Sin respuestas ☾Fresh x Paper Jam☽

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Nublado.

Al salir del colegio, no esperó ver el cielo grisáceo como si estuviera a punto de llover. Algo gracioso sin duda, en la mañana parecía que iba a ser soleado en todo el día. Mas para él no tendría que haber sorpresa, después de todo en esta ciudad el clima es algo alocado.

Bajó su mirada y prestó atención a su alrededor. Parado en medio de la entrada del colegio, alumnos pasando, unos cuantos padres. 

Los adultos esperaban a que sus hijos salgan y vuelvan a su hogar juntos.

—Uhm...

Dejó esos pensamientos de lado y emprendió su camino a casa.

El aura se volvió deprimente.

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—Uhg, que molesto.

A mitad del camino, la idea de que pronto iba a llover se hizo realidad.

Llovía de forma leve, igualmente irritaba al azabache sentir las gotas caer en su cráneo, hombros... bueno, en todo su cuerpo.

Cuánto desagrado a la lluvia tenía.

Empezó a correr, con el fin de volver a casa más rápido, además de evitar a los transeúntes que lo veían, seguro por estar sin un paraguas...

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Estaba seguro que si permanece un rato más afuera bajo este friolento escenario se enfermería. Por suerte, ya no estaba tan lejos, solos unas cuadras y llegaría a casa.

Aunque pensándolo mejor... De a poco, su paso fue disminuyendo.

¿Por qué volver tan pronto?

No hay nadie esperando su regreso.
Fresh está trabajando, regresará en la noche.

Dio un paso hacía atrás y miró por donde había venido. Sabía que toda su ropa esta empapada, tiene que cambiarse....

Mas hoy no quería volver a casa... por ahora no. 

No desea enfrentar la soledad en su cuarto.

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Como lo pensaba, el parque estaba vacío. Toda persona sensata se iría a refugiarse de la lluvia, mas él estaba en el lugar menos apropiado en ese momento.

Se acercó al árbol más cercano, un roble. Posó su mano sobre el tronco y notó unas cuantas hormigas caminaban en este, eran pequeñas, nada que temer.

Volteó su vista, la lluvia era más intensa.

Se sentó de cuclillas, no había mucho que hacer, solo apreciaba como caían las gotas sobre un charco no tan lejos de él.

Un momento solo para él. Lejos de los estudios, de Fresh y las incógnitas que lo hostigaban hasta en los sueños. Hundió su rostro en su bufanda, de nuevo ese sentimiento de melancolía y desesperación abarcaba en su ser y la única forma de calmarse era... abrazando esa bufanda.

—No eres especial o algo, solo... —Apretaba suavemente la prenda.

—¿Entonces por qué siempre la llevas puesta? —Oh, esa voz, volteó a su derecha, y ahí estaba Fresh con un paraguas y bolsa en mano. Un trueno a lo lejos se puede escuchar— Vamos a casa, kid, te puedes resfriar.