Capitulo Treinta y Cuatro: CAMISA NEGRA Y CORBATA ROJA.

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(Cambio de narración ☺️)

Alex ☺️:

Subí a mi habitación realmente exhausto, abrí la puerta de la habitación y bote mi mochila por alguno de esos lares, me tire agobiado en la cama, saque el iPhone de la bolsa lateral izquierda de mi pantalón entallado y mire algunos mensajes los cuales ignore. Abrí mi carpeta de fotos y mire algunas que me tome con Alondra, mire a la esquina de mi cama y mire que mi ordenador portátil estaba hibernando.

- ¡Bien! - Susurre al pensar en la hazaña de que no tardaría nada en prenderse.

En seguida de aquel brusco movimiento - donde por cierto cayó mi movil - sonó el cotidiano sonido de un mensaje entrante, abrí mi ordenador y al instante me estire por mi teléfono.

"¡TE ESPERO CON DIANA!" - Decía el mensaje de Alondra citándome en nuestra acostumbrada estética.

Cerré mi ordenador con la pantalla bloqueada y baje corriendo provocándome que mi pequeño dedo chocara contra un extremo de la puerta, mis zapatos estaban en algún lado botados, las escaleras de mi nueva casa estaban completamente forradas de terciopelo gris, me daba un poco de asco caminar por ahí, pero diario había alguien que las limpiaba.

- ¡MAAAAA! - Grite brincando del tercer escalón a la sala.

Abrumada por mis gritos mi mamá soltó un "¿Qué diablos quieres?".

- ¡Hoy es el PROM! ¿Recuerdas? - Dije molestándola mientras alborotaba su cabello.

- ¡Ey! - Me ignoró. - Pero dijiste que no irías y tu hermano y tu padre fueron a buscar alguna película para mirar mas tarde - Agregó distraída en sus contratos.

- Si, solo que Alondra me ha pedido que la acompañe a que se arregle al salón, ¿Puedo? - Pregunte haciendo muecas desesperadas y melosas.

- ¿Ir a arreglarte al salón? - Preguntó con muecas entretenidas.

- ¡OBVIO NO! Acompañar a Alondra - Dije. - Pero no me caerían mal unas extensiones rubias y uñas postizas - Mencione sarcástico mirando mis manos.

- Cuando pensé que no podrías ser mas gay, escuche eso - Menciono poniendo los ojos en blanco.

- Bueno, entonces al rato vuelvo - Dije buscando mis New balance platinados y salí corriendo.

Camine 3 calles y ahí estaba mi amiga con una falda estilo Vintage y entablillada, marcando cintura aquella chica me miraba con ojos de "¡Apúrate gran estupido!".

Rápidamente la tome de la mano y cruzamos Tacuba y Brasil, por fin habíamos llegado, Diana nos esperaba con una tremenda y excitante sonrisa.

- ¿Estas lista bonita? - Soltó la multicolorida chica, pues su cabello se encontraba en una capa de múltiples colores, podría ser que debajo de él encontraras a un duende con una vasija de oro o encontraras a un unicornio corriendo por el.

Ambas guapas chicas se metieron al estudio que estaba hasta el fondo y cerraron la puerta negándome la entrada.

- ¡Para eso me trajiste! - Le grite a Alondra haciendo que todos los clientes voltearan a verme.

Después de una larga charla con Dennise - la dueña de la estética - y unos cuantos tragos de aquel raspado que habíamos salido a comprar, salió una chica rubia, con el cabello a los hombros y esponjado, desconocía a esa guapa joven - estaba siendo exagerado -.

- ¡DIOS! Te ves increíble - Grite en cuanto dio dos pasos fuera del estudio. - Me recordaste a Taylor Swift en su nueva etapa de Blondie Bitch - Mencione con el cerebro congelado por mi raspado de mango.

THE BEAT OF THE MUSIC: NUESTRO INICIO #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora