Capítulo 5 (Maratón 1/3)

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Christopher

Después de más de 10 horas en el avión, por fin he llegado a México. Mientras me subo al taxi, llamo a Annie para que me ayude a preparar la sorpresa para mi Dul.

- Hola Annie, soy yo, Chris. ¿Cómo estás? -

- ¡Chris, Hola! Estoy bien, ¿y tú? Dul me contó que tenías que quedarte más tiempo en España. ¿Cómo va todo por allá? -

- Sí bueno, la verdad es que, en realidad, acabo de llegar a México. Le dije a Dulce que me quedaría más tiempo en España porque quiero preparle una sorpresa. De hecho, por eso te llamo. Necesito que, luego de que salgan de la galería, invites a Dulce a hacer otra cosa, para que así yo pueda estar en la casa preparando la sorpresa. ¿Podrías hacer eso por mí? -

- ¡Por supuesto Chris, cuenta con eso! Me alegra que ya estés de vuelta. He visto muy mal a Dul. - dice Annie con la voz cargada de preocupación. - Chris, quizás yo no debería meterme en esto, pero me preocupo por ustedes. Dulce está cansada de que estés todo el tiempo en el trabajo. Incluso hasta cree que quizás tienes una amante, pero estoy segura de que no es así. Ella se siente insegura de su matrimonio y las pinturas que ha hecho en los últimos días reflejan una tristeza profunda. Christopher, yo sé que tú la amas. Veo el brillo en tus ojos cuando la miras y hoy me lo confirmas todavía más. No sigas arriesgando tu matrimonio. Dulce te ama, pero a veces la soledad es mala consejera. Sé el por qué trabajas tanto, pero ¿piensas que vale la pena perder a tu esposa por todo eso? No permitas que un amor como el de ustedes se pierda. -

- Tienes razón, Annie. Mentiría si no te dijera que a veces pienso que un día Dul se cansará y me dejará. Y no quiero perderla. Por eso, ahora que logré salvar la sede en España de la ruina, quiero irme de vacaciones con ella. De ahora en adelante voy a darle el tiempo y la atención que se merece. Si pierdo a Dulce, me perdería a mí mismo. Ella es todo para mí y lo único que tengo. Moriría si la perdiera. -  de solo pensar en que Dulce me deje, siento una punzada de dolor en mi corazón.

- Gracias por preocuparte por ella y por mí. De verdad lo aprecio mucho, Annie.

- No hay nada que agradecer Chris y me parece perfecto todo lo que has dicho. Ahora te dejo porque Dul acaba de llegar y no quiero que sepa que estuvimos hablando, si queremos que no sospeche de la sorpresa. ¡Adiós Chris, suerte! -

- Adiós, Annie. -

Dulce

Voy entrando a la galería. La verdad es que lo menos que quería era venir a trabajar. Después de lo que hice anoche, lo único que deseo es morirme o que la tierra me trague. ¡Cómo pude haber traicionado a Chris! ¡Soy tan estúpida! ¿Cómo pude tan siquiera pensar que en brazos de Sebastián conseguiría lo que solo Chris me puede dar? ¿Por qué tuve que cometer semejante error para darme cuenta que a pesar de todo, amo a Chris más que a mi vida y, que al único que deseo es a él. De seguro Christopher no me lo va a perdonar. Ni siquiera yo misma puedo perdonarme lo que he hecho. Ahora mismo me siento como la peor de las mujeres.

- ¡Dulce! ¡Dulce! - escucho como Annie me grita para llamar mi atención. Estaba tan concentrada en mis pensamientos, que ni siquiera me di cuenta de que ella ya estaba frente a mí.

- Hola, güera. - digo en apenas un susurro.

- ¿Qué tienes Dul? Sé que estás triste por Chris, pero hoy te ves peor que nunca. Estoy segura de que algo más te pasa. ¿Qué es? - la cara de Annie muestra gran preocupación.

Un Amor Imperfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora