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—¿Y bien? —Decidió llamar a su big brother para ver si necesitaba ayuda en la boda que se aproximaba— ¿Cómo va todo?

—No fue buena idea pedir ayuda a Reaper ¡Él muy idiota quiere que haya café! —En su tono al hablar se notaba la molestia a kilómetros— ¡Café!

—Chill, dude —Rió al escuchar a su hermano tan enojado después de tanto tiempo, era como volver a esos buenos días— ¿Qué hay de malo con el café?

—¿En serio estás preguntando?

—Entiendo tu punto, no quieres que haya una fuente desbordando un glorioso café negro en la boda, lo sé.

—Voy a ignorar lo que acabas de decir.

—Reaper es un emo hipster, obsesionado con el café, no sé qué esperabas, tan solo no le hagas caso.

—Claro que no iba a hacerle caso.

—Puedo echarte una mano en mi momento libre.

—¿Hablas en serio?

— Si le pediste ayuda a Reaper es porque estás desesperado ¿No?

—Tal vez... ¡Pero vas a tomarlo en serio!

—Of course, nos vemos el sábado en mi casa.

—Estaré ahí a las dos, nos vemos.

—Bye...

Colgó la llamada y tomó asiento de nuevo en el sofá.

—Por lo que veo, todavía no terminan los comerciales.

—¡Duran una maldita eternidad!

Era viernes por la noche, un gran día para salir e ir a un fiesta con unos amigos después de una jornada de trabajo.

La idea suena genial si tan solo no estuviera lloviendo y sería mejor aguardar debajo de las sábanas de tu cómoda cama.

Por eso se encontraba ahí.

En el sofá con Paper Jam viendo la televisión envueltos con una manta cada uno.

—Emma es un tonta, si lo quiere debería decírselo antes que se vaya.

—Si las cosas fueran tan sencillas, ya hubiera terminado la novela.

—Solo pido que deje de preguntarse si en verdad lo ama o no. Hace que Ernesto quedé ilusionado como un idiota.

—Serio en estos temas ¿No?

—Claro que sí —Refunfuñó al hacer muy obvio su importancia a la novela que daba a las ocho de la noche. Dejó de pensar en aquello y tomó atención en los dos pequeños imanes que tenía en sus manos, intentaba juntarlos.

—¿Quién te dio eso?

—¿Esto? —Miró por un segundo los imanes— Me lo encontré por ahí.

—Uhmm —No creía en eso— Déjame adivinar... Cuando te refieres que por ahí lo encontraste, en verdad quieres decir que alguien de ropas banco y negro te las dio ¿No?

—Eh... —Se tensó por un momento— No.

—¿Es tu amigo? —Esperó la respuesta del menor— Paper Jam.

—Sí... —No le quedaba otra que decir la verdad.

—¿Por qué no me comentaste nada?

—No te importa —Ignoró por completo al de ropas coloridas.

—Sabes, yo solo...

—Ya empezó.

Solo por esa vez dejó el tema.

Era una casualidad que encontrará a Paper Jam con aquel niño en los columpios al regresar del trabajo.

Casualidad la primera vez, después fue por ese camino para ver que su sobrino estuviera ahí y no en otro lugar.

Su primer amigo, la persona en la cual confía, ríe y pasa tanto buenos y malos momentos.

Ya sabe como esas cosas terminan.

Esperaba que no fuera el caso del azabache.

Su pequeño sobrino.

El cual ya no confía en él.

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Me quería desaparecer por unos meses, pero no pude, lamentablemente no está en mi naturaleza... por ahora. ^^

Bueno...

¿Antes y meses,no?

Sin respuestas ☾Fresh x Paper Jam☽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora