhelaba. Como duele el corazón cuando te arrebatan el amor en carne propia. Se suponía que en un lapso de tiempo uno tiene que recibir felicidad, ser feliz, ser estable. Se le llama recibir lo que el destino te tenía preparado con mucho anhelo y gratitud.

—¿Ya comiste?— la voz del chico alto y delgado se escucha tras la puerta. Bebé duerme en los brazos de su madre, pero se remueve al escuchar la voz de ser que ha estado muy impaciente con él.

—En un rato. —la chica agotada y de cabellos sueltos responde. No ha comido, ni siquiera ha abierto las ventanas para ver la luz del sol. Son las tres y media de la tarde y no ha pegado un pie fuera de la cama.

Y es que solo han pasado nueve meses. ¿Quién olvida al amor de su vida en nueve meses?

Ni mierda, personalmente llevo más de siete años tratando de superar a un amor que se llevó todo mi puto amor en las manos un viernes a las cuatro y media de la tarde. -autor.

—No me mientas, ni siquiera has salido de la cama. Vengo a ver a bebé, voy a pasar.

Un JungKook atraviesa la puerta y se abalanza a la cama con fuerza. Por suerte Hara lo sabía de antemano y toma con fuerza a su bebé para que este no se lastime.

—Te he dicho mil veces que no hagas eso, no cuando este...

—El bebé, ya lo sé. Ya lo sé. —JungKook se levanta para tomar al bebé en brazos y sacarlo de esa frustrante habitación—. Ven acá, mamá está molesta otra vez.

Hara rueda los ojos y ve lentamente como se llevan a su pequeña cría en brazos. JungKook antes de salir se da la media vuelta para encararle que debe salir de la cama. Que debe de tomar una ducha, lavarse los dientes y comer un poco de lo que preparo Jin.

—En un rato bajo, te lo juro.

JungKook no cree nada de lo que dice, pero le reprocha que si no hace lo que le ordeno, él vendrá a hacerlo y no le gustará como lo hace.

Hara se levanta para checar la hora en su móvil, no le queda de otra más que levantarse y hacer lo que le ordenaron. Mientras recorre su camino, procede a cantar un poquito de aquella canción que tarareaba su querido...Taehyung.

Suspira al acordarse de aquello. Puesto que la cosas no sanan en un breve tiempo, mucho menos sin ayuda profesional. Y ella se negaba a salir de su habitación. ¿Cómo podría si quiera ayudarse así misma si ni siquiera lo intenta?

—Te has tardado ya mucho, voy a entrar. —Hara coge su ropa interior mientras esta envuelta en una toalla y corre al baño para terminar su labor.

La puerta se cierra.

—¡Me estaba cambiando!—alguien grita molesta mientras se pone el panti.

—¡Bebé ya tiene hambre!— Afuera de la habitación alguien quiere que Hara salga de inmediato a hacer sus labores maritales.

—En un momento bajo, dame cinco minutos.

—Necesito esos cinco minutos para hablar contigo de algo importante.

Hara por fin termina y sale del tocador para encontrarse con un JungKook sucio de la playera por vomito de bebé.

—Euw, bebé debe dejar de repartir mi leche por la boca.

Hara pasa de largo para tomar un cepillo y proceder a consentir su cabello.

—Deberías de modular tu lenguaje, hay niños pequeños aquí.

—¿De qué quieres hablar?—ignora su represión.

—De nosotros.

Uh, a Hara le tiemblan las piernas cuando escuchó decir un "nosotros ".

—¿Nosotros?

—Ujum. —responde con tranquilidad mientras se levanta de la cama y se acerca a ella.

—Nunca hubo un nosotros, JungKook. —Hara se pone un poco nerviosa, se aleja un poquito y choca con la punta de la repisa que tiene detrás de ella—. Además, yo...no estoy lista. Quiero decir, sabes lo que pasó y yo.

JungKook se acerca y la toma por la cintura, rompiendo el espacio personal.

—Lo sé, pero yo siempre estaré aquí, para ti. Para ti y para bebé, ¿entendiste?

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⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

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