Susurro negligente

IV

-Lo entiendo-repite, alejándose de mí un poco.

Trato de decirle algo, pero levanta la mano para detenerme. El corazón me estaba punzando y quiero romper en llanto. ¿Qué va a hacer? ¿Me va a dejar? Aunque es lo que merezco, no lo podría soportar si realmente lo hiciera. Siempre ha estado ahí para mí desde que éramos niños pequeños. No sé qué haría si desapareciera de mi vida de repente.

-No...no sé exactamente qué pasó entre ustedes dos. Pero...sé que algo pasó. Estuviste actuando extraña desde que volví de Europa. Yami no quería decirme nada y me estaba tratando muy fríamente. Entonces así fue como empecé a descubrir que algo pasó entre ustedes.

Le digo que lo puedo explicar, pero no quiere que lo haga. Dice que prefiere no saber los detalles y luego, como supuse lo que haría en el inicio, me sonríe y me da un reconfortante abrazo.

-Si eres feliz con él, no me importa en lo más mínimo. Te amo, pero si prefieres estar con él, entonces no me interpondré en tu camino.

Niego con la cabeza y le digo que Yami no es la persona con la que quiero estar, pero no parece creerme.

-Te dije que no me importaba. Sólo admite si lo amas. Entenderé, no te preocupes-me explica en un tono reconfortante-no estaré molesto.

Eso fue una completa mentira y ambos lo sabemos. Sus lágrimas en sus grandes ojos amatistas probaron que su declaración fue completamente falsa.

Hago lo mejor que pueda para que quede claro de que lo amo y que nunca quise que esto ocurriera entre el espíritu y yo. Deseo que me escuche y me crea, pero mis palabras parecen atravesarlo. Él sigue reiterando el hecho de que está bien conmigo amando su otro ser.

Finalmente estuve muy frustrada y lo agarro de los hombros y, desde que él es más bajo que yo, lo sacudo bruscamente. Eso ganó una mirada confundida de él y la indeseada atención de los compañeros.

Le supliqué que escuchara a las palabras que estoy diciendo, pero su expresión parece perdida y sus ojos permanecen nublados y llorosos.

-¡Yugi!-lloro-¡Yugi por favor!

Lágrimas se están formando en mis ojos ahora, cayendo por mis mejillas y haciendo que el rímel corriera.

-Hey, ¿qué está pasando?-Jonouchi y Mai vinieron, ambos parecían preocupados al mirarnos. Nosotros estábamos llorando y todavía tenía un agarre firme en los hombros de Yugi.

-¿Por qué se están comportando así?

Yugi, liberándose de mi agarre, corre de la pista de baile y fuera del gimnasio. Me ocupo de él tristemente. Jonouchi y Mai voltean hacia mí, ambos poniendo una expresión confusa.

Me excuso y digo una pequeña disculpa, corro tras él.

No puedo perderlo. No ahora. No nunca.

Lo amo.

-¡Yugi!-grito-¡Yugi, por favor vuelve!