Sin respuestas ☾Fresh x Paper Jam☽

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¿Qué hora era?

Estuvo mirando su cuaderno y perdió la noción del tiempo. Se suponía que intentaba terminar los últimos ejercicios de matemáticas, pero lo único que podía hacer era con un lápiz golpear ligeramente el borde de la mesa.

¿Cuándo iba a ser día que Fresh volvería?

Sabe que no hay de que preocuparse, él esta bien, pero no puede evitar querer verlo, tenerlo cara a cara y no solo escuchar su voz aunque apreciaba cuando llamaba.

Estaba harto de esos estúpidos sentimientos que persisten aunque hayan pasado tres años, en los cuales no ha pasado mucho.

Cumplió dieciséis, ahora era más alto que antes.

Incubux ahora está en la universidad así que ya no lo ve tanto, igualmente en su escuela tiene a Dante que es menor que él por dos años. Junto a ellos sale algunas veces a comer o ver alguna película.

Oh, y hay algunas chicas que por alguna razón están interesadas en él. No entiende eso, ni las conoce y tampoco ellas le han hablado o algo. Se incomoda algunas veces cuando hablan a sus espaldas como si él no las escuchará. 

Y además de todo lo anterior, tenía a su lado siempre a sus... Geno y Blard, bueno... ¿tíos? Todavía no se acostumbraba a llamarlos de esa manera, tampoco a Moka y Rai que serían sus primos. Que tenga que llamarlos así por ser su familia, era difícil. 

En conclusión, ahora no estaba solo, mas siempre faltaría una pieza en el rompecabezas el cual era su vida.

Tan metido en todas esas metáforas, que no dio cuenta que todo estaba en silencio, algo sumamente raro, hasta que escuchó la puerta ser tocada, un escalofrío pasó por su cuerpo. Decidió ignorarlo mas los golpes siguieron, cada vez se hacían más fuertes.

Evitaba emitir algún sonido que pudiera delatar que él seguía en su habitación.

Dejó caer su cráneo en la mesa y contuvo sus ganas de abrir la puerta y decirles que lo dejarán en paz.

—Aquí estaban... —Parece que alguien podría salvarlo de esta situación— ¿Paper Jam, estas ahí?

Ahora no tenía otra elección que responder.

—Sí, estoy aquí, Blard —Dijo con desgano— ¿Podrías decirles que estoy haciendo tarea? —Estar en su habitación era como un especie de refugio de sus primos tan molestos, segun él.

—Sabes que si los sigues evitando, más querrán estar contigo —Lo sabía, no había que repetirlo. 

—Sí, sí, ya sé —Se paró de su lugar y fue directo a la puerta para abrirla, encontrándose a sus dos primos menores, los dos sonriendo al verlo salir— ¿Qué quieren ahora?

—¡Buenas noches! —Dicho esto, se retiraron corriendo felices.

—Los odio... —Susurró, no era cierto pero algunas veces lo sacaban de sus casillas. La última vez lo mancharon con pintura roja en todo su rostro, nunca les volvería a enseñar a dibujar y mucho menos con pintura.

—Sé que los quieres mucho.

—Lo que sea.

Su vida se volvió menos aburrida con la llegada de esos dos engendros considerados sus primos, aunque no podía quejarse, Moka y Rai son unos angelitos en comparación a otros niños que tuvo la desgracia de ver por la calle.

Aún recuerda el día del nacimiento de sus primos. Geno y Blard fueron al hospital, así que él se quedó solo en casa.

Aquella noche no pudo dormir, le aterraba el hecho de que Geno no pudiera. Y en lo más profundo talvez deseaba que esos niños nacieran bien.