Sin respuestas ☾Fresh x Paper Jam☽

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Para Paper ese día fue como cualquier otro, levantarse, ir la primaria y regresar a casa.

Todo iba como siempre, hasta que llegó la hora del almuerzo.

El esqueleto azabache no dejaba de ver su plato de comida, no era lo que usualmente servía el de ropas coloridas.

—Es raro que no haya sopa hoy ¿A qué se debe este cambio?

—Un almuerzo saludable, bro.

—¿Saludable?

—Menestras, verduras, carne, papa— Contaba con sus dedos las cosas que llevaba el plato.

—Ya me estaba acostumbrando a la sopa que hacías.

— Sorry, kid. But Geno y Blard al enterarse que te daba en mayoría dulces casi me matan, más Geno pero es igual.

—Ppft eres un idiota ¿No? —El menor ocultó con la bufanda su leve risa.

—Well siempre me lo dicen —Aunque fue por un segundo, pudo apreciar la sonrisa del contrario.

Su relación con su sobrino iba avanzando, él se veía feliz.

—Hoy vamos a salir —Comentó luego de un rato.

—¿A dónde?

—Ya lo verás, así que come rápido, Paper —El mencionado solo asintió y prosiguió a comer.

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—¿Ya llegamos? —Preguntó por sexta vez, el contrario negó.

Paso unos segundos...

—¿Y... ahora?

—No, todavía no, deja de preguntar, kid —Respondió algo cansado de las constantes preguntas.

—Si tan solo me dijeras donde estamos yendo... —Dirigió su vista a la ventana del autobús— Ni siquiera una pista me has dado.

—Oh no te molestes, plis —Dijo en tono suplicante, mas al ver que no parecía funcionar sacó algo de su bolsillo— Mira, tengo caramelos ¿No quieres?

—Eso no funciona conmigo, estúpido... — Dijo molesto sin apartar la vista de la ventana.

—Por lo menos quería intentar — Río nervioso, logró el efecto contrario— Ya casi llegamos igualmente.

Sólo bastó unas cuantas cuadras para por fin bajar del autobús y empezaron a caminar.

—¿No quieres en verdad los caramelos?

—No... —El adulto dudó en la respuesta del menor— Bueno sí...

—Ten, Tinta Jr.  —Sonriente se dirigió al de bufanda, hasta que...— Pero no se lo digas a Geno ¿Okey?

—Sí, no se lo diré... —Con los dulces en sus manos ya estaba.

—Que melancólico — Susurró recordando viejos recuerdos.

—¿Dijiste algo?

—No nada... Mira, ya llegamos.

—¿Todo este trayecto para ir a un parque? —Miraba con extrañeza la entrada.

—Un gran parque, hay muchos juegos, entre otras cosas —Se aproximó a entrar.

—Como sea —Con indiferencia respondió y notó la falta de bolsillos en su vestimenta, así que no podía guardar lo que tenía en sus manos— Guárdalo por mí ¿Si?

—Claro —Los caramelos volvieron a su antiguo lugar, y Fresh pronto vio que estaban a un lado de la área de juegos— ¿Por qué no vas a jugar? Yo estaré cerca viéndote, si pasa algo me avisas.

—¿Luego podemos ir por helados?

—Eso sería genial.

El tiempo transcurrió y todo parecía ir bien, aunque el mayor mientras observaba a su sobrino pensaba si era seguro que él jugará llevando un vestido, pero si lo pensaba más era igual si estuviera con un pantalón. No había problema, no creía que el de bufanda se...

Demonios, se cayó.

—¿Estás bien, kid? —De forma apresurada se acercó al menor.

—Sí, estoy bien, solo me raspe —El menor se levantó con cuidado y sacudió parte de su ropa.

—Supongo que es hora de regresar a casa.

—Vas a comprar los helados ¿No?

—No me olvido de eso, ven —Cargó al menor aunque esté no parece muy cómodo— Es por tu herida, seguro que no puedes caminar bien ¿No?

—Estúpida herida —Maldijo en voz baja.

—Hey, escuché eso.

Muy pronto iba a oscurecer, así que apresuró en comprar los helados para volver rápido a casa.

Ya en el carro, seguía sosteniendo en brazos a su sobrino, era de las pocas veces que podía acercarse tanto a él sin ninguna protesta, el menor prestaba atención en comer su helado de chocolate y ver por la ventana, así que no notaba la mirada puesta en él, ni las falanges del mayor acariciando su cráneo.

—Oye, deja de hacer eso —Terminó de ingerir su helado y pronto notó la actitud del contrario.

—Eh, lo siento.

Ya no tenía al menor en sus brazos, se alejó.

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Al abrir la puerta, el de bufanda fue el primero en entrar, quería ya ir a dormir.

—Antes que te vayas, ven para ponerte una curita.

—Ya voy.

Tomó asiento y el de ropas coloridas se aproximó en poner dos curitas en su tibia.

— Solo falta una —El azabache pensó en donde podría ser, hasta sintió en su pómulo como era puesta la curita— Listo.

—Gracias... —No pensó que se había caído tan fuerte.

—Siempre tan descuidado, tinta...

—¿Pasa algo?

—No, nada.

Terminó yendo a su habitación, dejando solo al Paper.

En verdad, sí quería preguntar algo.

«¿Te gusta estar aquí conmigo, consideras tu hogar este lugar?»

Supongo que se quedará en la duda.

Además... se equivocó, de nuevo.

"Tinta"

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Sorry por demorar en actualizar, los estudios y eso.

A partir del próximo capítulo, Paper ya tendrá once años.

:)